La independencia del PP balear

BarcelonaEn la trifulca entre el PP y Vox en toda España ha habido un conflicto que ha hecho aflorar a unos populares con un talante diferenciado. En las Islas Baleares, más allá del tira y afloja por el asunto migratorio que ocasionó una ruptura general, la lengua catalana y la cultura han sido un punto de fricción que ha reventado el entendimiento hasta el punto de que ahora el PP explora conversaciones con otros grupos parlamentarios –de la izquierda y el soberanismo– para tantear acuerdos. rojas que nunca traspasará", aseguró la presidenta balear, Marga Prohens. Hace un año suscribieron el pacto con Vox para llegar a la presidencia –que costó alcanzarse– con medidas para la "libertad lingüística" que suponían un retroceso para el catalán, pero la ruptura total ha sucedido este diciembre, plantándose para mantener la lengua vehicular en enseñanza ya la función pública después de que se aprobaran 34 enmiendas radicales de Vox por error.

Los populares baleares tradicionalmente han tenido perfil regionalista –interrumpido por José Ramón Bauzá, de quien Prohens dijo en campaña que no repetirían los mismos errores y, tras el pacto con Vox, que no se repetiría la revuelta social–. En conversación con el ARA, el vicesecretario de organización del partido en el territorio, Pedro Álvarez, es contundente: "Me hacen gracia los partidos nacionalistas o el PSIB, que presumen de defender la lengua o la identidad, pero la ley de normalización lingüística lo aprueba [Gabriel] Cañellas [presidente entre 1983 y 1995, del PP] y quien más ha defendido el catalán es el PP sin lugar a dudas".

De hecho, el politólogo y consultor de la agencia Neula, Eli Gallardo, asegura que los populares "tienen un talante propio, que viene de la Transición", desde Cañellas, asimilable al regionalismo. "Todo el mundo sabía que se hablaba en catalán y no hubo lío como en el País Valenciano con el blaverismo", remata, añadiendo que los grupos que negaban la unidad de la lengua eran muy minoritarios. Apunta que "la cultura y la identidad no eran motivo de disputa", pero que, en su opinión, los populares hicieron renuncias en la negociación con Vox de hace un año "para poder volver a gobernar". El estropicio que "se veía a venir" viene precedido del cambio de chip tras el batacazo causado por Bauzá –de 35 a 20 diputados.

En todo caso, el partido incluso participó del debate de Plataforma por la Lengua para la campaña del 28-M con propuestas de fomento del idioma. Álvarez, que también es teniente de alcalde en Sineu, sostiene que la idiosincrasia balear le explica el "hecho insular", así como "el respeto a la cultura y la lengua con un bilingüismo cordial" y la "vocación autonomista" en una "'España plural de las nacionalidades y regiones". Un autonomismo que ve reflejado en la dirección estatal del partido. Sí sostiene que Prohens "ha dejado claras las líneas rojas de la Constitución, el Estatut –claro en el idioma– y la paz social, [para] no ser un gobierno que encienda la calle". Y recalca que Vox plantea "lo que no se siente en la calle", porque "el catalán debe ser lengua oficial de la función pública y vehicular en enseñanza". Amantes de las políticas "moderadas", rechaza utilizar como "arma arrojadiza" la lengua "compartida con Cataluña y la Comunidad Valenciana" y apuesta por fomentarla sin revuelo. Así justifica que no se exija en la sanidad por la "falta de profesionales".

Del giro a los escenarios

Ante el nuevo escenario, el líder de los soberanistas de Més por Mallorca, Lluís Apesteguia, sostiene que "las Islas Baleares es el único territorio del Estado donde la derecha española se plantea un diálogo con la izquierda y el soberanismo para dejar de banda la extrema derecha", y añade que "el solo planteamiento que pueda ser es una extrañeza". Ya al ​​principio de la legislatura, Más había tendido la mano a Prohens por colaborar si no pactaba "en ninguna parte" con Vox y ahora vuelve a abrirse: "Hoy estamos más cerca de hablar de la gobernabilidad del país y de diálogo estable", espetó. los populares querían centrarse en la política económica desregularizadora, mientras que han ido rebajando movimientos de Vox, que ha estado centrado en "la batalla cultural" contra el catalán y hay chocado.

El presidente de la Obra Cultural Balear, Antoni Llabrés, también valora "positivamente este nuevo escenario", si bien continúan "vigilantes". si ahora existe un "retorno al consenso estatutario", puede haber "esperanza" de que algunas medidas caigan, como los planes de "segregación" o desdoblamiento lingüístico en la escuela –con una adhesión de sólo un 2%–. nunca con Vox". Un hecho que también ve parte de una "estrategia" electoral, al igual que la aproximación a la izquierda como "para centrarse después de estar escorados a la derecha", aunque "los radicales de Vox los han puesto en el centro cuando se han querido cargar consensos".

En todo caso, el regionalismo del PP viene de fondo e incluso ha nutrido las filas de la Asamblea Soberanista de Mallorca, como el expresidente balear Cristóbal Soler (1995-1996), convertido en independentista, y que "por motivos territoriales y lingüísticos duró dos telediarios" como gobernante, según el presidente de la entidad, Joan Planes. Madrid". A estas alturas todavía se mantienen los pactos en consejos insulares como el de Mallorca, donde Vox está en el gobierno.