La protesta más multitudinaria contra Sánchez y la amnistía reúne a 170.000 personas en Madrid
Feijóo y Abascal participan por separado y el líder de Vox reclama una "respuesta conjunta" con el PP
MadridCon la amnistía ya registrada en el Congreso y con Pedro Sánchez investido presidente del gobierno español, el españolismo ha salido de nuevo a la calle un fin de semana más en la protesta más multitudinaria hecha hasta ahora. 170.000 personas se han concentrado en la plaza de Cibeles de Madrid, según la Delegación del gobierno español, más del doble que el pasado domingo en la Puerta del Sol. Se han ondeado banderas españolas y de la Unión Europea, y los manifestantes han llamado a Sánchez y Puigdemont "en prisión", así como a los habituales insultos al líder socialista -desde "traidor" hasta "hijo de puta" y " mentiroso"–, además de un nuevo lema: "Sánchez, me gusta la fruta", a raíz de las polémicas palabras de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
En declaraciones a los medios antes del acto, Abascal ha hecho una petición al líder del PP. Le pidió una reunión para "coordinar la respuesta institucional" ante el "golpe" que considera que está dando Sánchez y que avisa de que se "consumará" con la ley de amnistía, que entró el lunes en el registro de la cámara baja. Uno de los escenarios que quiere explorar Abascal es cómo detenerla en el Senado. Según el líder de Vox es el momento de "intentar todo lo posible" y ha insistido en pedir al PP, que tiene mayoría absoluta, que impida tramitarla. "Además, debemos asumir riesgos personales", aseveró. La ultraderecha intenta empujar cada vez más a los populares y trata de marcarle el paso con nuevas propuestas, que cada vez van un poco más allá.
Feijóo, que confirmó la asistencia a esta concentración después de que la anterior protesta promovida por varias entidades en la plaza Colón de hace tres fines de semana –donde participó Vox pero no el PP– reuniera a 100.000 personas, no ha hablado de esta petición de Abascal. El líder de los populares ha exigido a Sánchez que "no levante muros" entre españoles y ha alertado de que "las alarmas de la democracia están encendidas". Feijóo volvió a denunciar la "humillación" de la amnistía y avisó de que su partido no dejará de "denunciar" los "atropellos" del PSOE y los independentistas.
Tanto el PP como Vox han secundado la convocatoria, promovida por un centenar de entidades, que elevan la cifra de asistentes a cerca de un millón de personas. Ahora bien, por mucho que los líderes de la derecha y la ultraderecha, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal hayan asistido, lo han hecho por separado, evitando de nuevo una foto conjunta. Ninguno de los dos ha intervenido en los parlamentos en el escenario, pero mientras que el presidente de Vox les ha seguido desde primera fila, dentro del perímetro de seguridad de la organización, Feijóo lo ha hecho unos metros más lejos, acompañado de algunos de sus varones y de miembros del partido. Han estado a punto de cruzarse cuando ya se marchaban, pero han evitado un saludo. Mientras abandonaban la concentración, por la misma calle ya pocos metros de distancia, se confundían los gritos de "presidente" de los manifestantes dirigidos a uno u otro. "Abascal, quiero una foto contigo", decía un manifestante, que se ha decepcionado cuando ha visto que se había acercado al círculo que rodeaba a Feijóo.
En el escenario, representantes de entidades como la presidenta de ¡Se ha Acabado!, Julia Calvet, y el escritor Fernando Savater han elevado el tono de la crítica a Sánchez. Los manifestantes respondían a las intervenciones con cánticos nacionalistas, como "España una y no 51", "Que no nos engañen, Catalunya es España" o "Esta batalla la ganaremos". Quien no se ha perdido la concentración desde debajo del escenario ha sido el exdirigente del PP de Madrid Esperanza Aguirre, quien también protagonizó una de las primeras protestas en Ferraz llamando a cortar el tráfico. Ha asistido, además, el líder de Cs en Catalunya, Carlos Carrizosa. También se ha llevado un recuerdo a Aleix Vidal-Quadras, aplaudido en la distancia por los manifestantes después de haber recibido un disparo en cuya cara ya se está recuperando. Anoche volvió a escribir en X por primera vez después de la agresión.
Una vez dada por terminada la concentración, parte de los manifestantes han decidido continuar la protesta en la calle Ferraz y han cortado la Gran Vía en dirección a la sede estatal del PSOE, escenario de protestas diarias desde hace más de dos semanas. La de anoche, sin embargo, ya solo reunió a un millar de personas, cada día con un perfil más radical y minoritario. Un grupo de varios cientos no ha tenido suficiente con la protesta en Cibeles ni con la de la calle Ferraz y han intentado llegar al Palacio de la Moncloa. La Policía Nacional les ha cerrado el paso en medio de la carretera A-6, cortada en dirección a la residencia de Pedro Sánchez.