Quim Torra y Laura Borràs, contra la mesa del diálogo

El ex presidente cree que no se tendría que "producir" y la presidenta del Parlament la tilda de "simulacro"

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Tuesta  y Borràs en el cine Lido de Prades en la 53a edición de la Universidad  Catalana de Verano

PradesEl tono de las críticas de diferentes figuras del entorno JxCat no para de aumentar a medida que se acerca el segundo encuentro de la mesa de diálogo entre la Generalitat y la Moncloa. Este jueves por la mañana, en la Universitat Catalana d'Estiu (UCE) de Prades, ha sido la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que casi la ha dado por amortizada, la ha tildado de "simulacro" y se ha mostrado muy escéptica sobre los frutos que pueda dar. A su lado estaba el ex presidente de la Generalitat Quim Torra que ha ido un paso más allá y directamente ha dicho que "no se tendría que producir" ni la reunión de septiembre ni ninguna otra.

De hecho, desde el mismo 2 de enero de 2020, cuando el consejo nacional de ERC validó el acuerdo con el PSOE que recogía la creación de la mesa de diálogo entre gobiernos, el entonces presidente Torra ya se mostró crítico. Aun así, participó en el primer y hasta ahora único encuentro con el ejecutivo estatal -en febrero de 2020- e incluso reclamó que se reactivara el mecanismo cuando el gobierno español decidió congelarlo cuando estalló la pandemia.

Más adelante, también cargarían contra este instrumento de negociación Carles Puigdemont, Elsa Artadi o Jordi Puigneró, como también lo han hecho en los últimos días Jordi Turull y Josep Rull y, en el marco de la UCE, Joaquim Forn. Este jueves se les ha añadido Borràs, que ha dicho que no habría que esperar dos años "para ver si la mesa de diálogo tiene sentido" y que el independentismo no puede estar todo este tiempo "mareando la perdiz". También sobre esto, Torra ha asegurado que marcar la agenda a largo plazo es un "regalo" para el Estado para que se "normalice la situación de dependencia con España" y "dé la sensación de cierto acabamiento del conflicto" entre la Generalitat y Madrid.

Además, han coincidido en criticar "la situación de debilidad" en la que el Govern se presentará a la mesa de diálogo. La presidenta del Parlament ha remarcado que no se tendría que dialogar con el Estado, sino negociar y, en este sentido, ha advertido al jefe del Govern, Pere Aragonès, que el ejecutivo catalán tiene "el derecho a negociar infraestructuras y competencias", pero también "el deber de de negociar cómo se avanza hacia la independencia". Más contundente que Borràs, Torra ha dicho que "Catalunya no está en condiciones de asistir a una mesa donde no se sabe cuál es la metodología ni qué se negociará" y que, en todo caso, si se sienta con el Estado solo se lo ha de dejar escoger entre dos opciones: "O se negocia un referéndum o se proclama la independencia". Además, el ex presidente de la Generalitat ha lamentado que el independentismo vaya dando palos de ciego y no siga ningún tipo de estrategia. Ahora bien, más allá de apostar por proclamar la República y defender el territorio, tampoco ha concretado cómo el independentismo lo podría hacer efectivo. "La respuesta no la tiene nadie, no sabemos hacia dónde vamos", ha admitido.

Borràs también ha aprovechado el acto, en el que se ha hecho un recorrido por la historia de las instituciones catalanas, para criticar el papel "penoso" del ex presidente del Parlament Roger Torrent. Ha tildado su rol de "profiláctico" y "de inconsistencia institucional" por evitar celebrar el debate de investidura de Puigdemont y retirar el acta de diputado al ex presidente Torra. Aun así, ha recordado que Torrent no ha podido esquivar la represión del estado español.

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