Feijóo plantea un "visado por puntos" para "poner orden" en la inmigración

MadridLa inmigración se ha convertido en uno de los elementos centrales del discurso del PP. Es un proceso que se ha ido gestando en los últimos meses, con un endurecimiento progresivo en el tono y en los planteamientos. Uno de los objetivos de los de Alberto Núñez Feijóo es frenar a Vox en las encuestas y distanciarse del gobierno español en esta materia con propuestas que van en la línea de la mano dura que defiende la extrema derecha. Una muestra es la defensa que ha hecho este domingo el líder del PP de aplicar un "nuevo visado por puntos" como los que hay en "otros países como Canadá, Australia y Reino Unido" que sirva para "poner orden" a la entrada de inmigrantes en España. Feijóo lo ha expuesto en un acto con los presidentes autonómicos del PP, en Murcia, después de que todos ellos hayan firmado una declaración en la que se conjuran para endurecer los planteamientos en inmigración.

No es casual la elección de la ubicación, una de las regiones donde Vox es fuerte, donde se produjeron los incidentes racistas de Torre Pacheco en verano y donde la extrema derecha ha logrado colar algunos de sus planteamientos migratorios a cambio de la aprobación de los presupuestos en el PP, que gobierna en solitario y sin mayoría absoluta. Feijóo ha presentado su partido como un promedio entre Vox y el PSOE. "Esto no se arregla con protestas", ha advertido en referencia a los disturbios en el municipio murciano que atió a la extrema derecha. "Tampoco nos encontrarán en la política que entre quien quiera", ha contrapuesto. Según Feijóo, "la solución no es ni regularizarlos a todos ni echarlos al mar" sino que es "poner orden y aplicar la legalidad de una vez por todas". Una de las vías para conseguirlo, según expuso, es el "visado por puntos" al que hizo referencia este domingo. Le ha contestado a través de X Santiago Abascal: "Feijóo se une a la demonización de Vox [...]. Prepara su pacto con el PSOE".

Feijóo ha explicado que la fórmula implicaría que se priorice la entrada "de quien quiere trabajar en sectores donde hace falta mano de obra", "de quien conoce mejor nuestra cultura" y "de quien tiene más capacidad de integración". "También computará el compromiso de los países de origen con nuestra política migratoria", aseveró. Es decir, que los estados que "ayuden a poner orden" en origen "serán recompensados" mientras que aquellos que no se comprometan con ellos "no tendrán visados". Esta es sólo una de las patas del plan de inmigración que ha diseñado el PP y cuyo detalle pretende ir desgranando paulatinamente. En su intervención en Murcia, Feijóo ha reiterado otro de los elementos que ha vertebrado su discurso migratorio en los últimos meses como es la amenaza de expulsión de los extranjeros que delinquen. "Tolerancia cero con el delito", defendió, como ya hacía la ponencia política aprobada en el congreso de principios de julio.

El presidente del PP ha asegurado que, si llega a la Moncloa, cuando un inmigrante cometa un delito considerado grave, como sería un delito sexual, perderá "automáticamente" el derecho a la residencia. "Los reincidentes aunque sean [por delitos] leves tampoco podrán premiarse con la permanencia en España", ha dicho. La otra propuesta de Feijóo ha sido vincular, para los inmigrantes, el acceso a prestaciones económicas como el ingreso mínimo vital (IMV) en la "búsqueda activa de trabajo". Según el líder popular, "no es razonable" que las "ayudas públicas" puedan convertirse "en el único medio de vida de la gente que llega a España" y se haga un "abuso".

Admite las diferencias internas

El encuentro de presidentes autonómicos del PP, que han estado todo el fin de semana reunidos en Murcia, se ha producido después de que hayan aflorado las diferencias internas con respecto a los ataques de Israel a Gaza. Mientras varones del ala moderada han reconocido el "genocidio", el PP de Madrid de Isabel Díaz Ayuso, del ala más dura, se sitúa claramente junto al gobierno de Benjamin Netanyahu. También en inmigración, el sector que encarna al andaluz Juanma Moreno se ha caracterizado por desplegar un discurso menos radical que el que han abrazado Feijóo y la presidenta madrileña. "Hay matices, hay acentos, pero hay un rumbo común", ha dicho el presidente popular en la intervención de este domingo sobre las distintas sensibilidades en el seno del partido.

Con la imagen de la firma de la declaración, que obliga a los presidentes autonómicos a avalar la línea marcada por Génova y en la que Ayuso tiene cada vez más ascendencia, Feijóo ha querido proyectar un cierre de filas. Sin embargo, justamente Moreno ha sido uno de los grandes ausentes en la foto de familia de este domingo. El presidente andaluz abandonó el cónclave este sábado por la noche para asistir al día siguiente a una feria del cómic de Málaga a la que estaba invitado el actor Arnold Schwarzenegger. Coincidió muy brevemente con Ayuso en que, también por motivos de agenda, llegó el sábado a Murcia en lugar del viernes, como el resto de presidentes del PP.

Críticas de la izquierda

El encuentro del PP ha generado las críticas de la izquierda, que acusa a los populares de estar imitando a la extrema derecha. La vicepresidenta española y cara visible de Sumar, Yolanda Díaz, replicó que el problema de España "no es la inmigración" sino el PP. En el marco de la fiesta anual del Partido Comunista de España (PCE), aseguró que "si Feijóo dice que el principal problema es la inmigración", ella dice que "salimos ya con la regularización de las 500.000 personas migrantes que existen en nuestro país". No es la primera líder de la izquierda que arremete contra los populares. "Habla y viste como Vox", dijo este sábado la número dos del PSOE y vicepresidenta primera del gobierno español, María Jesús Montero, en un acto en Málaga en el que advirtió a Feijóo de que "está alimentando a la bestia" y se la acabará comiendo. Podemos ha tildado al cónclave popular "de aquelarre racista".