Voces del PSOE contra el pacto de inmigración en Cataluña: "El planteamiento es absolutamente racista"
Compromís se suma a Podemos y son ya seis los diputados que Junts y el PSOE pierden por el pacto de inmigración
MadridEl pacto entre el PSOE y Junts ha perdido, de momento, seis de los votos imprescindibles para que salga adelante en el Congreso (los de Podemos y Compromís, que, sin embargo, se abren a negociar), y ya se han escuchado las primeras voces críticas dentro del propio Partido Socialista. No sorprenden, porque son las de los habituales críticos con Pedro Sánchez. El primero, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, que en un foro organizado por el diario El Español ha mostrado su profundo rechazo a la delegación de las competencias en inmigración en la Generalitat. "Me parece grave que cualquiera en el ámbito progresista, incluido Sumar y Podemos, pueda pensar que es asumible el planteamiento absolutamente racista que hace Puigdemont", apuntó. Aunque el pacto lleva la firma de su partido, Page desea que la ley registrada en el Congreso no salga adelante y que, si lo hace, el gobierno que venga tras la actual "la pueda echar atrás". "Que no me vengan con historias de muros contra el trumpismo y la extrema derecha, cuando se está pactando con la peor", ha insistido.
Y si Page está en contra, otro de los habituales críticos con la dirección del PSOE, el expresidente español Felipe González, también. En el mismo foro, González ha expresado que está "completamente de acuerdo" con Page. La opinión de Page y González probablemente se daba por descontada desde la ejecutiva socialista que, sin embargo, ve cómo se acumulan las dificultades para sacar adelante la ley pactada con Junts.
A los cuatro diputados de Podemos, que ya han dejado claro que, tal y como está formulada, no apoyarán la ley, se han sumado este jueves los de Compromís, que tiene dos parlamentarios integrados dentro del grupo de Sumar en la Cámara Baja. Fuentes de la dirección de Compromís afirman al ARA que hoy por hoy están en el no a la proposición de ley registrada por socialistas y junteros. Aunque les parece bien delegar las competencias en inmigración en la Generalitat, desde la formación valencianista rechazan el marco que establecen los de Carles Puigdemont. En una entrevista este jueves en la Cadena SER, su portavoz en el Congreso, Àgueda Micó, ha advertido que los partidos progresistas "no pueden caer en la trampa de comprar el relato y el discurso de la criminalización de las personas migrantes". Si el PSOE quiere sus dos votos, advierten, tendrá que negociar con ellos cuestiones como el cierre de los centros de internamiento de extranjeros (CIE). La mayoría del gobierno español es tan precaria que los votos de Podemos (4) y Compromís (2) son imprescindibles para aprobar la ley.
"Es un no, pero no es innegociable", dicen las mismas fuentes. Desde Compromís afirman que no tendrán ningún problema en desmarcarse de Sumar si el resto del grupo parlamentario optase por el sí. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, defendió el pacto nada más hacerlo público socialistas y junteros. Ahora bien, a medida que han ido pasando las horas las voces reacias con el acuerdo dentro de Sumar han ido proliferando. Incluso la secretaria de comunicación del partido, Elizabeth Duval, del núcleo duro de Díaz, dijo este miércoles que la exposición de motivos, defendida públicamente por la parte socialista de la coalición, es problemática porque "compra", aunque parcialmente, el marco "nativista" de Aliança Catalana. Sin embargo, Duval no se opuso a la delegación de competencias como tal. El sentido del voto de Sumar, dijo en una entrevista en La Sexta, se verá cuando se aborde el debate en el pleno del Congreso. Fuentes de Sumar sostienen que, sin embargo, existe una mayoría bastante clara a favor.
Sin embargo, otra formación del grupo parlamentario ha evitado garantizar su sí: Más Madrid, que tiene dos diputadas en el Congreso. En declaraciones de los últimos dos días, la portavoz del partido en la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, se mostró crítica con el acuerdo. El martes le consideró una "mala idea" y un "mal precedente". "Puede que derive en una competición entre las comunidades autónomas para ver quién aplica políticas más xenófobas", advirtió. Bergerot insistió ayer en las puertas de la cámara baja que veía "preocupando" un pacto con Junts, una formación que, dijo, "moviliza el voto a través de generar un sentimiento antiinmigratorio". En la misma línea que Podemos, dijo que lo urgente es aprobar la ILP de regularización de extranjeros sin papeles que viven en España.
El requisito del catalán
Mientras, Junts ha insistido en plantear que el catalán sea un requisito para obtener la documentación, pese a que la ley dice que la Generalitat debe aplicar la legislación estatal, en la que no existe esta condición. "La lengua no es un requisito para denegar un permiso, expulsar a una persona o prohibir la entrada en nuestro país", ha afirmado este jueves la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El secretario general de Junts, Jordi Turull, replicó a Saiz que "en todo lo que dependa de Junts" conocer el catalán sí será necesario para obtener los diferentes permisos. El secretario general de la formación ha añadido que la ministra Saiz "no ha estado en todas las reuniones". "La disculpo", ha dicho. Los comunes, que el martes animaron al resto de socios de la mayoría plurinacional a apoyar a la delegación de competencias, advirtieron ayer de que Carles Puigdemont se está "excediendo" con su "interpretación interesada" del acuerdo.
"Esta delegación no va dirigida a Junts, sino al Parlament ya la Generalitat", advirtió Aina Vidal, portavoz adjunta de Sumar y dirigente de los comunes. Pese a mantener que es un acuerdo "positivo", Vidal afirmó que hay que mirar bien la letra pequeña por si hace falta hacer modificaciones por si alguna vez gobiernan los junteros. El líder de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha advertido este jueves a PSOE ya Junts que el acuerdo no los vincula y que si quieren el apoyo de sus cinco diputados, del grupo de Sumar, tendrán que aceptar introducir cambios a través de enmiendas. Maíllo expresó dudas "técnicas, legales e ideológicas", si bien se mostró a favor de descentralizar, y criticó el "delirante relato" que ha hecho Junts sobre el texto en clave "clasista, derechista y reaccionaria" cuando habla de control de fronteras o de la lengua.