Helena Solà: "Proponemos una consulta antes de un año para revisar todos los acuerdos con el PSC"

BarcelonaHelena Solà (Barcelona, ​​1976) es la primera mujer que se presenta para liderar ERC. Lo hace bajo el paraguas de la candidatura de Foc Nou y hará tándem con Alfred Bosch, candidato a la secretaría general.

Estuvo a punto de romper el carnet y ahora se presenta para liderar el partido. ¿Qué ha pasado aquí?

— Tuve un desencanto por la inercia del partido, que sufría un bajón electoral sin que se hiciera nada, después llegó el escándalo de los carteles y finalmente la investidura de Isla. Pensé que no había futuro, porque estamos en medio de una pelea entre dos personas muy potentes, dos sectores, los junqueristas y los roviristas. Y aquí tomé la decisión de darme de baja. Pero me convocaron a una reunión en casa de Alfred Bosch y me di cuenta de que no era la única que pensaba lo mismo. Me dio esperanza.

Defienden que ERC sea nítidamente independentista. ¿No lo es ahora?

— Esquerra se ha perdido gestionando el mientras tanto, ha cambiado ese rumbo. Cuando se da la llave de la Generalitat al señor Illa, nos alejamos más de este hito.

Pero hay miembros en su candidatura que votaron sí en Isla.

— Y ahora están arrepentidos. Hay personas que creyeron a los que están al frente del partido cuando dijeron que era un buen acuerdo. Y también personas que creen que el acuerdo es bueno, pero que debe haber una regeneración.

También dicen que si ganan no romperán los pactos con el PSC en el Parlament o en el Congreso. ¿Por qué?

— Esquerra ya ha cumplido con el acuerdo con el Partido Socialista, ya le ha dado la clave de la Generalitat. Romper el pacto ¿qué significa? Que la otra parte, que es la que debe cumplir, no cumpla. Lo que proponemos es realizar una consulta vinculante. Como mucho el 7 de agosto del 2025, un año después del pacto, para preguntar a la militancia si es necesario revisar todos los acuerdos que tenemos con el Partido Socialista.

¿Hay que volver a mirar hacia Junts?

— Si hay una serie de partidos que compartimos el hecho de que somos independentistas, aunque nos cueste, debemos ser capaces de poder llegar a acuerdos, sea con Junts, la CUP, o con partidos que aunque no sean independentistas están a favor hacer un referéndum. Pero también con la ciudadanía, las entidades. La fuerza del 1 de octubre no vino por los partidos políticos, vino de la gente de a pie y tenemos que volver a ilusionar.

¿Por qué Oriol Junqueras no debe liderar el partido?

— Como concejala, he estado 12 años en mi ayuntamiento y creo que fueron demasiados. Lo ideal habrían sido 8. Después de 12 años de haber tenido al frente Oriol Junqueras y Marta Rovira, lo mejor que puede pasar es un cambio, porque es saludable.

¿Está de acuerdo con exdirigentes como Puigcercós, que dice que si Junqueras gana al día siguiente se encontrarán con un partido dividido?

— No sé qué ocurrirá al día siguiente del 30 de noviembre, pero lo que está ocurriendo ahora mismo es muy grave y debemos ser capaces de enderezar la situación.

¿Y por qué no se ha planteado ir con Nueva Izquierda Nacional?

— Reconozco que Nueva Izquierda Nacional han hecho el intento de poner caras nuevas, pero al final la estructura es la misma que nos ha llevado hasta dónde estamos hoy.

¿Pero no ponen más fácil la victoria a Junqueras, yendo por separado?

— No, por el contrario. Nueva Izquierda Nacional representa esta estructura que no ha actuado como esperábamos cuando ha pasado el asunto de los carteles. Debería haberse realizado una comisión de investigación y, si fuera necesario, una auditoría externa. Debemos saber quién lo ideó, ejecutó, quién permitió los pagos a través de Relevance. Hoy no lo sabemos.

¿No confían en los mecanismos internos del partido para resolverlo?

— No nos fiamos de la estructura del partido desde el momento en que esto ha podido ocurrir.

¿Descartan una fusión en segunda vuelta?

— Deberían cambiar muchas cosas.

¿Cuáles?

— Aceptar esta investigación en el ámbito interno, que no puede ser pura cosmética, revisar los pactos con el Partido Socialista... Tenemos una hoja de ruta diferente y deberían venir a nuestro terreno de juego para poder negociar. Tenemos unos objetivos muy claros y seremos inflexibles.

¿Entiendo que descarta una fusión con cualquiera de las candidaturas antes del día 30?

— Está absolutamente descartado.

Imaginémonos que ustedes son los ganadores. ¿Integraría miembros de otras candidaturas?

— Podríamos integrar a miembros de otras candidaturas. Tengo amigos y gente que aprecio mucho y que son muy potentes. Pero personas que, por ejemplo, pueden tener relación directa o indirectamente con la estructura B, no tendrían cabida.

¿Puede que la votación final sea entre Oriol Junqueras y Xavier Godàs, a quien prefiere al frente del partido?

— Es muy complicado. No sé qué votaría.

Usted es una cara nueva, pero va acompañada de Alfred Bosch, exconsejero, que ha sido una cara visible de Esquerra en Barcelona, ​​ex diputado en el Congreso. ¿Cómo casa?

— Ninguno de los miembros de nuestra candidatura ha formado parte de la ejecutiva actual. Cuando hablamos de regeneración, no queremos decir que seamos personas inexpertas.

¿Puede ser un buen secretario general teniendo en cuenta que tuvo que dimitir cuando estaba en la conselleria por no haber actuado lo suficientemente rápido en un caso de acoso sexual?

— Respeto a Alfred porque es de las pocas personas que entendió que tenía una responsabilidad política y, por tanto, dimitió. Él no cometió estos hechos y la persona en cuestión, un asesor que tenía, fue destituido. Entendió que existía una responsabilidad política, a diferencia de la actual dirección, en la que nadie ha dimitido con los hechos tan lamentables que hemos conocido.

Como Nueva Izquierda Nacional, ustedes también son partidarios de que pueda haber alguien dirigiendo el partido y que sea otro candidato a presidir la Generalitat. ¿Tienen algún nombre en la cabeza para ser presidente de la Generalitat?

— No lo hemos pensado. Esta bicefalia es buena y saludable porque muchas veces cuando uno está gobernando es necesaria una mirada externa y de partido.

¿Puede Junqueras ser un buen candidato a la presidencia de la Generalitat?

Lo respeto y admiro mucho. Es un gran político, es una gran persona, pero la gente de a pie, al menos en mi entorno, ha pasado página. Entiendo que es muy doloroso, y lo digo desde la comodidad de todos los que estábamos en el sofá de casa cuando él ha estado en prisión. Es una persona a la que debe cuidarse mucho, como a todas las personas represaliadas. Otra gente que considera que están muy desengañados no solo con Oriol Junqueras sino también con Puigdemont. Son dos liderazgos que en el 1 de octubre fueron muy potentes, pero han formado parte también de esta desafección.

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