La nueva hoja de ruta de ERC: insiste en la mesa de diálogo pero plantea buscar "alternativas democráticas"
Los republicanos defienden la "desobediencia política" y "el desbordamiento democrático" sin entrar en detalles
BarcelonaCada dos años aproximadamente Esquerra actualiza su hoja de ruta con una ponencia estratégica que reafirma, reformula o repiensa el camino que tiene que seguir el partido. La última vez fue para el congreso de diciembre del 2019, en que los republicanos enfriaron la defensa de la unilateralidad y abrazaron definitivamente la vía del diálogo. Ahora toca de nuevo fijar la estrategia de cara a la conferencia nacional que el partido celebrará el 12 y el 13 de marzo en L'Hospitalet de Llobregat y las nuevas coordenadas de la formación no constituyen ningún cambio radical. Por un lado, se apuesta sin fisuras por la mesa de diálogo como mecanismo para resolver el conflicto político. "La mejor confrontación democrática es la mesa de negociación", se reafirma ERC. De la otra, conscientes de que la mesa no tiene hoy por hoy garantías de éxito, los republicanos proponen buscar "alternativas democráticas" por si fracasa –a pesar de que no las precisan con mucho detalle–, como ya apuntó el presidente Aragonès en su discurso de Sant Esteve.
Si Esquerra fuera un barco, con esta ponencia se diría que mantiene la proa en dirección al mismo rumbo: "Entendemos la negociación como una herramienta necesaria para construir un espacio de gestión y resolución política de un conflicto político". Los republicanos consideran que la mesa todavía puede dar frutos y reivindican que su mera existencia –impulsada por ERC presionando al PSOE– ya es un éxito porque supone que, por "primera vez", el Estado ha reconocido que existe un "conflicto político". A partir de aquí, los republicanos mantienen el objetivo de conseguir un referéndum y la amnistía, a pesar del veto del gobierno español, puesto que consideran que son las únicas condiciones que permitirán resolver definitivamente el conflicto político. El coordinador de la ponencia ha sido el ex conseller Raül Romeva, que este lunes ha puesto voz al documento: "La mejor manera de resolver un conflicto político es una negociación política". Él es el primero en apuntar que la nueva hoja de ruta es una "actualización y ampliación" del corpus ideológico más reciente del partido. "No cambiamos nada, ni nos desviamos, es una actualización fruto de los aprendizajes", admiten fuentes del partido.
Ahora bien, en 40 páginas de ponencia también se incluye algún asterisco hacia la propia estrategia política. "No somos ingenuos, ni desconocemos la historia", se dice. Por lo tanto, avance o no la mesa de diálogo, el partido aboga para hacer un "trabajos constante para construir alternativas democráticas para afrontar el embate democrático" y concluye que no renunciarán "a ningún instrumento democrático" para llegar a la independencia. Se apuntan dos: la "desobediencia política" y el "desbordamiento democrático para hacer posible el derecho a la autodeterminación", pero no se entra en el detalle.
Una ponencia de estas características es importante por lo que se dice, pero también por lo que no. En el texto presentado no se hace referencias explícitas a la unilateralidad –siguiendo la tendencia de los últimos documentos estratégicos–, y tampoco se fijan horizontes concretos para lograr la independencia. Esquerra ya hace tiempo que excluye los calendarios fijos para sus objetivos, puesto que cree que fue uno de los motivos que hicieron fracasar el último embate en otoño del 2017. Aun así, Romeva ha hablado de la cuestión para afirmar que ERC "no renuncia a ninguna herramienta" para conseguir la independencia, pero que su partido ahora mismo se caracteriza sobre todo por su "determinación negociadora". Una cuestión que sí que continúa omnipresente es la necesidad seguir ganando adeptos en el estado propio: "Ser todavía más y más fuertes y estar más preparados". Es el concepto de ampliar la base que constituye uno de los pilares del partido.
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La ponencia política, que el partido ve más como un GPS con nuevas coordenadas que como una hoja de ruta, también incluye otras muchas cuestiones de futuro más allá de la estrategia política. Una de las más destacadas es la defensa del acceso de ERC a la presidencia de la Generalitat como oportunidad para erigirse en el "buen gobierno" de las "políticas republicanas". Es decir, que otra manera de captar partidarios de la independencia es demostrar que cuando el partido pilota la Generalitat sabe hacer políticas y "demostrar su utilidad".
La ponencia ya se ha enviado a los militantes, que tendrán la posibilidad de presentar enmiendas hasta el 31 de enero. Después se debatirá internamente entre el 12 y el 23 de febrero para analizar qué enmiendas prosperan y cuáles no. Y, finalmente, todo ello se votará en el cónclave que se hará en marzo en La Farga de L'Hospitalet. Este proceso de enmiendas servirá para medir el nivel de aceptación de la nueva hoja de ruta dentro del partido.
- Girona 2011Junqueras acaba de aterrizar en el partido y Catalunya no sabe aún qué es el Procés. La ponencia de aquel congreso en Girona se presenta una independencia vocacional sin concreciones. Se hablaba de una posible "etapa propicia de lucha y movilización" para la independencia en el "medio plazo", pero sin demasiados más detalles.
- L'Hospitalet 2013La unilateralidad irrumpe en los documentos internos del partido en la conferencia nacional que se celebra en L'Hospitalet aquel año. Se defiende que la "mejor vía" es siempre un referéndum acordado, pero ya se contempla por por primera vez la posibilidad de hacer una "declaración de independencia en el Parlament".
- Barcelona 2015A las puertas de las elecciones de septiembre de 2015, aquel congreso es el más unilateralista. En aquella ponencia, ERC asumía que uno de sus papeles en el próximo Gocern sería "asegurar el despliegue de la hoja de ruta unitaria hacia la independencia y, por lo tanto, una declaración y un ejercicio unilaterales".
- L'Hospitalet 2018Es el primer cónclave republicano con presos políticos y exiliados. La proa empieza a girar en dirección al diálogo. "La opción dialogada con el Estado es la preferida y deseada por Esquerra y nos comprometemos a trabajar incansablemente”, dice. Aun así, la ponencia incluye una referencia a la vía unilateral de Kosovo.
- Barcelona 2019El diálogo se impone. En la nueva ponencia la palabra unilateralidad queda diluida y solo se le alude de manera velada. “Habrá que estar atentos a posibles nuevos escenarios que nos permitan transitar hacia la independencia por cualquier camino democrático y pacífico”, se limitaba a decir.