Un libro sobre el abuelo Florenci, el “comodín del público” y un viaje en AVE: las armas de los letrados en el juicio de los Pujol para rebatir la Fiscalía

San Fernando de Henares"¿Qué hago aquí?" "¿De qué me defiendo?" Son dos interrogantes que han planteado dos de los abogados de los empresarios acusados ​​en el juicio a la familia Pujol Ferrusola que resumen la impotencia expresada por el resto de las defensas durante la segunda sesión. Todas ellas han convergido en denunciar reiteradamente vulneraciones del derecho de defensa, del derecho a un proceso con todas las garantías, de la tutela judicial efectiva y del principio acusatorio. Básicamente, creen que los hechos que les han llevado a juicio son inconcretos e indeterminados y que su descripción sólo puede conducir a la exoneración.

A pesar de que no tenían obligación de ir, la jornada ha empezado con la presencia de los siete hijos, de nuevo dispersados ​​en el banquillo de los acusados ​​para evitar una fotografía conjunta, y con la ausencia del expresidente de la Generalitat, que, aunque podía seguir el juicio telemáticamente, ha optado por mantenerse al margen. No volverá a conectarse hasta que le toque declarar –si llega el momento.

El primero en intervenir ha sido Pau Ferrer, abogado de Marta Pujol, Mireia Pujol, Oleguer Pujol y Pere Pujol. Tras reprobar la "inconcreción fáctica" de la acusación, ha entregado al tribunal una edición del libro Banca Catalana: más que un banco, más que una crisis, que recoge el "perfil económico, social y empresarial" de Florenci Pujol Brugat, el padre del expresidente catalán, que creó Banca Catalana en 1959. Es una prueba para demostrar la "verosimilitud" de que la fortuna que la familia tenía en Andorra se originó en sus "actividades e iniciativas empresariales" y llegó a su hijo ya su hijo. Además, ha aportado una publicación del Boletín Oficial del Estado en la que Florenci Pujol aparece en una "extensa lista" de personas "sancionadas o investigadas" por tener dinero en el extranjero.

"No sé, díganmelo"

Posteriormente, arrancó el turno de las defensas de los diez empresarios, que están acusados ​​de los delitos de blanqueo de capitales y de falsificación de documento mercantil y se exponen apenas de dos a cinco años de cárcel. Las quejas de los abogados, con sus acentos personales y casuísticos, se han ido repitiendo. De hecho, tanto es así que al término de todo el presidente del tribunal, José Ricardo de Prada, se ha llegado a quejar de que habían "sentido dieciocho veces la misma cuestión".

"Me pueden explicar de qué me defiendo desde el punto de vista del blanqueo de capitales? ¿Por qué no sé. Díganmelo", ha exhortado José Antonio Choclán, abogado de Ángel Delso, que ha reconocido una "seria dificultad" para entender la acusación. "Si no sabemos cuál es el delito antecedente del de blanqueo y si no se me dice cuál es el documento que ha falsificado, ¿yo qué hago aquí? ¿En qué voy a ocupar mi tiempo? ¿Cómo enfocaré la defensa?", se ha preguntado Luis Jordana de Pozas, abogado de Bernardo Domínguez Cederes.

Carles Monguilod, el abogado de Gustavo Buesa, ha querido recurrir a la experiencia personal para desacreditar los argumentos de la Fiscalía y ha recordado que leyó el escrito de acusación en un viaje en AVE de Barcelona a Madrid: "Llevo 42 años leyendo escritos de acusación. Cuando llegué a Sants de vuelta", todavía no había de regreso. Y, haciendo gala de su riqueza léxica, describió el relato fáctico como "laberíntico, críptico y oscuro", así como "indeterminado, vago, incoherente y contradictorio". Algunos adjetivos se han ido pronunciando insistentemente desde los estratos.

Monguilod no ha sido el único que se ha quejado por hacer frente a la defensa. José María Fuster Fabra, abogado de Josep Mayola, presentó la acusación de blanqueo de capitales como un "comodino del público" cuando "no se sabe qué poner". "Este letrado se ha perdido porque lo que no acaba de entender es como un relato que parece inducir a una especie de tráfico de influencias se convierte en blanqueo de capitales", admitió. Y Ana Bernaola, abogada de Alejandro Guerrero, ha lamentado que en todo el escrito de acusación de la Fiscalía, de más de 200 páginas, la "mención específica" sobre su cliente "se sitúa en dos párrafos".

Una investigación "prospectiva" y contaminada

Más allá de las quejas recurrentes, ha habido otras relacionadas también con la operación Catalunya. Diego Artacho, abogado de Carles Sumarroca y Claverol, ha denunciado que la investigación ha tenido un "evidente carácter prospectivo". Y Óscar Morales, abogado de Ángel Delso, ha expuesto que, pese a que el lápiz USB que aportó el ex-DAO de la policía española Eugenio Pino fue excluido de la causa porque su origen era sospechoso, la policía judicial continuó investigando hechos que "solo podía conocer" a través del pen drive. Por tanto, la "prueba ilícita" no desapareció del todo de la investigación.