El PSOE y Junts llevan su relación al límite
Los junteros se plantean retirar el apoyo a Pedro Sánchez en las próximas semanas
BarcelonaLa última vez que Jordi Turull explicitó un "así no podemos seguir" fue el 29 de agosto de 2022 y lo hizo en relación a su acuerdo de gobierno con Esquerra. Tras ello, Junts decidió salir del ejecutivo y pasó a la oposición en el Parlament. Esta semana Turull ha utilizado la misma frase para referirse al pacto con el PSOE: "O existen resultados disruptivos o así no podemos seguir". En una entrevista en La mañana de Catalunya Ràdio, asumió que en las "próximas semanas" tendrán que tomar una decisión sobre el apoyo a Pedro Sánchez.
Este otoño hará dos años que PSOE y Junts sellaron en Bruselas el acuerdo de investidura. En este tiempo su relación ha estado marcada por un toma y daca constante, hasta el punto de que esta semana ha caído uno de los proyectos estrella de los junteros, como es el traspaso de competencias en inmigración, que ha fracasado por la negativa de Podemos. Por ahora, los de Carles Puigdemont no han salido a cargar contra el PSOE —critican el partido de Ione Belarra—, pero la relación se encuentra en un callejón sin salida. Junts cree que no ha podido exhibir ningún triunfo del pacto con Sánchez, en un contexto de bajada en las encuestas y de competencia con Aliança Catalana.
"Tienen este otoño para hacer algo", aseguran fuentes de Junts sobre los socialistas, y asumen que les retirarán el apoyo si las cosas no cambian. En el PSOE no acaban de creerse la amenaza y fuentes de la Moncloa comentan que no ven "diferencias" en la posición de los de Carles Puigdemont respecto al primer día que empezó la legislatura. Ahora bien, sí admiten incertidumbre respecto al rumbo que emprenderá Junts cuando la amnistía pueda aplicarse efectivamente al expresidente catalán.informa Ot Serra.
Los acuerdos pendientes
El acuerdo de Bruselas no contenía cuestiones concretas, sino que establecía un método de negociación con un mediador internacional. En este marco de relación, la idea era que ambas partes pudieran exponer soluciones para "resolver el conflicto" entre Catalunya y el resto del Estado. Los contenidos a negociar giraban en torno a dos grandes ámbitos: la "superación de los déficits y limitaciones del autogobierno" y el "reconocimiento nacional" de Catalunya. En este punto, el acuerdo explicitaba que Junts defendería un referendo de autodeterminación y una nueva financiación que permitiera la "cesión del 100% de los tributos que se pagan en Catalunya" a la Generalitat. También mencionaba la amnistía, la participación "directa" de Cataluña en instituciones de la Unión Europea y cambios legales para combatir el lawfare si se concluía que había habido en las comisiones de investigación en marcha en el Congreso (como la de la operación Catalunya y el 17-A).
De ello, se ha aprobado la ley de amnistía, se ha intentado que el catalán sea oficial en la UE y se ha acordado un traspaso de competencias de inmigración que ha fracasado en el Congreso. Las tres cosas han descarrilado por terceros: el Tribunal Supremo se opone a aplicar la norma en Puigdemont, varios países europeos como Alemania se oponen a la oficialidad de la lengua y Podemos ha rechazado a la delegación en inmigración.
Ahora bien, a lo largo de estos dos años, Junts también ha llegado a pactos más concretos con el PSOE: hay pendientes y otros que se han cumplido parcialmente. Acordaron la "publicación inmediata de los datos oficiales para calcular las balanzas fiscales"; la supresión del artículo 43 bis de la ley de enjuiciamiento civil porque creían que "amenazaba" la aplicación de la amnistía; situar el IVA del aceite en el 0%; o la "reforma de la ley de sociedades de capital para revertir el real decreto del PP de 2017" por el retorno de la sede de empresas a Catalunya.
De todo ello, sí se reformó la ley de enjuiciamiento civil y el IVA del aceite fue del 0% tres meses el año pasado —ahora está en el 4%—. Los datos para calcular las balanzas fiscales fueron publicados por parte del gobierno español, pero la Generalitat gobernada por el PSC no lo ha hecho todavía. Fuentes del ejecutivo aseguran que lo tiene previsto cuando presente los presupuestos del próximo año, aún sin fecha. En cuanto a las empresas, algunas, como el Banc Sabadell, han vuelto sin necesitar el cambio legal pactado por Junts.
Lo que sí ha cumplido el PSOE es retirar el independentismo como "terrorista" de los informes anuales que realiza Europol (aunque se sigue considerando "extremista y violento") y el reparto de menores no acompañados: Junts acordó una cifra menor para Catalunya que el resto de las autonomías y se está llevando, poco a poco, a la práctica.
La otra cuestión que quedó en el aire fue la reunión Sánchez-Puigdemont. El 14 de diciembre de 2023, Turull anunció que "se reunirían próximamente" para hablar "como es debido" del conflicto, pero hoy todavía no se ha producido. "Quizá ya hace tarde", ha dicho Turull este viernes en el Café de ideas de La 2. En relación con este canal, Junts también pactó que se emitiera en catalán en Catalunya —hasta el 50% a finales del 2025— pero todavía no se ha puesto en marcha: la fecha prevista de inauguración del 11 de septiembre se pospuso al 13 de octubre.
Fecha clave: debate de política general
Existe una fecha clave que puede contribuir a arreglar o empeorar aún más la relación Junts-PSOE y es el debate de política general en el Parlamento. Los juntarías ponen en la ecuación el rol del presidente, Salvador Illa, y presentarán resoluciones para que el PSC asuma el llamado acuerdo de Bruselas con el PSOE. "Tiene un relato contradictorio con el que firmamos", consideran fuentes de Junts sobre Illa. Desde que trasladaron su malestar al expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero -el interlocutor de los socialistas en las reuniones con el mediador desde la caída de Santos Cerdán-, reconocen que Isla ha realizado dos gestos relevantes. El primero, la reunión con el expresidente en el exilio -aunque desde el entorno del presidente socialista niegan que tenga que ver con la situación en Madrid- y decir que "no habrá normalidad en Catalunya si Puigdemont no puede volver".
¿Qué hará en este contexto el PSC? Hasta ahora los socialistas han expresado sintonía con el pacto que Junts hizo con el PSOE, pero está por ver qué presenta Junts exactamente. Si el PSC vota en contra, los junteros pretenden responsabilizar a Isla también de su hipotética ruptura con el gobierno español.
Cómo romper
En las últimas reuniones que han mantenido con Zapatero, Junts ya le ha transmitido que la amenaza de romper es real. De hecho, tumbaron propuestas relevantes como la reducción de jornada laboral o la agencia anticorrupción. La ruptura definitiva consistiría en pasar a la oposición, puesto que descartan una moción de censura con PP y Vox.
Una decisión así, fuentes de Junts admiten que tiene sus riesgos —¿qué harían si el gobierno español lleva una medida social o relacionada con Catalunya?—, pero aseguran estar dispuestos al "coste". Lo que no quiere Junts es que el día que Pedro Sánchez ponga punto y final a la legislatura, ellos se queden con el zurrón casi vacío sin haber hecho ningún gesto antes, teniendo en cuenta que en los últimos años la principal crítica a ERC era su apoyo al PSOE "a cambio de nada".