Los presos de ETA irrumpen en la negociación de los presupuestos
Sánchez niega rotundamente esta contrapartida a un hipotético apoyo de EH Bildu en el Congreso
MadridMientas el conflicto catalán era el que marcaba la agenda política estatal y la gobernabilidad del Estado, el apoyo de EH Bildu al gobierno de Pedro Sánchez se mantenía en un segundo plano, limitado a letanía de la triple derecha, que se encargaba de criticar periódicamente al presidente español por sus acuerdos con los "herederos de ETA". Recordaban así que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa con el apoyo, entre otros, de los abertzales, que el año pasado también le aprobaron las cuentas estatales. Esta vez la negociación se preveía plácida para los presupuestos del 2022, porque EH Bildu ya había dicho que avalaría su tramitación. Pero el vídeo hecho público este miércoles del líder del partido, Arnaldo Otegi, trasladando a las bases de EH Bildu que el verdadero objetivo de fondo de ser uno de los socios estables de Pedro Sánchez es que los casi 200 presos de ETA salgan a la calle puede haberlos convertido en un socio más incómodo y una piedra en el zapato para el gobierno de coalición.
"Tenemos a a 200 presos dentro, ¿eh? Y tienen que salir de prisión. Si para eso hay que votar los presupuestos, pues los votaremos. Y lo haremos muy tranquilos", dijo Otegi en este acto, tal como ha publicado El Correo. "Esto de sacar a los presos lo tenemos grabado en la frente", continuó. El líder de la izquierda abertzale ponía así al descubierto la estrategia del partido y alimentaba el relato de la derecha, reforzado ayer por informaciones aparecidas en El Confidencialsobre la existencia de un pacto oculto entre EH Bildu y el gobierno español para acercar a los presos y para que acaben saliendo a la calle.
Según este relato, la declaración de Aiete del lunes, en la que Otegi y el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, reconocieron que la violencia en Euskadi no se debería haber producido ni alargado tanto en el tiempo, habría sido solo un paso más en este acuerdo. Una concesión de Bildu aplaudida rápidamente por el PSOE –aunque después la portavoz del ejecutivo español, Isabel Rodríguez, considerara este gesto insuficiente– en la línea de lo que pasó en Catalunya semanas antes de los indultos, cuando la Moncloa reconoció como un paso que ayudaba a avanzar en la reconciliación la carta que el líder de ERC Oriol Junqueras publicó en el ARA, en la que hacía autocrítica de los hechos de octubre de 2017.
Estas palabras han marcado el inicio de la sesión de control en el Congreso, con el líder de la oposición, Pablo Casado, pidiendo al presidente español, Pedro Sánchez, que rompa con EH Bildu y preguntándole si liberará a los presos a cambio del apoyo de los abertzales a los presupuestos. Esta vez el líder del PSOE sí ha respondido al presidente del PP. "Es un no rotundo", ha dicho en relación a la contrapartida de las cuentas. Después el número 2 de la formación conservadora, Teodoro García Egea, ha preguntado a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, si el ejecutivo rompería con EH Bildu, pero no ha respondido.
La derecha ya ha encendido la maquinaria para señalar las negociaciones entre el ejecutivo y la formación abertzale –Ciudadanos y Vox también se han sumado a la ofensiva– y el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha salido al paso para decir los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado continúan trabajando para "aclarar todos los crímenes no aclarados actualmente". "La Guardia Civil y la Policía Nacional no han bajado la guardia", ha destacado en los pasillos del Congreso. Marlaska ha resumido que en los últimos años se han detenido a más de 200 investigados por delitos de terrorismo vinculados a ETA, se han localizado más de 35 zulos, se han requisado 360 armas, más de 900 kilos de explosivos y 6.000 detonadores. "El trabajo del estado de derecho sigue siendo firme hasta el final", ha subrayado.
"Ellos lo saben"
El detonante ha sido el vídeo filtrado a El Correo. "Si no tuviéramos 200 presos no actuaríamos del mismo modo, ni por el forro. Les diríamos: «¿Qué nos dais en el ámbito social y nacional?» Y podríamos apretar, pero tenemos esta necesidad y ellos lo saben, y esto genera problemas. Porque saben cuáles son nuestras necesidades", dice. Otegi también subraya que para aquellos que tienen largas condenas, "solo se puede cambiar la ley". "Tendríamos que obligar a un gobierno como este a introducir un cambio legislativo que favorezca a los presos de ETA, con todo lo que quiere decir esto. Es la madre de todas las batallas", deja claro.
Otegi no descarta que esto pueda llegar a suceder, tal como traslada a los militantes, pero avisa de que hay que seguir apoyando al ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos los dos años que quedan de legislatura y cuatro más. "Necesitamos seis años", destaca. "Tenemos que demostrar a Europa y a la ciudadanía vasca que si este gobierno no es capaz de hacer las cosas de otro modo, si no son capaces de solucionar el tema de los presos, de dar pasos en términos sociales, de dar una solución democrática a la cuestión nacional, la conclusión será clara: no hay ningún gobierno que pueda hacer esto y nosotros tendremos que tomar nuestras decisiones. Pero hace falta tiempo para ello", asegura. Unas palabras que ayer, diez años después del fin de ETA, resucitaron el debate sobre los presos en el Congreso.