Felipe VI felicita a Sánchez y defiende una "España sólida y unida, sin divisiones ni enfrentamientos"

MadridHabía mucha expectación por escuchar las palabras del rey Felipe VI hoy en la sesión solemne de apertura de la XV legislatura después de haber aparecido con semejante serio en las fotografías con Pedro Sánchez durante la toma de posesión. El monarca ha llegado a las puertas del Congreso, donde le esperaba Sánchez, con el mismo semblante serio, pero su discurso ha sido conciliador. En primer lugar, ha felicitado a Pedro Sánchez por su elección como presidente del gobierno (y éste ha asintido con la cabeza), desvaneciendo cualquier duda sobre la legitimidad del nuevo ejecutivo, y después ha hecho una defensa encendida de la Transición y la Constitución con el objetivo de dejar a las nuevas generaciones "una España sólida y unida, sin divisiones ni enfrentamientos".

La forma que ha tenido el rey de fijar su posición es a través de la reivindicación del espíritu de la Transición, dejando entrever que hoy en día se está muy lejos del ejemplo de ese período histórico. "Reivindicar el profundo significado de ese gran pacto entre españoles que está en el origen de nuestra democracia no es, en absoluto, mirar atrás con nostalgia; sí que es, en cambio, una orgullosa y consciente reafirmación de nuestras mejores capacidades como país y del mejor hito que ordena, en nuestros días, la vida de la sociedad española: la Constitución". De alguna manera, el rey ha dado un toque de atención a la clase política para que rebajen la crispación y apuesten por el diálogo y el entendimiento.

El monarca también ha aprovechado la ocasión para agradecer a ambas cámaras los aplausos durante la sesión de juramento de la Constitución por parte de la princesa Leonor el 31 de octubre, que significa "la certeza de estabilidad en el leal ejercicio de las funciones del jefe de estado". Felipe VI ha citado el resultado de las urnas del 23-J, de donde sale la mayoría actual en la cámara, pero también el del 28-M, donde ganó el PP, y ha subrayado que ambos procesos electorales fueron legítimos y que muchos jóvenes votaron por primera vez, que "necesitan recibir una España cohesionada y unida en la que puedan desarrollar sus vidas y proyectar sus ilusiones". La incidencia en la juventud debe leerse como un intento de la Zarzuela de conectar a la princesa Leonor con las nuevas generaciones. A diferencia del discurso de la princesa Leonor del día 31 de octubre, sin embargo, hoy el rey sí ha acabado dando las gracias en los cuatro idiomas oficiales del Estado: castellano, catalán, gallego y vasco.

Armengol pide " empatía"

En su discurso, Armengol ha defendido la "legitimidad" del nuevo gobierno español y ha denunciado que "distorsionar la realidad", en el sentido de no aceptar el resultado de las urnas, sólo hará que aumentar la "desafección de la sociedad hacia las instituciones". Y tras defender el "diálogo" y "la empatía" como mejor manera para avanzar en el parlamentarismo, la presidenta del Congreso ha citado al poeta Joan Margarit: "Comprender es entender desde hace mucho tiempo, tiempo suficiente para que aquello que se ha entendido ya no sea exterior, sino que forme parte de sí mismo, del propio carácter. Comprender es un entender que ya no podrá desentenderse nunca".

La presidenta del Congreso, sin embargo, ha introducido en su discurso mensajes de carácter político alineados con las izquierdas, como la demanda de un alto el fuego permanente en Gaza, la lucha contra el cambio climático o las desigualdades. Esto ha provocado que ni los diputados de Vox ni los del PP hayan aplaudido su discurso. Fuentes del PP le han tachado de "lamentable e inaceptable".

Aplausos al rey

Las palabras del rey llegan en un momento de polarización máxima a España tras los pactos del PSOE con los independentistas catalanes y, sobre todo, la tramitación de la ley de amnistía en los encausados ​​del Proceso. Además, en las manifestaciones contrarias a la amnistía y las protestas ante la sede del PSOE en Ferraz se oyeron gritos y se han leído pancartas contra el monarca, que en última instancia deberá firmar la ley. El monarca ha logrado hoy dar una imagen de unidad con los diputados y senadores de PP y PSOE aplaudiendo conjuntamente en la cámara.