Infidelidades, el 23-F o la muerte de su hermano: Juan Carlos I se confiesa en sus memorias

BarcelonaJuan Carlos I se confiesa. Lo hace en Reconciliación, sus memorias en primera persona editadas por la editorial Stock y que llegan este miércoles a las librerías de Francia. Allí hace un repaso de su mandato, desde que Franco le nombró sucesor hasta la decisión de irse a Abu Dabi en medio de los escándalos por sus finanzas, pero también de episodios más personales de su vida. En las páginas del libro, que no llegará a España hasta el 3 de diciembre, Juan Carlos admite por primera vez haber tenido relaciones extramatrimoniales, siendo infiel a la reina Sofía. Se refiere a ello como "desvíos sentimentales", pero asegura que ni fueron tantos como la prensa del corazón ha publicado, ni afectaron, dice, al cumplimiento de sus deberes como monarca.

"¡Me atribuían hijos ilegítimos! Tuve que contratar a un abogado para defenderme de estas acusaciones. A la prensa le gusta hablar de forma fantasiosa", relata en el libro, según informa la agencia Efe. Entre otros, niega haber mantenido relación alguna con Lady Di, y dice que haberse envuelto con Corinna Larsen, que le acabó demandando por acoso, fue un error. "En esa cacería, me convertí en una presa fácil", dice, recordando el famoso viaje a Botsuana para cazar elefantes, por el que acabó pidiendo disculpas. Juan Carlos I acabaría abdicando en el 2014, después de haber llegado al trono en 1975. Cuando el rey Felipe VI le retiró la asignación como exjefe del Estado, en el 2020, el emérito se giró contra su hijo, al que le dijo: "No olvides que heredas un sistema político" El País.

Más allá de su vida sentimental, el emérito recuerda cómo llegó al trono de España en unas memorias que, según él mismo ha asegurado, tienen como objetivo rehabilitar su figura después de cinco años viviendo en Abu Dhabi. "El propio Franco estaba seguro de que mi monarquía no podía ser falangista. Me dijo: «Yo no puedo hacerlo, usted hará la apertura»", explica. En cuanto al 23-F, se desvincula del golpe de estado y reivindica su papel después de que el teniente coronel Antonio Tejero irrumpiera en el Congreso de los Diputados, hasta el punto de que considera que nunca en la vida demostró tanta "autoridad" como entonces. "Esa noche mi obra política estaba en juego y el destino de los españoles, en mis manos", expone.

La familia

Entre los episodios más lóbrecos de la vida del monarca está también la muerte de su hermano Alfonso en 1956, mientras ambos jugaban con una pistola de calibre 22 que les había dado un lugarteniente del ejército. Son unos hechos de los que Juan Carlos asegura que nunca llegó a recuperarse ya los que dedica un capítulo breve, de dos páginas. La pistola carecía de cargador. A ninguno de los dos hermanos, explica, les pasó por la cabeza que podía haber quedado una bala en la recámara de la pistola. "Se disparó un tiro al aire, la bala rebotó e impactó a mi hermano en pleno frente. Murió en brazos de mi padre", relata el emérito. Dice que piensa en ese momento "todos los días".

En cuanto a la familia, Juan Carlos tiene buenas palabras para uno de sus nietos, Froilán: es para él "una satisfacción que ilumina" sus días, sobre todo desde su traslado a Abu Dhabi, un "exilio" que asegura que vive como un "encarcelamiento". Reconoce que Froilán ha protagonizado algún escándalo, pero le atribuye al divorcio de sus padres ya que ha ido "de fiesta en fiesta", se ha puesto en peleas y ha frecuentado "malas compañías". Después de que el emérito le haya acogido bajo su ala, subraya Juan Carlos I, ahora Froilán ha encontrado su camino y ha evitado dar más disgustos a la familia.