El orador "excepcional" que defiende Pujol y que nunca recupera sus intervenciones
La intervención del abogado Cristóbal Martell destaca por su expresividad en la primera semana de juicio
BarcelonaEsta semana ha arrancado el juicio a la familia Pujol. En la sala de la Audiencia Nacional entre las intervenciones de las defensas destacó la de un abogado en particular. Se trata de Cristóbal Martell, que se encarga de defender al expresidente Jordi Pujol ya varios de sus hijos, entre ellos Jordi Pujol Ferrusola, el miembro de la familia a quien la Fiscalía pide más años de cárcel.
La exposición de las cuestiones previas que hizo Martell sirvió para introducir muchos temas que el resto de abogados replicaron y detallaron, y le valieron los elogios de los compañeros de profesión presentes en la sala que defienden ante el tribunal otros acusados. Por ejemplo, Fermín Morales, abogado de un empresario andorrano investigado por hacer negocios con el Júnior, calificó de "brillante" su intervención: "Permite pocas matizaciones".
Martell, que ha sido abogado, entre otros, de Messi, Dani Alves y Jonathan Andic, el hijo del fundador de Mango, explica al ARA que se toma su trabajo con mucha "responsabilidad y compromiso". "Al final, hay alguien que ha puesto un problema que sufre en tus manos", retrata. Por eso considera que el oficio requiere "mucha dedicación y trabajo".
Juristas del sector que le conocen desde hace años resaltan su "oratoria excepcional", además de su "importantísima" formación jurídica. "Hay mucha gente que sabe mucho derecho pero no sabe exponer, y este hombre es brutal", relatan. De hecho, esta habilidad destacó durante su intervención del lunes, con gesticulaciones y exclamaciones constantes que construían un discurso mucho más expresivo y pasional respecto a lo que suele verse en las salas judiciales. Sin embargo, el abogado de Pujol reconoce que intenta no escucharse posteriormente: "Me doy mucha vergüenza, no me gusto".
El lunes, en su exposición, Martell se apoyaba en haces de folios, separados por temas en carpetas de colores, una para cada cuestión previa. "Cada carpeta es como un joyero", explica. "En cada una tengo la jurisprudencia y la legislación que apoya cada tema. También unas palabras clave de cada cuestión. Me da seguridad tenerlas cerca, pero tampoco lo sigo mucho". De hecho, aunque iba abriendo y cerrando carpetas, prácticamente no miraba su contenido en ningún momento. La clave para conseguir realizar una buena intervención, tanto en el contenido como en la forma, dice, es conocer la causa al por menor. A partir de ahí, con la confianza que le da esto, lo explica cómo le sale ese día.