Peleas internas y gritos vejatorios contra los musulmanes en la exigua marcha españolista
La manifestación en el paseo de Gràcia, con muchos símbolos franquistas y dominada por Vox, pincha con cientos de manifestantes
BarcelonaPeleas, momentos de tensión y violencia por pugnas surrealistas en una manifestación formada fundamentalmente por Vox, que ha hecho algunos cánticos directamente racistas. "Moros no, España no es un zoo" es un estirabot deshumanizador antes sólo reducido a grupúsculos xenófobos marginales. Pero el partido de extrema derecha continúa su in crescendo y le ha cantado a viva voz desde los megafonistas oficiales de la formación y la han repetido los dos cientos de manifestantes que se encontraban tras la pancarta específica de Vox. Todo ello en una marcha deslucida que ha recorrido este domingo el paseo de Gràcia de Barcelona sin fuerza y llena de enfrentamientos internos. Además de Vox, también estaba el PP –con Daniel Sirera y Nacho Martín Blanco– y el que queda de Ciutadans. En total, reunió a 1.200 manifestantes, según la Guardia Urbana, además de dos miles de bailarines ajenos a la marcha.
También han gritado: "Pedro Sánchez, hijo de puta", con la voz clara y diáfana de dos diputados de Vox, Alberto Tarradas y Júlia Calvet. La marcha ha sido un desaguisado. Ha empezado a puñetazos, con empujones, y con la agresión de una de las decenas de manifestantes franquistas que la organización, España y Catalanes, había expulsado por llevar el símbolo del dictador. Esta manifestante se rebeló con violencia y rompió las gafas de un hombre de seguridad. "Aquí estamos hablando en castellano", respondió airada al ARA porque no quería oír nada en catalán. Aún ha habido otro choque, que ha llegado a sus manos cuando una entidad favorable a Tabarnia, que tenía literalmente a cuatro personas tras una pancarta, pretendía encabezar la marcha. Finalmente, pese a los golpes, insultos y estruendos en la pancarta españolista, la entidad ha podido ponerse en primera línea a pesar de que nadie se haya puesto detrás. Enfrente, todo era más desolador ya que, justo detrás de los vehículos de los Mossos, un coche con música patriótica llevaba una gigantesca bandera franquista. Cerca, había un legionario catalán, Miguel, que sirvió a Ceuta y desea "una revancha como la de 1936". Según ha dicho en este diario, "llegará pronto".
Algunas personas con bigote y tricornio, en recuerdo de Tejero, gritos de "Arriba España"y consignas contra la inmigración han marcado una marcha con el máximo protagonismo de Vox. El polémico cura Custodio Ballester también hizo acto de presencia "para defender a España" y comentó al ARA, antes de ser alabado por amplio sector de Vox en la manifestación, que el juicio por islamofobia está yendo "bien". Vox ha querido agradecerle todo su trabajo y durante toda la manifestación ha gritado a favor de la "España cristiana y no musulmana" con el agravante de la comparación al menos en dos momentos diferentes entre los musulmanes y el "zoo", como si fueran animales.
Pese al show, que ha incorporado también el espectáculo de algunos cientos de bailarines latinoamericanos, la marcha ha servido también para escenificar la pugna entre PP y Vox. El líder popular catalán, Alejandro Fernández, ha hecho un breve acto de presencia pero se ha ido a casa poco después de glorificar "las páginas más brillantes de la cultura universal" en referencia a la supuesta conquista, para muchos genocidio, de España en América Latina. El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, arremetió contra la "desnacionalización" de Pedro Sánchez y la "demonización" del PP de Vox. Sí ha permanecido en la marcha el portavoz parlamentario de su formación, Joan Garriga.