Las ausencias empañan la llegada de Leonor a la condición de heredera

MadridCuando la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, haga este martes el recorrido hacia el Congreso de los Diputados para la ceremonia de jura de la Constitución coincidiendo por sus 18 años, verá banderolas con su rostro en las principales calles de Madrid, los colores de la enseña española en todas partes y gente vitoreándola. Pero esta burbuja que las autoridades conservadoras madrileñas han preparado a conciencia, no concuerda con la realidad de la España actual, lo que tendrá su reflejo en el Congreso.

Los diputados de Sumar, de ERC, de Junts, del PNV, de EH Bildu y el del BNG, que suman 57, no asistirán. En total serán 54 los ausentes porque sí irá Marta Lois en condición de portavoz de Sumar, Esther Gil como vicepresidenta tercera de la mesa y Yolanda Díaz como vicepresidenta del gobierno español. Son el 16 por ciento de los diputados y el 19 por ciento de los electores del 23-J. Tampoco lo harán los presidentes de Catalunya, Pere Aragonès, ni el lehendakari, Íñigo Urkullu. La situación nada tiene que ver con la que vivió su padre el 30 de enero de 1986. En aquella ocasión, la única ausencia en el hemiciclo fue la del único diputado de Esquerra, Francesc Vicens. Sí acudieron el entonces president, Jordi Pujol, y el lehendakari José Antonio Ardanza.

Rotura del consenso

El consenso monárquico que presidió la Transición empezó a resquebrajarse cuando, a principios de la década de 2010, confluyeron la crisis económica con los escándalos del rey emérito, Juan Carlos I, hasta el punto de que tuvo que abdicar en favor de su hijo Felipe en el 2014. En este contexto coincidirían dos procesos de impugnación del régimen de los 78 paralelos, el movimiento del 15-M, que desembocaría en Podemos, y el proceso soberanista catalán, que certificó el divorcio entre buena parte de la sociedad catalana y el rey Felipe VI, sobre todo a raíz de su discurso del 3-O.

El resultado es la consolidación de un bloque republicano en el Congreso que es clave para la gobernabilidad y que es mayoritario en naciones históricas como Cataluña y Euskadi. Si para Juan Carlos I fue primordial el apoyo del nacionalismo vasco y catalán, además del de la izquierda (incluido el PCE), ni Felipe VI ni su hija pueden contar con ello. Solo la derecha (PP y Vox) y el PSOE (más bien sus dirigentes) se mantienen fieles a la monarquía. Porque las pocas encuestas que han preguntado sobre la monarquía ya han detectado que el electorado socialista está fuertemente dividido al respecto, y en el total de la sociedad española las posiciones republicanas son ya mayoritarias entre los más jóvenes. Por eso la ceremonia de jura de la Constitución de la princesa Leonor es tan importante para la monarquía. Es una oportunidad de oro para reconectar con la sociedad presentando una imagen moderna aprovechando la juventud de la heredera.

Una de las claves para conseguirlo es alejarla en lo posible de la figura de su abuelo, que no asistirá a la ceremonia, como tampoco la reina Sofía.

Ceremonia con honores militares

Sin embargo, lo que este martes se verá por televisión tendrá poco moderno y sí muy tradicional y protocolario. La familia real, con Felipe VI y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía llegarán a las 11 h al Congreso de los Diputados escoltados por el Escuadrón de la Guardia Real, y donde estará formado el Batallón Mixto de Honores. Allí serán recibidos por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Teodoro Esteban López. Desde el podio el rey recibirá honores militares y pasará revista a las tropas.

Al pie de la escalinata del Palacio, donde se habrá instalado un baldaquino que ya fue utilizado en el juramento de Alfonso XIII en 1902, serán recibidos por la presidenta de la cámara, Francina Armengol, y el presidente del Senado , Pedro Rollán, y dentro saludarán al resto de autoridades del Estado, como el presidente del TC y del CGPJ.

Del hemiciclo se han retirado todos los escaños y se han puesto 585 sillas para acoger a diputados y senadores (y disimular las ausencias). La ceremonia se producirá en un estrado que se ha instalado nuevo en la zona de la presidencia de la cámara. Armengol hará un discurso y Leonor hará el juramento que marca el artículo 61.2 de la Constitución sobre el mismo ejemplar que utilizó su padre en 1986. Curiosamente, este artículo marca que la heredera jurará "guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas", es decir, que se reconoce que existen unos derechos colectivos que corresponden a los territorios. Una Constitución que, por cierto, mantiene todavía la preponderancia del hombre sobre la mujer.

La ceremonia se cerrará con un desfile militar en la Carrera de San Jerónimo y después con una comida con 150 invitados en el Palacio Real donde sí estará el rey emérito, el hombre que ha hecho tambalear todo el entramado de la Transición, y donde se impondrá el collar de Carlos III a la princesa.