Mazón, Moreno, Mañueco: la imagen del PP como partido de gestión se hunde

BarcelonaEl sistema político español hace que la gestión de los servicios que afectan al ciudadano en su día a día dependa casi exclusivamente de las comunidades autónomas. Sin embargo, la paradoja es que el debate público se centre casi exclusivamente en el Congreso de los Diputados y en el gobierno central. Hasta que ocurre algo como la dana o los cribados del cáncer de mama. Es entonces cuando los votantes del PP descubren que no toda la culpa es de Pedro Sánchez.

Y es que el PP concentra casi todo el poder autonómico, lo que quiere decir que la educación y la sanidad del 65% de la población dependen de responsables populares. El punto fuerte del PP siempre ha sido visto como un partido de gestión, y se jactan de ser los que arreglan las cuentas tras la fiesta derrochadora de las izquierdas. Pero mira por dónde que la gestión del PP allí donde gobierna empieza a hacer aguas. No es solo el caso de Mazón, que se ha convertido en un peso muerto que amenaza con hundir a todo el PP, sino que figuras tan destacadas como Juanma Moreno Bonilla, con el caso de los cribados de cáncer de mama, o Alfonso Fernández Mañueco, con el de los incendios, afrontan ahora investigaciones judiciales que les pueden dejar tocados.

En el caso concreto de Mazón no solo está en juego la imagen del PP como partido de gestión, sino la de Alberto Núñez Feijóo como líder capaz de tomar decisiones difíciles y cortar cabezas cuando las circunstancias lo piden. La ofensiva de la prensa conservadora madrileña contra Mazón no se explica por un ataque de responsabilidad democrática, sino porque en la capital empieza a extenderse el pánico a una nueva derrota de Feijóo ante un Sánchez que parece inquebrantable.

El líder gallego necesita llegar a fin de año sin Mazón y con mayoría absoluta en Extremadura si quiere tener alguna posibilidad. Las horas del político alicantino parecen contadas, pero el PP valenciano es una olla a presión en la que lo único que en estos momentos llena auditorios es Francisco Camps. Y María Guardiola se juega todo a cara o cree el 21 de diciembre. O mayoría absoluta o humillación absoluta. No hay promedio. En dos meses, tendremos el desenlace.

Los detalles

La política valenciana vive un momento excepcional no sólo por el cuestionamiento de Carlos Mazón como presidente, sino porque incluso el exponente de la prensa conservadora de la capital del reino, el diario Las Provincias, pide sin tapujos la dimisión del líder popular. Nunca ningún dirigente del PP se había encontrado en una situación similar, abandonado incluso por los más cercanos.

Esta semana se ha hecho viral un vídeo en el que se ve una intervención del concejal de Vox en Sant Boi José Manuel Algarín, vestido con una guerrera militar, camisa caqui con una cruz de Borgoña bordada y una pulsera con la bandera de España. El caso es que la intervención ha causado hilaridad en las redes porque Algarín se traza y no dice nada con un mínimo de sentido.