Proceso

Illa certifica la amnistía política y Puigdemont pide la judicial: "La situación no es de normalidad"

Ambos dirigentes se han encontrado en Bruselas pendientes de la amnistía y con los presupuestos catalanes y del Estado en el horizonte

BruselasLa tercera es la buena. Tras viajar dos veces como presidente de la Generalitat hasta Bruselas, Salvador Illa ha decidido finalmente reunirse con Carles Puigdemont en la Delegación de la Generalitat de la capital belga este martes, en una imagen que certifica la amnistía política del líder socialista en el expresidente de la Generalitat. "Ahora toca", anunció el dirigente socialista reformulando una expresión asociada al imaginario convergente. Así, se llevó a cabo el encuentro entre Isla y Puigdemont, que duró una hora y media, en pleno inicio del nuevo curso político. El presidente de la Generalitat ha querido poner una nueva palada de tierra sobre el ataúd del Proceso y empezar una nueva etapa a las puertas de que se abra la negociación de presupuestos, tanto en Barcelona como en Madrid, y mientras la amnistía sigue pendiente de aplicarse por completo. Pese al aval del Tribunal Constitucional, la judicatura española sigue bloqueando la aplicación de la ley acordada entre los partidos independentistas y Pedro Sánchez.

La visita ha sido exprés. Isla ha ido y ha vuelto de Bruselas este mismo martes. De hecho, el dirigente socialista ha evitado pisar la Casa de la República de Waterloo y el encuentro se ha celebrado en la sede de la Delegación de la Generalidad de la capital belga. El jefe de protocolo de Isla ha recibido al expresidente en el exilio a la entrada del edificio oficial del barrio de las instituciones europeas, y juntos han subido hasta el segundo piso, donde le esperaba el presidente de la Generalitat. Allí se han tomado la foto del apretón de manos. El espacio era pequeño y estaba lleno de periodistas, también de internacionales, y no se ha visto bandera alguna; ni la catalana, ni la española, ni la europea. Ambos estaban sonrientes, si bien ante las cámaras sólo intercambiaron un par de palabras sobre las cuatro gotas que empezaron a caer justo al inicio del encuentro. El resto fue todo a puerta cerrada y no hicieron declaraciones a posteriori. Al terminar, los dos dirigentes se han ido por separado –primero Puigdemont, e Isla después–, sin decir nada a la prensa.

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Al cabo de un rato, Illa ha publicado un tuit en el que ha repetido el mensaje que había lanzado antes del encuentro: lo ha enmarcado en la ronda de contactos que ha hecho con todos los expresidentes de la Generalitat. "El diálogo es el motor de la democracia para que Catalunya siga avanzando. Hoy damos un buen ejemplo". Pese a agradecer "la amabilidad y la conversación" con Isla, Puigdemont lamentó que la reunión no se haya celebrado antes y que no se haya podido realizar en Catalunya, insistiendo, así, en que se le aplique la amnistía judicial. "Hoy ha vuelto a quedar claro que no vivimos en situación de normalidad", pió.

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Tras el encuentro, Isla sólo ha visitado la inauguración de la exposición sobre el monasterio de Montserrat en el Parlamento Europeo que ha organizado el Partido Popular español. De hecho, los populares han querido dejar claro en un comunicado que el acto no lo ha organizado la Generalitat. Isla no ha participado, pero se ha sentado en primera fila. Los anteriores viajes a Bruselas de Isla se habían alargado dos o tres días, aprovechando para concertar varias reuniones. Entonces Junts le pedía insistentemente un encuentro con Puigdemont en el marco de la ronda de contactos con el resto de expresidentes de la Generalitat, pero lo había evitado hasta ahora, cuando el dirigente del PSC se ha desplazado hasta la capital belga sólo para ver a Puigdemont.

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El momento lo vale. Los caminos de Puigdemont e Illa han discurrido por vías opuestas desde el 2017: el año del 1-O el líder de Junts emprendió el camino del exilio mientras el primer secretario del PSC se manifestaba en Barcelona en contra, precisamente, de ese referendo. Ocho años después, el PSC ha recuperado la presidencia de la Generalitat y Junts juega un papel determinante tanto en Barcelona como en Madrid. Ambas partes aseguran que el apretón de manos de este martes no está vinculado con las negociaciones de los presupuestos catalanes y del Estado. Ahora bien, tal y como admiten fuentes de la Moncloa, es evidente que este gesto "ayuda" a mejorar las relaciones entre el PSOE y Junts, y la vicepresidenta primera del gobierno español, María Jesús Montero, ha reivindicado el encuentro como "buen para el diálogo" y ha asegurado que "va en la línea de seguir ganando confianza mutua". Sea como fuere, Junts tendrá este miércoles por la mañana la reunión de la ejecutiva y la permanente del partido en Waterloo para dar el pistoletazo de salida a un nuevo curso político en el que la dirección juntera tendrá que decidir hasta dónde presiona a Madrid, con las cuentas en el horizonte y múltiples acuerdos por cumplir, así como su papel en la legislatura catalana.

Las reuniones con Díaz y Cerdán

A la espera de si acaba llegando la fotografía de una reunión entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont, hasta ahora el líder de Junts sólo se ha encontrado con la vicepresidenta Yolanda Díaz, con el ex número 3 del PSOE Santos Cerdán y, este martes, con Isla. Sin embargo, la consellera de Territorio y portavoz del Govern, Silvia Paneque, negó que el encuentro entre el presidente de la Generalitat y el líder de Junts siga la "instrucción" o la "injerencia y sugerencia" del ejecutivo español. "El momento lo ha elegido el presidente", ha afirmado en rueda de prensa Paneque, quien ha recordado que llega en el momento en que el Tribunal Constitucional ha avalado la ley de amnistía.

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En cambio, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha asegurado que "todo" lo que hace Isla es "en clave del PSOE", pero ha dicho en una entrevista en TV3 que un encuentro entre Puigdemont y Sánchez sería "importante", ya que serviría para hacer una "amnistía política" para el expresidente. "Sería una forma de decir: aunque haya jueces que no quieren aplicar la amnistía, nosotros hacemos una amnistía política de reconocimiento del presidente Puigdemont como actor de primera fila", ha dicho Turull. Por el contrario, el dirigente juntero ha querido enfriar las expectativas sobre el apoyo de Junts a los presupuestos del Estado, ha criticado la falta de ejecución presupuestaria asignada a Catalunya que se arrastra de hace años y ha advertido a Sánchez de que "antes de sentarse a negociar deben acreditar que han cumplido los presupuestos vigentes".

El abad de Montserrat se reúne con Puigdemont

Antes del encuentro Isla Puigdemont, el expresidente de la Generalitat ha recibido en Waterloo la visita del padre abad de Montserrat, Manel Gasch, que había viajado hasta Bélgica por la inauguración de la exposición sobre el milenario del monasterio en el Parlamento Europeo. En un tuit, Puigdemont ha dicho que ha sido un "honor" haber conversado con Gasch "de los valores humanistas y cristianos que han hecho de Montserrat el referente de tantas generaciones" y, además, de "la lengua catalana y de Catalunya". Precisamente en el acto de inauguración de la exposición, Gasch también ha reivindicado el uso del catalán. "Es un idioma que forma parte de la identidad de la Unión Europea", recordó.