De la operación Cataluña a la operación de la Guardia Civil contra Pedro Sánchez
MadridNo hace ni dos meses que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, presumía desde el Congreso de haber limpiado las cloacas del Estado desde donde durante el último gobierno de Mariano Rajoy se había hecho la guerra sucia contra el independentismo, lo que se conoce como operación Catalunya con toda la maniobras que este lunes. el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras. ¿Se han erradicado las prácticas irregulares en las fuerzas de seguridad del Estado? Sánchez. En tiempos de pandemia, Marlaska destituyó al coronel Diego Pérez de los Cobos como jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Madrid por haberse negado a informar de la investigación al entonces delegado del gobierno español, José Manuel Franco.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil también actúa ahora como policía judicial en el caso Ábalos, pero ya ha filtrado, en algunos medios de la derecha, parte del contenido de un informe no terminado que, supuestamente, en los próximos días entregará al Tribunal Supremo. En declaraciones, el jueves en La Sexta, Cerdán dijo: "Quien encuentre al Audi, se lo regalo ante notario". El ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha puesto la mano al fuego por su compañero de filas. cese de Pérez de los Cobos–, es una maniobra de riesgo interceder con ellos. Ante la voluntad del gobierno español de que se investigue quien ha filtrado whatsapps entre Sánchez y el ex ministro José Luis Ábalos publicados por El Mundo, algunos se preguntaban esta semana si Marlaska podía sondear a la UCO si estaba detrás. Si lo hiciera y se supiera, se consideraría un escándalo.
El magistrado del Supremo, Manuel Marchena, acaba de publicar un libro que lleva por título La justicia AMENAZADA [en mayúsculas] y que el miércoles llegará a las librerías. Las primeras sinopsis no apuntan a que el hasta hace poco presidente de la sala penal del Supremo considere que la justicia esté amenazada por asuntos como el espionaje con Pegasus –también durante el gobierno del PSOE– o la operación Catalunya, que por el momento no han tenido consecuencias judiciales. Más bien, deja entrever que el problema es la injerencia política. El primer capítulo, de hecho, se titula "¿La Fiscalía de quién depende? Pues ya está...", recordando esa desafortunada frase de Pedro Sánchez.
Saliendo del hemiciclo, Alberto Núñez Feijóo se topó el miércoles con una niña, hija de una periodista, que llevaba en la mano números de un sorteo para pagarse el viaje escolar. El líder del PP se acercó –frente a su inocencia, que no sabía que estaba hablando con un jefe de la oposición– e bromeó sobre el congreso del PP que, claro, no entendió: "Esta niña será buena buscando compromisarios".
Durante la sesión de control del miércoles, Pedro Sánchez dijo, a raíz de los whatsapps que se habían publicado, que "hoy estamos en el lavadero". Se trasladó después a las conversaciones informales con periodistas. Un miembro del gobierno español, hablando distendidamente de lo que rodea al caso Ábalos, mostró su sorpresa ante el éxito del exministro en el terreno sexual. "No es...", queriendo decir que no es especialmente atractivo.