"¡Traidores! Que caiga el Govern!": el clamor de los manifestantes en apoyo a Borràs

BarcelonaAl grito de "ERC y CUP, traidores" y "que caiga el Govern", unos 300 manifestantes fieles a Laura Borràs, convocados a través de las redes sociales, se han concentrado este jueves al mediodía ante el Parlament en apoyo a la presidenta de la cámara y en contra de su suspensión. "Nuestra presidenta", clamaban, al mismo tiempo que reclamaban a coro la dimisión del president de la Generalitat, Pere Aragonès. Impertérritos desde antes de las doce del mediodía hasta tocadas las tres, han tirado de cánticos en apoyo a Borràs y del expresident Carles Puigdemont, y no han dudado en abroncar a los diputados de ERC y la CUP que han visto, como por ejemplo Carles Riera, a quien han tildado de "botifler", o la diputada republicana Najat Driouech, que incluso ha recibido insultos racistas: "¡Mora de mierda!", le han gritado algunas personas, según han explicado fuentes de Esquerra a la ACN. Unos hechos que posteriormente han condenado desde Junts.

Evidenciando cierta afonía a medida que han ido pasando las horas, los manifestantes también han acusado de "manipulación" a la "prensa española y catalana" y han increpado a algunos de los periodistas que estaban cubriendo la protesta. Las broncas y algunas salidas de tono solo se han desvanecido cuando Borràs los ha recibido antes y después de su suspensión. Su presencia, junto con la del expresident Torra y varios diputados de Junts, transformaba los reproches en alabanzas y los manifestantes incluso se han aventurado a cantar Els segadors mientras la presidenta abrazaba a conocidos y desconocidos.

Lo mismo pasaba cuando los representantes de JxCat se acercaban para saludar a los asistentes: todo eran cumplidos para los "únicos" que todavía defienden el mandato del 1 de octubre. Y no todo eran personas anónimas. Entre los concentrados había el vicepresidente de la ANC, Jordi Pesarrodona, que en declaraciones al ARA ha dicho que la Asamblea "está junto a Laura Borràs", como "lo estaría junto a cualquier represaliado", y ha lamentado "la actitud de obediencia absoluta" de ERC –partido donde militó– para acabar pidiendo "unidad" a los independentistas. También había una veintena de miembros de Meridiana Resisteix, el grupo de independentistas que ha cortado la avenida Meridiana durante meses, hasta que el conseller Elena decidió no permitirlo más y los envió unos metros más allá, a una plaza. Entre ellos, Fèlix González, que ha criticado a ERC y la CUP por haberse alejado de los objetivos independentistas.

Borràs, que en su declaración una vez suspendida también ha cargado con dureza contra republicanos y cuperos, ha llegado y marchado del Parlament con el sonido del timbre de la cámara, que solo suena para la entrada y salida de la presidenta. Pero si con este detalle se la ha tratado todavía como segunda autoridad de país, también se ha ido con el coche oficial, como habitualmente hacen los presidentes de la cámara en el último día en el cargo. Un último viaje para quien, a pesar de los gritos de apoyo en la Ciutadella, este jueves ha sido suspendida de derechos y deberes.