Cas Borràs

Junts cierra filas con Borràs y pide a ERC y CUP un "frente común" para defenderla

Esquerra pide a la presidenta de la cámara que "no arrastre al independentismo ni al Parlament" en esta causa judicial

BarcelonaLa causa judicial que afecta a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha estado en el centro del debate político a lo largo de todo el fin de semana a raíz de las peticiones de dimisión de la oposición y, de forma menos explícita, también de Esquerra la semana pasada cuando la expresidenta de la cámara Carme Forcadell le pidió que pensara en el "prestigio" de la institución antes de que en ella. Este lunes, sin embargo, Junts per Catalunya ha querido cerrar filas con su máxima líder y ha pedido al resto de partidos independentistas un "frente común" para defender su presunción de inocencia. "No es corrupción, es represión", ha afirmado este lunes el portavoz del partido, Josep Rius, en rueda de prensa. Según Junts, el caso de la Institució de les Lletres Catalanes -en que se investiga a Borràs por el presunto fraccionamiento de contratos y por favorecer a un conocido- forma parte de la "persecución política" del independentismo y de la "Operación Catalunya" instigada por el Estado.

De este modo, Rius ha instado a Esquerra y también a la CUP a sentarse a hablar sobre cómo afrontar esta situación, puesto que el juez instructor ha dejado a las puertas del juicio a la presidenta del Parlament y la mayoría independentista tendrá que tomar una decisión sobre cómo aplica el reglamento de la cámara, que prevé en su artículo 25.4 que se suspenda de los derechos y deberes parlamentarios a los diputados a los que se abre juicio oral por delitos vinculados a la corrupción y, en caso de que haya "dudas" sobre la naturaleza del delito se pida un dictamen a la comisión del Estatuto del Diputado.

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Rius no ha querido concretar qué pretende hacer Junts ante esta disposición reglamentaria, sino que se ha limitado a pedir a Esquerra y a la CUP que se sienten a negociar para hacer frente a este caso. Fuentes del entorno a la presidenta afirman que hay margen jurídico para no suspender a la líder de Junts: la mayoría de la mesa –ERC y Junts– podría decidir que el caso de la ILC no es corrupción y que, por lo tanto, no se aplica el reglamento –una tesis que no compran los republicanos ni la CUP– o, por otro lado, podrían remitir el caso a la Comisión del Estatuto de los Diputados para debatir allí las "dudas" que creen que hay sobre la causa de la Institució de les Lletres Catalanes y hacer un informe sobre la cuestión para votarlo en el pleno. En todo caso, esto formará parte de la negociación entre los partidos independentistas y también tendrán que decir la suya los letrados del Parlament sobre cómo se aplica este artículo, puesto que hasta ahora no se ha dado nunca el supuesto desde que la misma mayoría independentista lo aprobó el 2017.

Sea como fuere, los republicanos de momento no muestran predisposición a hacer un frente común por la causa que afecta a Borràs. ERC este lunes ha ido un paso más allá y ha reclamado a la presidenta "no arrastrar el proyecto independentista ni el Parlament a una causa judicial que le genere descrédito". Ha avisado a Borràs que tiene que tomar decisiones teniendo en cuenta que hay en juego "el prestigio de la cámara" y que una de las funciones de la presidenta es velar "para proteger las instituciones". De este modo, ERC ha evitado de forma explícita pedir la dimisión de Borràs -se ha expresado de manera similar a Forcadell- porque sabe que tendría un impacto demasiado inasumible por las relaciones con Junts y, sobre todo, por la estabilidad del Govern. Ahora bien, mantiene que están a "la espera" de qué "decisiones y propuestas" plantea la propia afectada, que hoy por hoy descarta dimitir.

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Uno de los principales problemas es que Junts y ERC hacen una aproximación diferente al caso desde el minuto uno. Para Borràs es un ejemplo más de persecución del independentismo, mientras que para ERC no. "Represión y presunta corrupción no es lo mismo", ha insistido Vilalta. Esquerra no irá más allá en sus declaraciones públicas hasta que se certifique oficialmente que se abre el juicio oral. Esto podría ser antes de las vacaciones de verano o ya en septiembre. Un hecho que, sin duda, volverá a poner en un callejón sin salida a la mayoría independentista porque tendrá que decidir qué hace en el Parlament y que tensará de nuevo la coalición. Hasta el punto que, si Esquerra deja caer a Borràs, el entorno a la presidenta del Parlament cree que se tiene que romper el ejecutivo.

Mientras tanto, la oposición ha seguido con el mismo discurso que este fin de semana. El portavoz de los comuns, Joan Mena, ha insistido en pedir la dimisión antes de que tenga que ser suspendida como diputada en aplicación del reglamento: "Pediríamos que nos ahorráramos estas semanas de espectáculo". Y, a su vez, la portavoz socialista, Elia Tortolero, lo ha instado a tomar decisiones para "preservar la institución".