Puigdemont reclama una mediación y el fin de la judicialización para negociar la investidura
El expresidente reclama un "acuerdo histórico" para resolver el conflicto si se quiere evitar la repetición electoral
BarcelonaAbandono de la acción judicial contra el independentismo, reconocer la "legitimidad democrática" del independentismo y una mediación entre las partes antes de que acabe el plazo para la convocatoria automática de las elecciones españolas. Estas son las "condiciones previas" que ha puesto el expresidente Carles Puigdemont este martes en Bruselas para iniciar cualquier negociación con el PSOE o el PP. Una negociación que, ha dejado claro, debe atacar el problema de "fondo": "Con la amnistía no se resolverá el problema de fondo, lo determinante es el reconocimiento nacional de Catalunya y el derecho a la autodeterminación".
De este modo, Puigdemont ha dejado claro que Junts no encarará una negociación "para salvar" la legislatura española -"no hemos aguantado la posición todos estos años por eso", ha dicho- sino que ha instado a los dos grandes partidos estatales a poner en marcha , si quieren, un proceso "histórico" para resolver el problema catalán: "Un compromiso como ningún régimen español ha sido capaz de realizar desde el Decreto de Nueva Planta". En este sentido, ha reclamado un referendo acordado con el Estado, el único que puede -según él- sustituir el resultado del 1-O. "No existen impedimentos constitucionales para realizar el referéndum", aseveró, mostrándose convencido de que se podía articular a través del artículo 92 de la Constitución que regula las consultas referendarias.
La reunión con Díaz
La conferencia del expresidente, en cualquier caso, ha llegado tras un movimiento clave: la reunión con la vicepresidenta española y líder de Sumar, Yolanda Díaz. Se trata del primer reconocimiento a un miembro del gobierno español en el exilio y, en concreto, en la figura de Puigdemont. Un paso que desde Junts consideraban imprescindible para poder entablar la negociación. El pacto de un mismo comunicado tras el encuentro indica ya que fue un buen inicio para el diálogo: "Estamos abiertos a explorar todas las soluciones democráticas para desbloquear el conflicto político".
De esta manera, Puigdemont y Díaz allanan el terreno para iniciar la negociación para la investidura. Desde Junts consideran que el gesto de la líder de Sumar es relevante –ya que implica el reconocimiento del expresidente como un actor político–, pero también advierten de que no es suficiente. Es decir, que la negociación deben tenerla con los socialistas y con Pedro Sánchez, que es quien debe comprar las condiciones de Junts para ser investido.
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