¿Por qué el PP no hace escarnio contra el catalán en Europa?
Los populares ponen trabas a la iniciativa, pero evitan hacer ruido político y mantienen una posible negociación en la recámara
BruselasLa oficialidad del catalán en la Unión Europea sigue atascada, pero tanto el gobierno español como el catalán se muestran más optimistas con la iniciativa, que al menos permitiría hablarlo en el Parlamento Europeo. El principal temor era que el PP la hiciera tropezar definitivamente y la convirtiera en uno de sus caballos de batalla electorales contra el ejecutivo de Pedro Sánchez y sus acuerdos con Junts y Esquerra. Pero no ocurrió. Los populares ponen trabas, pero, de momento, evitan hacer ruido contra el uso de las tres lenguas cooficiales del Estado en la Eurocámara y públicamente no hacen una gran propaganda en su contra. ¿Por qué?
Varias fuentes europarlamentarias apuntan al ARA que los populares temen que el ruido político se les gire en contra, sobre todo si la iniciativa acaba fructificando. Cabe recordar que, a pesar de su oposición, bastaría con que el grupo de la Izquierda y los liberales votaran a favor y sumaran al apoyo de los socialdemócratas. Es decir, los conservadores no pueden vetar la medida y, por tanto, no las tienen todas de poder evitar que finalmente se apruebe.
En la misma línea, otra fuente europarlamentaria apunta a que hay una parte del PP que prefiere no oponerse de forma contundente al catalán porque consideran que algunos de sus votantes potenciales no lo acabarían de entender. Sin embargo, hay que recordar que en la legislatura anterior, el grupo popular promovió una misión de investigación de la Eurocámara contra la inmersión lingüística de Cataluña. "Quizá se perderían votos. Seguramente no es tanto el caso de Catalunya o País Vasco, pero quizás en Galicia sí", matiza esta misma fuente.
Más allá de los populares españoles, la presidenta del Parlamento Europeo, la también conservadora Roberta Metsola, tampoco quiere encontrarse en medio de una batalla electoral entre el PP y el PSOE. Además, públicamente prefiere evitar mostrarse favorable o contraria a una medida que potencialmente puede levantar polvareda en Catalunya y en todo el Estado, aunque en privado se decante más bien por el posicionamiento de la familia conservadora, según diversas fuentes europarlamentarias.
Adormir las negociaciones
Todavía existe otro motivo por el que el PP prefiere mantener un perfil bajo. Varias fuentes europarlamentarias explican al ARA que los populares quieren evitar romper por completo los lazos con Junts y el PNV, dos de los principales socios parlamentarios de la Moncloa en el Congreso. Las fuentes apuntan a que se quieren guardar esta bala en la recámara por si algún día necesitan disponer de una contrapartida para convencer a los junteros y los jeltzales en alguna votación importante en la cámara baja y, de este modo, complicar aún más la vida a Sánchez. Por eso, al PP no le interesa dinamitar ni acelerar las negociaciones, sino dormirlas y aguantar ese as bajo la manga lo más tiempo posible.
Sin embargo, fuentes de la dirección de Junts aseguran que los únicos contactos que mantiene con el PP son a través de la portavoz juntera en Madrid, Míriam Nogueras, y solo por cuestiones de tramitaciones parlamentarias, en ningún caso por cuestiones relacionadas con una hipotética moción de censura.
Los liberales tienen la clave
El consejero de Unió Europea y Acció Exterior, Jaume Duch, dijo en una entrevista en Catalunya Ràdio, el pasado septiembre, que confiaba en que habría un acuerdo "en meses o un año". Y, en la misma línea, varias fuentes europarlamentarias indican que no se prevé ningún avance hasta la reunión que realizará el grupo de trabajo de multilingüismo de la Eurocámara el próximo julio. Sin embargo, esto no quiere decir que se apruebe la iniciativa. Entre otras opciones, apuntan que puede que este grupo de trabajo presente una recomendación sobre la medida y que luego pase a la mesa de la Eurocámara, que debería ratificarla y tomar una decisión definitiva.
La clave para decantar la balanza está sobre todo en manos de los liberales. Por un lado, en el grupo de trabajo, hay dos voces a priori contrarias a la iniciativa: el popular valenciano Esteban González Pons y la ultraderechista italiana Antonella Sberna. Y, por otra, el socialista catalán Javi López y otro perfil que se espera que se muestre más bien a favor, Younous Omarjee (l'Esquerra). En medio está el liberal eslovaco Martin Hojsík.
Hay que recordar que en el grupo de los liberales ya no hay Ciudadanos y se ha quedado el PNV. Ahora bien, el aliado natural de los liberales son los conservadores, que es el grupo más numeroso e influyente en la Eurocámara y les está presionando para que, al menos de momento, no den su visto bueno. Sin embargo, fuentes europarlamentarias explican que los miembros del grupo de trabajo, incluido González Pons, evitaron que el liberal Hojsík llevara la medida a la Comisión Jurídica de la Eurocámara para averiguar si debería hacer frente a algún impedimento legal, una decisión que habría permitido tanto a partido como Vox decirle la suya. Otro movimiento del PP que demuestra, según constata una fuente europarlamentaria, que en estos momentos "todo el mundo está interesado en que las negociaciones sean silenciosas".