Manuel Murillo: el fiel oyente de Losantos que quería atentar contra Pedro Sánchez

BarcelonaNostálgico de la dictadura y vinculado a grupos de extrema derecha, Manuel Murillo Sánchez (Rubí, 1956) ya había sido noticia hace tiempo. Hijo del último alcalde franquista de Rubí, Murillo tuvo de joven un palmarés envidiable como atleta de la Unión Atlética Rubí: mejor deportista de Rubí en dos ocasiones, campeón de España de los 100 km durante cuatro años consecutivos y participante en dos campeonatos de Europa y seis copas mundiales. Esta semana ha vuelto a ser noticia, pero no por ninguna gesta deportiva, sino por el juicio que se ha celebrado contra él por haber planeado, presuntamente, atentar contra el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a raíz de la exhumación de los restos de Franco en el Valle de los Caídos. “A Sánchez se lo tiene que cazar como a un ciervo y poner su cabeza en la chimenea”, pregonaba por grupos de WhatsApp como por ejemplo Terrassa por España.

Unas tentaciones magnicidas que cobraban importancia por su afición a las armas -era vigilante de seguridad, frecuentaba el Club de Tiro Olímpico Terrassa y en su casa se encontraron hasta 16 armas de fuego- y que lunes ante el juez él atribuía a dos influencias: la ascendencia que tiene sobre él Federico Jiménez Losantos, de quien dice que lo hace sentir “como un Rambo”, y el consumo excesivo de orujo. Una afición a la bebida que Murillo comparaba con la de los poetas ingleses que “bebían para hacer sus obras”. Una comparación hiperbólica a la altura de alguien que defendió ante el juez no ser un “asesino”, sino un “sentimental” que admira las películas de la Primera Guerra Mundial y las armas de fuego. La Fiscalía, que en este caso no atiende a razones pasionales, le pide dieciocho años de prisión.