24 horas y 41 minutos para cesar al vicepresidente
Por la mañana Aragonès ya tenía la destitución en la cabeza pero no fue hasta el anochecer cuando acabó reuniéndose cara a cara con Puigneró
BarcelonaEs martes por la noche y en el Parlament reina la calma. Todos los miembros del Govern siguen sentados en su escaño siguiendo el debate de política general, pero los pasillos se empiezan a vaciar. Solo queda un punto del orden del día potencialmente inflamable. El duelo entre el líder de Junts en el Parlament, Albert Batet, y el president Aragonès. Se esperan reproches, pero nada más. De hecho, altos cargos del Govern ya hace un rato que han empezado a desfilar hacia casa. A las 22 h y 37 minutos la situación da un giro que –entonces no lo sabe nadie todavía– dejará al ejecutivo al límite de la ruptura.
Martes 27 de septiembre
22.37 h
Batet dedica gran parte de su discurso a reprochar a Aragonès que no solo no está cumpliendo el pacto de investidura, sino que no ve "garantías" de que lo haga. Traslada a la sede parlamentaria lo que hace semanas que dice su partido. En ese momento, sin embargo, recibe un mensaje desde la tribuna –donde están los líderes del partido, Laura Borràs y Jordi Turull– y dispara una novedad que solo conocía un círculo reducido de personas: "Si no hay garantías, le pediremos que se someta a una cuestión de confianza como hizo el president Puigdemont hace seis años". Junts cuestiona la continuidad del president. El rictus de Aragonès lo hace todo evidente: ni lo sabía, ni lo digiere bien.
23.14 h
Es el último turno de palabra de la jornada y Aragonès no quiere dejar margen a ninguna especulación. ¿Cuestión de confianza? Ni hablar. "No entraré en ningún juego que suponga poner en riesgo la estabilidad de la institución". El debate acaba y no se retomará hasta el viernes, teóricamente tiempo suficiente para que las aguas se calmen. No será así. "El presi salió del pleno muy cabreado", explica alguien que lo conoce bien.
Miércoles 28 de septiembre
9.24 h
La primera señal de que la jornada será de vértigo llega poco antes de las nueve y media. Presidencia comunica que el president suspende su agenda. Tenía previstas visitas a Gurb y Berga, que quedan pospuestas para una mejor ocasión. Empieza un carrusel de encuentros y llamadas. Lo más destacable es que ninguno es con Junts.
9.30 h
Acaba el plazo para presentar las propuestas de resolución que se votarán el viernes en la segunda parte del debate de política general. Son los textos con los que los grupos intentan condicionar la acción del Govern o defenderla, que los partidos pueden presentar en solitario o de manera conjunta. ERC y Junts no consiguen presentar ninguno conjunto sobre el Procés. Otro mal presagio.
13.23 h
A estas alturas todo el mundo tiene claro que el Govern se tambalea. Entonces es cuando aparecen unas declaraciones en la ACN de la líder de Junts, Laura Borràs: "Si ERC no está cumpliendo los compromisos, ¿por qué la pregunta no es si Esquerra sale del Govern?" Un diputado de Esquerra en el Parlament juega a imaginarse una moción de censura de Junts con el PSC. Las relaciones entre los dos partidos ya hace tiempo que están rotas.
13.24 h
La Generalitat comunica que el president convoca un consejo ejecutivo extraordinario. Pocos son los que lo saben, pero Aragonès ya tiene en la cabeza la posibilidad de cesar al vicepresidente, consciente de que Puigneró sabía que Batet pediría públicamente una cuestión de confianza y de que no lo informó previamente. Se siente traicionado porque él sí le había comunicado previamente que anunciaría su propuesta de "acuerdo de claridad". Sabe, sin embargo, que cesarlo de repente es demasiado arriesgado y diseña un plan para intentar blindar su decisión.
17.03 h
Empieza el consejo ejecutivo. Los consellers de Junts, que han comido juntos -todos menos Jaume Giró-, se llevan la imagen de la tarde cuando llegan a la Plaça Sant Jaume. Todo el mundo entra en la reunión sin móvil para evitar filtraciones. Aquí hay un golpe de efecto. Aragonès hace, uno a uno, a todos los consellers de Junts dos preguntas: si sabían que Batet plantearía la cuestión de confianza y si estaban de acuerdo. En la primera respuesta no hay duda: nadie lo sabía, excepto el vicepresidente. Aragonès cada vez tiene más claro que quiere cesarlo, pero no se lo comunica a los presentes.
19.03 h
Cuando todo el mundo espera de manera inminente la comparecencia del president para explicar la magnitud de la crisis, trasciende que vuelve a estar reunido, ahora en la Casa dels Canonges y a solas con el secretario general de Junts, Jordi Turull. Ha hecho citarlo antes de entrar en el consejo ejecutivo. Aquí las versiones son contradictorias: Presidencia asegura que Aragonès explica a Turull de entrada el cese y que este le pide un receso para hablar con el partido y tratar de arreglar las cosas. Turull replica con otra versión: dice que en una primera reunión de dos horas Aragonès no le dice nada. Después de un primer receso, se lo plantea. En un tercer contacto, se lo comunica. A esas horas ya están en el Palau Laura Borràs, Josep Rius y Albert Batet.
20.11 h
Junts comunica a la prensa que los consellers del partido, durante la reunión del Govern, han apoyado de manera "unánime" la cuestión de confianza. Aragonès es informado de este hecho por su equipo y no da crédito, puesto que él ha percibido todo lo contrario. Esto lo reafirma más en el cese. No hay marcha atrás. Aragonès le hace una última petición a Turull: que sigan en el Govern y escojan a un nuevo vicepresidente con el que "pueda trabajar".
23.18 h
La Generalitat anuncia que el president comparecerá inmediatamente. La decisión ya está tomada. Antes de hacerla pública, Aragonès cita al vicepresidente en su despacho y se lo comunica formalmente. Unos minutos después lo anuncia: cese por "pérdida de confianza", pero con voluntad de seguir gobernando con Junts. Aragonès acaba de fulminar a su número dos, y mantener la coalición no será fácil.
Jueves 29 de septiembre
00.02 h
Como era de prever, Junts recibe la decisión con hostilidad y emite un comunicado. "La decisión del president de la Generalitat de cesarlo [a Puigneró] es un error histórico que pone en peligro la continuidad del proyecto independentista", dicen. El ex president Puigdemont también fija posición en Twitter: "La lealtad que importa es la lealtad a Catalunya. Puigneró la ha demostrado siempre [...]. De algunos otros no podremos decir lo mismo". Junts convoca una ejecutiva para el día siguiente.
10.00 h
36 horas después de que todo se acelerara, empieza la ejecutiva de Junts que tiene que tomar la decisión de cómo responder al cese de Puigneró. Muy temprano por la mañana, sin embargo, tanto Turull como Borràs fijan posición en sendas entrevistas en la radio y los augurios sobre la continuidad del ejecutivo no son buenos. "Nos sentimos bastante expulsados del Govern", ha dicho Turull a RAC1. El siguiente paso, en manos de la dirección de Junts.