Pere Aragonès: “Nosotros hemos propuesto una estrategia, otros proponen retórica”
El vicepresidente del Govern y candidato de ERC, Pere Aragonès, se enfrenta por primera vez al reto de liderar una candidatura de unas elecciones catalanas. Y para Esquerra no son unos comicios más: quiere gobernar como primera fuerza la Generalitat por primera vez desde la restauración democrática.
Después de la decisión de la justicia de rechazar el aplazamiento, ¿pondrán pegas o votaremos el 14-F?
— Falta leer el contenido de la sentencia, pero la gente no necesita que la mareemos más. Finalmente el tribunal ha decidido una fecha. Habría sido mucho mejor otra desde el punto de vista sanitario, pero si las urnas son el 14 de febrero, nosotros las llenaremos de votos republicanos.
¿Cómo se garantizará la seguridad de las personas que vayan a votar y de las que velen por las urnas?
— A través de unos protocolos elaborados por el departamento de Salud y de Acción Exterior y consensuados con los grupos parlamentarios. Todos los colegios electorales serán espacios seguros, siendo conscientes de que estamos en una situación de pandemia y que, por lo tanto, tendremos que extremar las medidas.
¿Votará por correo?
— Votaré presencialmente en Pineda, mi pueblo.
Probablemente lo que le pasará es que tendrá que hacer cola.
— Ningún problema. Si tenemos que hacer cola, haremos cola, y será buena señal. Es muy importante que todo el mundo vaya a votar, lo haga por correo o presencialmente el 14 de febrero. Es imprescindible que no permitamos que el miedo nos venza.
¿Tienen garantía de que Correos podrá asumir el alud de voto anticipado?
— Han reforzado el personal, dice la señora Cunillera. Nosotros en todo caso lo que les pedimos es que amplíen el personal que haga falta del mismo modo que para hacer frente al covid nosotros lo hemos hecho en el ámbito sanitario, educativo y asistencial.
¿Teme una abstención elevada?
— Tendríamos qee intentar que no fuera así. Son unas circunstancias excepcionales, por eso hubo el acuerdo de todos los grupos políticos de trasladar la fecha de las elecciones más adelante. Cuando hay una urna los catalanes nos lanzamos de cabeza.
Usted es vicepresidente del Govern pero a la vez es la máxima autoridad del país. ¿Le da la sensación de que va a una reelección?
— No, yo lo que quiero es ganar las elecciones para poder ejercer el liderazgo de la Generalitat con todas las responsabilidades. Ante la inhabilitación injusta del president Torra, y en pleno anuncio de una segunda oleada, habría podido hacer lo que ha hecho Salvador Illa, que es, ante una oleada, no asumir las responsabilidades y optar por lo que electoralmente quizás me habría dado más comodidad, pero se tenían que asumir responsabilidades.
Hay voces que dicen que usted se ha quedado a medias en el ejercicio de sustitución del president...
— Yo lo que quiero es, a partir del 14 de febrero, que un Parlamento con mayoría independentista republicana y de izquierdas me escoja como presidente. En estas elecciones finalmente es cosa de dos, o las gana el señor Illa o quedamos primeros yo y ERC. Es obvio que la inhabilitación del president Torra llevó a una situación que nunca habíamos vivido antes.
Usted dice que es cosa de dos, pero hay un tercer actor que es JxCat, que gobierna con ERC. ¿Está defendiendo lo suficiente la obra de gobierno?
— Tanto la señora Borràs [JxCat] como la señora Chacón [PDECat] a veces parece que no hayan formado parte del Govern. Yo asumo todas las acciones que hemos llevado a cabo. Las que me gustan y las que quizás habría hecho de otro modo.
— La señora Borràs ha venido a decir que la Generalitat es un ente en este momento incapaz de desarrollar políticas suficientes.
— Si pensara que la Generalitat es una gestoría no me presentaría a las elecciones para ser president. La Generalitat no es una gestoría. Es, evidentemente, un gobierno que no es el de un Estado y tiene competencias y recursos limitados, pero los tenemos que exprimir al máximo. El independentismo que ningunee la Generalitat se equivoca.
En estos momentos la situación de la pandemia en Catalunya es mejor que la mayoría de territorios del Estado. ¿A qué lo atribuye?
— Analizar lo que han hecho los gobiernos en relación al coronavirus desde la soberbia sería un error. Ahora hay territorios que están en una situación más complicada, pero nosotros también ha habido momentos en los que hemos estado mucho peor. Por lo tanto, todo el respeto, apoyo y ánimos a todos los territorios que están sufriendo.
¿La Generalitat no tendría que haber puesto más recursos, y antes, para ayudar a la economía productiva?
— Comparado con otros territorios del Estado, es el que más recursos por cápita ha puesto. No es suficiente porque no somos un Estado. Si miramos el déficit del 2019 y el del 2020, Catalunya es el territorio del Estado en el que esta diferencia es mayor. Recibimos 3.200 millones de euros y el coste del covid para la Generalitat es de 5.300 millones.
ERC votó en contra del decreto de los fondos europeos en el Congreso y el PSOE lo acusa de electoralismo...
— Lo que no puede ser es que haya la movilización de recursos más grande en toda Europa desde el Plan Marshall y que estos 140.000 millones de euros que lleguen se acaben decidiendo en un despacho de la Moncloa sin control parlamentario y sin participación de la Generalitat. Mi sospecha es que esto acabe engrosando las empresas de siempre.
Si este es su temor, ¿qué piensa hacer para evitarlo?
— Se tramitará como proyecto de ley y aquí tenemos oportunidades de cambiarlo. Lo que es muy importante es un consenso y una fortaleza del próximo Govern para defender los proyectos que tienen que venir a Catalunya.
¿Quién sería su conseller de Economía, si gana?
— Tenemos a un equipo extraordinario en el departamento de Economía. Tenemos a Albert Castellanos, Natàlia Mas, Marta Espasa, Lluís Juncà. Tenemos a mucha gente preparada para asumir responsabilidades.
Se ha concedido el tercer grado a los presos políticos. ¿Hasta cuándo cree que podrá hacer campaña Junqueras?
— Hacer previsiones en relación a la justicia en el estado español es jugar al tarot. Los criterios que hemos visto que se aplican a todos los procedimientos no valen cuando es en relación a los independentistas. Hacen lo que les conviene.
¿ERC confía más en la marca que en el propio candidato?
— Llevamos 40 años en los que ha habido presidents de la Generalitat que han sido socialistas o convergentes, o bien postsocialistas o semiconvergentes. Nosotros en 90 años no nos hemos cambiado el nombre. Es el momento de acabar con esta alternancia que muchas veces se convierte en alianza, como la Diputación de Barcelona. Ahora es la hora de ERC. Hay que abrir una nueva etapa y que el proceso hacia la independencia sea liderado por una fuerza progresista.
En las últimas elecciones al Parlament ustedes perdieron por 10.000 votos en las últimas semanas. ¿Qué error cometieron?
— La campaña del 2017 fue extremadamente dura con Oriol Junqueras encarcelado. En estos tres años ERC se ha hecho mucho más fuerte, hemos ganado dos elecciones generales cuando nadie creía que las podríamos ganar. Creo que seremos capaces de abrir esta nueva etapa con un gobierno amplio que ponga de acuerdo a todos aquellos que defendemos la amnistía y la autodeterminación [ERC, JxCat, comunes y la CUP].
— Usted quiere formar un gobierno con JxCat, comunes y la CUP, pero ellos no quieren. ¿Cómo lo logrará?
— Tampoc decían que gobernaríamos conjuntamente en Lleida, tampoco decían que se pondrían de acuerdo para votar a Pau Ricomà como alcalde de Tarragona, de hecho también decían que no votarían conjuntamente los presupuestos de la Generalitat del 2020. Y la CUP muchas veces tiene un nivel de exigencia muy alto, pero también creo que se le tiene que exigir un nivel de corresponsabilidad. ERC pone de acuerdo a aquellos que nunca se pondrían de acuerdo.
¿Excluye al PSC de esta fórmula pero estaría dispuesto a aceptar los votos del PSC para ser investido?
— Es que el PSC representa el 155. Y ellos han tenido muy claro qué es lo que quieren hacer. Salvador Illa quiere ser la nueva Inés Arrimadas en estas elecciones, es el papel que él ha asumido, y esto tiene consecuencias.
¿Le resulta igual de difícil entenderse con Illa que con Iceta?
— Representan lo mismo; de hecho, compartían pancarta en la manifestación de Societat Civil Catalana en 2017. Y es el mismo Partido Socialista que, después de haber apoyado el 155, la ciudadanía en Catalunya no le tendría que dar ningún voto de confianza.
¿Por qué ERC puede llegar a pactos con el PSOE y con el PSC no?
— Porque son dos países diferentes, porque nosotros no nos presentamos para gobernar el Estado, nos presentamos para defender Catalunya, y defender Catalunya significa defender a la mayoría de los ciudadanos de Catalunya. Es muy claro que si Salvador Illa es president en la Generalitat quien tendrá la última palabra será Pedro Sánchez.
¿Una victoria de ERC sería el triunfo de su apuesta pragmática?
— Podemos llenarlo de retórica, puede haber muchas voluntades declaratorias, pero la independencia se construye con grandes mayorías, con un proyecto que apele al conjunto de la ciudadanía. Nosotros cogemos el camino posible y el camino que realmente nos hará llegar ahí. Otros caminos es ir dando vueltas en círculo. Puede ser una excusa para irse manteniendo en el poder pero que no hará avanzar al país.
¿Cuando dice esto de las vueltas en círculo se refiere a la propuesta de la señora Borràs?
— Lo que necesita este país no es aprobar cosas que ya hemos aprobado, es hacer la independencia, es conseguirla, no declararla para que quede en un papel. No declararla para ver qué hace el independentista de al lado, sino hacerla. Y hacer la independencia necesita una amplia mayoría en este país. La vía hacia la independencia no es una vía declarativa y basta, tiene que ser una vía real. Nosotros hemos propuesto una estrategia, lo estamos haciendo desde hace mucho tiempo, y otros proponen retórica.
¿Se refiere a JxCat cuando dice que algunos proponen retórica?
— Si ellos se sienten aludidos....
Yo se lo pregunto directamente. ¿Se está refiriendo a JxCat cuando dice que algunos proponen retórica?
— Más allá de decir que queremos la independencia tenemos que explicar cómo lo haremos. La cuestión no es quererlo, la cuestión es hacerlo, la cuestión es conseguir esta independencia, y esto solo será con amplias mayorías porque delante tenemos un estado que ya vemos cómo las gasta. Tenemos que fortalecer las instituciones del país, no tenemos que pensar que las instituciones del país son una gestoría. Si el independentismo no gobierna Catalunya, el proceso de independencia se para.
¿Si se supera el 50% de los votos independentistas se tendría que levantar la DUI?
— La cuestión no es hacer declaraciones, es decir, no tiene que quedar una cosa que se apruebe en el Parlament ni que se publique en un diario oficial y quede ahí, la cuestión es cómo lo hacemos realidad, esto. Y para hacerlo realidad tenemos que cambiar la correlación de fuerzas, tenemos que ser mucho más fuertes de lo que éramos en octubre del 2017.
Diga tres prioridades políticas de la próxima legislatura si usted es president.
— Fortalecer los servicios públicos, canalizar los fondos europeos hacia los proyectos realmente transformadores, y en tercer lugar, alianzas. Alianzas adentro del país y alianzas afuera. Lo podemos hacer con el resto de territorios de los Països Catalans y en el ámbito europeo.
¿Qué habría ido diferente si la Generalitat hubiera tenido autonomía financiera estos últimos meses?
— Que habríamos podido inyectar muchos más recursos en los sectores económicos más afectados.
¿Se sentaría en una mesa a negociar la financiación autonómica?
— El gobierno español no está dispuesto a poner más recursos sobre la mesa, pero una vez constatado, nosotros no tenemos que desaprovechar ninguna oportunidad para defender los recursos que necesita Catalunya. Hay un reto muy importante, que es el sistema público de salud. Si hace falta, hay que abrir una rendija para la financiación específica de salud en nuestro país.
ERC no tiene un president de la Generalitat desde Tarradellas. ¿Lo vive como una responsabilidad?
— Con responsabilidad e ilusión. ERC creó la Generalitat de nuevo en 1931, la defendimos en el exilio y mantuvimos la llama. Después de 40 años de alternancia entre presidentes convergentes y socialistas, ahora la mejor manera de hacer avanzar al país es un regreso a los orígenes, y los orígenes de la Generalitat son republicanos.