Llach impulsa una reforma de los estatutos para arrinconar al sector crítico del ANC
La reforma de los estatutos, impugnada por los disidentes, quiere enterrar la lista cívica
BarcelonaLluís Llach ha dicho lo suficiente. La dirección de la ANC aprobó el último sábado de abril en un pleno extraordinario la modificación parcial de los estatutos y el reglamento de régimen interno de la entidad para impedir que el sector crítico imponga sus tesis y siga poniendo bastones en las ruedas que deben validar los socios en una la entidad durante los últimos mandatos Tanto es así que una decimocuarta de secretarios de la corriente crítica han impugnado el proceso de reforma de los estatutos porque argumentan que lo ha activado el comité permanente sin el aval del secretariado nacional. o apoye una candidatura a las elecciones, tal y como defendía la antigua dirección comandada por Dolors Feliu, y que los socios rechazaron por la mínima. Ante el temor de que la lista cívica vuelva a ponerse sobre la mesa por la parálisis del Proceso, la cúpula quiere que los estatutos impidan a toda costa que la Asamblea pueda presentar batalla electoral. El redactado que se propone, al que ha tenido acceso el ARA, estipula que el ANC se mantendrá independiente respecto a cualquier opción electoral y que, además, "no la impulsará, ni promoverá, ni se implicará y tampoco se presentará ni directa ni indirectamente a ningún tipo de elección".
Con todo, abre la puerta que lo pueda acabar haciendo pero con un recorrido mucho más empinado de lo que se siguió con la lista cívica. En primer lugar, sería necesaria una aprobación de dos tercios de los secretarios nacionales presentes en un pleno, y después deberían ratificarlo los socios a corriente de pago con una consulta en la que sería necesaria una mayoría calificada del 65% de los votos, y no una mayoría simple como ahora. Además, durante la campaña, la dirección debería ofrecer la misma visibilidad a ambas opciones para evitar que se repitiera lo ocurrido con la lista cívica cuando sus detractores denunciaron que no podían hacer campaña por el no. "Hoy la única persona que mantiene el debate de la lista cívica en el seno de la Asamblea es el presidente Lluís Llach. Nadie más habla ni tenemos intención de seguir hablando de ello", denuncian los críticos, que consideran que sólo es "un arma arrojadiza y una excusa para, precisamente, no trabajar por la unidad de la entidad".
Romper la norma de los dos tercios
También se quiere modificar los estatutos para dejar atrás el bloqueo que ha impedido hasta ahora elegir al nuevo secretario que sustituyera a la secretaria que dejó el cargo en diciembre. La propuesta quiere cambiar el punto que establece que un cargo orgánico debe ser elegido con el apoyo de dos tercios de los secretarios nacionales presentes y acordar que, si después de dos votaciones, ningún candidato llega a dos tercios, sea suficiente con la mayoría de los votos. La regla de ambos tercios busca consensuar la elección de los dirigentes de la entidad, pero la guerra abierta entre oficialistas y críticos perpetúa el bloqueo porque la dirección no tiene suficiente apoyo para lograr una mayoría cualificada.
Otro artículo de los estatutos que se quiere modificar es el de la limitación de los secretarios nacionales a dos mandatos para que puedan volver a presentarse siempre que hayan dejado transcurrir el tiempo equivalente a cuatro años, el que duran dos mandatos. Los críticos señalan que no es coherente con la hoja de ruta aprobada, que aboga por el relevo en los liderazgos políticos, y alertan de que se quiere facilitar una pista de aterrizaje a antiguos fundadores del ANC que se han posicionado a favor de Junts. "Si se hace seguidismo de un partido que se ha convertido en autonomista, esto puede comportar que nuestra entidad acabe convertida en un apéndice, en una especie de sectorial de activismo o de la gente mayor del partido", espetan. La fractura interna vuelve a aflorar en la Asamblea.