El gerente de Vox dimite en medio de la polémica por las donaciones al partido
La formación de extrema derecha da más poder a Buxadé con la "reestructuración" del organigrama interno
MadridNuevo episodio de la crisis interna de Vox. El fascículo de este viernes lo coprotagoniza el cabeza de lista del partido de extrema derecha por Barcelona el 23-J, Juan José Aizcorbe, gerente económico de la formación desde 2019, que deja el cargo en medio de la polémica por las donaciones al partido, que están en el punto de mira del Tribunal de Cuentas. En un comunicado, Vox admite que Aizcorbe será relevado, tal y como ha avanzado este viernes El País, pero sostiene que el diputado en el Congreso de Diputados tiene "la máxima confianza de la dirección del partido" y, por eso, "seguirá con funciones de control y fiscalización en el comité de gestión".
El otro nombre del día es el de Marta Castro, hasta ahora vicesecretaria jurídica de los de Santiago Abascal. En un movimiento que Vox califica de "reestructuración que persigue un funcionamiento más ágil y coherente con la nueva situación del partido", Castro pasa a estar bajo la tutela del vicepresidente, Jorge Buxadé, con quien compartirá la coordinación jurídica del partido, área que pierde la denominación de vicesecretaría. De esta forma, Buxadé reafirma su poder orgánico dentro de cuya formación ya es el número tres.
Los cambios en Vox han sido una constante desde el resultado electoral del 23-J: el partido perdió 19 diputados en relación con la legislatura anterior. A principios de agosto, quien había sido portavoz del grupo parlamentario en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, renunció al acta y abandonó la cúpula de Vox por discrepancias con Abascal. Este jueves mismo dimitió la única consejera de Vox en el gobierno de Extremadura que comparte con el PP, Camino Limia. El partido lo achaca a "motivos personales". Ya antes del 23-J otras caras conocidas de la formación, como Javier Ortega Smith o Macarena Olona, habían dado un paso al lado.
Vox quita importancia a los movimientos y niega que se hayan producido "ceses" o "substituciones". Lo ha dicho en una atención a los medios su portavoz parlamentaria, Pepa Millán, en un mensaje que el partido ha reiterado con un comunicado difundido posteriormente. Millán ha asegurado que todo ello responde a "cuestiones organizativas" ya la "necesidad de aligerar la estructura", que pasa de 12 a 6 vicesecretarías por el hecho de que ahora la formación tiene "responsabilidades de gobierno" en autonomías y ayuntamientos.
Acusaciones de "tergiversación"
De hecho, la formación ha reaccionado a estas informaciones atacando a los medios de comunicación, especialmente El País. Según Vox, existe una "falta de rigor" por parte de la prensa. Aizcorbe denuncia la "manipulación" con "falsas noticias" y Castro afirma que existe "tergiversación". Esta sacudida llega después de que el Tribunal de Cuentas detectara esta semana en sus informes de 2018 y 2019 que la formación ultra habría recibido 300.000 euros a través de cajeros automáticos de ciudadanos sin identificar. Los de Santiago Abascal justifican los ingresos bajo el epígrafe de “actividades promocionales” o venta de lotería, pero el ente fiscalizador considera que no está suficientemente argumentado: no puede dirimir si se trata realmente de la compra de productos del partido o si suponen donaciones anónimas que están prohibidas por ley.
De ahí que el Tribunal de Cuentas le advierta que se arriesga a una infracción grave, porque es la única formación de las 32 analizadas de la que no ha identificado las donaciones. También están bajo sospecha otras donaciones a Vox con carácter finalista y que tienen que ver con las demandas contra rivales políticos como por ejemplo para interponer una querella contra el expresidente de la Generalitat Quim Torra. El ente fiscalizador remarca que todo ello incumple la ley de financiación de partidos, que en su artículo 5 prohíbe las “donaciones anónimas, finalistas y revocables”.