Lula marca distancias con la OTAN ante Sánchez: "Yo no vendo misiles a Ucrania"
El presidente brasileño, de visita oficial a Madrid, sube el tono contra Occidente por la manera en la que está abordando el conflicto ucraniano
Madrid"Brasil ha vuelto". Bajo esta divisa, el presidente brasileño, Lula da Silva, pretende dar por cerrada la era Bolsonaro y recuperar el protagonismo de su país en el concierto mundial. ¿Cómo? Pues de entrada posicionándose de manera crítica con la manera en la que la OTAN (a la que pertenecen Estados Unidos y la mayoría de miembros de la UE) está abordando el conflicto ucraniano. Lula, que está en Madrid y esta mañana se ha visto con el presidente español, Pedro Sánchez, y después ha comido con el rey Felipe VI, ha sido claro en su comparecencia en la Moncloa. "Nosotros no vendemos misiles a Ucrania", ha dicho dejando entrever que hay intereses económicos para alargar el conflicto. "Esta guerra no tendría que interesar a nadie. Por supuesto que no interesa a Brasil. Y no quiero ni pensar qué puede pasar si se prolonga demasiado", ha concluido.
Lula había rebajado el tono crítico en los últimos días coincidiendo con su viaje a Europa, pero hoy lo ha vuelto a levantar. Junto a un Pedro Sánchez que se mantiene totalmente alineado con las tesis de la OTAN y defiende que cualquier plan de paz pasa por el respeto a las fronteras ucranianas y por escuchar la propuesta del presidente Zelenski, Lula ha reclamado un cambio total de perspectiva. "Nosotros condenamos las violaciones de derechos en Ucrania, pero la guerra se tiene que parar, no sirve de nada decir que tienes razón", ha sentenciado. Es decir, para Lula la prioridad es parar las hostilidades y hacer sentar a los dos contendientes en una mesa de negociación sin líneas rojas, ni siquiera la integridad territorial ucraniana. "Yo no soy nadie para decir si Crimea es rusa o ucraniana", ha respondido cuando se le ha preguntado directamente.
Con este objetivo, Lula ha propuesto la creación de un grupo de países mediadores que puedan hacer este papel diplomático, de momento sin mucho éxito. Otro frente de batalla del líder brasileño es que se cambie la composición del Consejo de Seguridad de la ONU, un vestigio de la Guerra Fría, para incluir a los países emergentes, como Brasil o la India, que ya es el país más poblado del mundo. "Ahora toca que se oiga nuestra voz", ha dicho. A su vez, Sánchez ha quitado hierro a las discrepancias y ha recordado que Brasil siempre ha votado en la ONU en contra de la invasión. "Lo importante es que trabajemos todos por la paz", ha remarcado.
Críticas a Bolsonaro
Desde que asumió el cargo, Lula ha roto el aislacionismo de su predecesor y ha emprendido una ambiciosa agenda diplomática a pesar de sus 77 años. "La política tiene que ser presencial, porque somos seres humanos y en un 90% es química personal", ha dicho, y ha agradecido el recibimiento de las autoridades españolas. "Ya me sentí muy bien recibido por Felipe González en 1982, cuando empezaba en política, y después por José Luis Rodríguez Zapatero", ha recordado. "He ido a Estados Unidos, a Argentina, a Uruguay... No sé si podré visitar todos los países, pero mi mensaje es que Brasil ha vuelto".
Lula ha aprovechado su visita a Madrid para hacer un discurso en clave interna brasileña después del resultado ajustado de las elecciones del octubre pasado, que dejó un país partido en dos mitades y que provocó un asalto de los bolsonaristas a la sede del gobierno, en Brasilia. "Somos el país que produce más proteína animal del mundo y donde 33 millones de personas pasan hambre, un problema que ya habíamos resuelto en mi anterior mandato", se ha quejado. "Pero para aumentar la producción de grano no es necesario talar más árboles. Lo que queremos es convertir la Amazonia en un gran centro de investigación", ha anunciado. Precisamente, el regreso de Brasil a la lucha contra la emergencia climática es uno de los puntos de la visita que más valora la Moncloa.
Por la parte española, Sánchez se ha comprometido a trabajar para que durante la presidencia española de la UE se pueda culminar el acuerdo comercial UE-Mercosur, del que Lula también es presidente en este momento. "Europa necesita aliados, y quién mejor que aquellos con los que compartimos tantos valores", ha subrayado Sánchez. Los próximos 17 y 18 de julio tendrá lugar una cumbre crucial en Bruselas que podría servir para desencallar un acuerdo que Francia bloquea desde hace años.