Margarita Robles justifica el espionaje: "¿Qué tiene que hacer un estado cuando alguien declara la independencia?"

Las palabras de la ministra provocan un terremoto político y dejan en el aire la relación de Sánchez con sus socios

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Madrid"¿Qué ha de hacer un estado cuando alguien vulnera la Constitución? ¿Qué ha de hacer cuando declara la independencia? ¿Cuando alguien corta las vías públicas? ¿Realiza desórdenes públicos? ¿Cuando alguien tiene relaciones con dirigentes políticos de un país que está invadiendo Ucrania?" La ministra de Defensa, Margarita Robles, llevaba toda la sesión de control mordiéndose la lengua, pero se ha soltado en respuesta a la diputada de la CUP Mireia Vehí y ha justificado el espionaje a una sesentena de independentistas catalanes. La ministra ha acusado a los independentistas de no ser igual de sensibles con otros casos de espionaje. "Cuando se hackean webs de organismos como el SEPE, que impiden que los trabajadores puedan cobrar, o móviles de ministros no lo he oído a usted decir nada. Es una hipocresía por su parte. A ustedes les va muy bien en este momento ahora aparecer como víctimas, pero nunca les he visto defender los principios básicos del estado de derecho", ha dicho Robles.

Estas declaraciones han provocado un terremoto político y echan por tierra todos los intentos del PSOE por rehacer la relación con sus socios y amenazan con abrir una crisis de gobierno de grandes dimensiones. De hecho, las caras de algunas ministras compañeras de Robles en el hemiciclo, como por ejemplo la de María Jesús Montero, demostraban que eran conscientes del impacto que pueden tener estas palabras. Robles no solo no ha mostrado disposición a aclarar el espionaje, sino que lo ha puesto en entredicho y ha pasado al ataque acusando a los independentistas de tener cosas que esconder. "¿Dónde están las pruebas? Presenten las pruebas", le ha espetado a Aitor Esteban, del PNV. "Orgullo del CNI, de todos sus servidores públicos", ha concluido. Se hace difícil pensar que la continuidad de Robles en el ejecutivo sea compatible con el apoyo de los partidos independentistas e incluso de Unidas Podemos.

Las reacciones no se han hecho esperar. La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, ha acusado a Robles de justificar el espionaje: "A la cuarta pregunta se ha delatado. El escándalo es más grande que nunca", ha afirmado. A través de Twitter se han expresado tanto Mireia Vehí, como la diputada de ERC Marta Rosique. Las dos en la misma línea.

Algunos diputados de Unidas Podemos también se han sentido muy incómodas con estas declaraciones y son conscientes de que ponen en peligro la mayoría de investidura. El portavoz del grupo en el Congreso, Jaume Asens, ha tuiteado que "hoy Fernández Díaz ha vuelto al Congreso de los Diputados reencarnado en Margarita Robles". A nivel político la crisis ya ha tenido consecuencias. Los grupos han desconvocado una reunión para abordar la derogación de la ley mordaza. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se ha reunido con Rufián para abordar la crisis mientras en Catalunya, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, exigía a la ministra que asuma responsabilidades políticas por sus declaraciones. Para acabar, fuentes del ministerio de Defensa recalcan que no solo el CNI puede tener el programa Pegasus, apuntando así hacia otros cuerpos de seguridad del Estado.

Sánchez se pronuncia

Minutos antes se había pronunciado por primera vez desde el estallido de la crisis el presidente del gobierno español. Pedro Sánchez no se ha salido del guion y ha hecho piña con su ministra de Defensa, Margarita Robles. "Todo lo que se ha hecho desde el CNI ha sido atendiéndose escrupulosamente a la legalidad", le ha respondido Sánchez al portavoz republicano, Gabriel Rufián. No obstante, el presidente español ha defendido que el gobierno español tiene la voluntad de aclarar los hechos y ha puesto de relieve la decisión de abrir un "control interno" en el CNI y facilitar toda la información al Defensor del Pueblo: "Pocos precedentes existen", ha remachado.

El portavoz de ERC ha argumentado que la cuestión no es si se ha espiado o no, cosa que ha dado por hecho, sino saber quién lo ordenó: "Si fueron ustedes es terriblemente grave, pero si no lo fueron todavía es más grave, porque quiere decir que no han limpiado las cloacas, y cuando no se limpian se llenan de ratas que se lo comen todo". En la réplica, Sánchez ha pedido confianza a un gobierno que ha intentado superar las crisis del 2017 y el 2019 en Catalunya mediante el diálogo: "Le pediría que reconstruyera la confianza en favor del reencuentro", le ha dicho.

Decreto sobre Ucrania

El problema es que esta confianza está ahora mismo bajo mínimos, sobre todo después de episodios como el de la ministra de Defensa. La crisis entre Sánchez y sus socios se mantiene, pues, abierta a solo 24 horas de una votación capital en el Congreso de los Diputados: la que tiene que validar el decreto de medidas para paliar los efectos de la guerra, que incluye, entre otras cosas, la bonificación de 20 céntimos por litro de gasolina y el tope a las subidas del alquiler. Ayer tanto ERC como otros socios habituales del gobierno, como por ejemplo Bildu, dejaron su voto en el aire por la rotura de esta confianza. ERC ha convocado una reunión esta tarde para tomar una decisión pero ahora mismo parece difícil que puedan votar a favor si no hay rectificación de la ministra.

Por su parte, hoy la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha instado a Sánchez a elegir entre ellos y sus socios a la hora de aprobar el decreto. "¿No tendrá ni un minuto para hablar con nosotros?", le ha preguntado Gamarra. El PSOE, pues, tiene 24 horas para reconducir las relaciones con sus socios para aprobar el decreto o intentar una aproximación al PP de Núñez Feijóo para que facilite la aprobación del decreto. Si pasara esto último, significaría un cambio de rasante de la legislatura y dejaría muy tocada la relación del PSOE con su socio de gobierno, Unidas Podemos. También, evidentemente, podría significar la rotura definitiva entre la Generalitat y el gobierno español y el final de la mesa de diálogo. Las próximas horas, pues, serán clave.

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