Sánchez allana el terreno de la amnistía: "Es el momento de la política y la generosidad"

MadridSea o no su opción preferida, es la única viable para Felipe V: el rey ha encargado este martes a Pedro Sánchez que intente la investidura de la mano de las formaciones independentistas. Es el planteamiento que le ha trasladado el líder del PSOE: puede articular una mayoría de hasta 179 diputados con Sumar, los partidos soberanistas catalanes, vascos y gallego, y Coalición Canaria. Exactamente, seis años después de ese discurso en el que el rey avaló la represión contra el 1-O, designa al líder del PSOE para que forme gobierno, un reto que implica pactar una amnistía que beneficiaría a los organizadores del referéndum. "Es el momento de la política y la generosidad", manifestó Sánchez tras recibir el encargo.

El ya candidato allanó el terreno de la amnistía en su comparecencia en la Moncloa, justo después de que la presidenta del Congreso Francina Armengol, comunicara formalmente la propuesta del rey. "Mi propósito será continuar con esta hoja de ruta que tiene como norte la convivencia y la concordia", ha dicho, tras considerar que su apuesta por los indultos fue "acertada" porque se ha constatado, ha dicho, que ha tenido "efectos beneficiosos" porque ahora España es un país "más unido y más fuerte" que hace seis años. La apuesta por el "reencuentro" es lo que le ha llevado a rechazar de nuevo el referéndum de autodeterminación que plantean Junts y ERC: "Es contrario a mi palabra y mi acción".

¿Los acuerdos, al Tribunal Constitucional?

Una de las claves de las negociaciones será cómo pueden acercar posiciones el PSOE y los independentistas en esta cuestión. Sin embargo, la amnistía parece más encauzada. Sánchez no quiso pronunciar la palabra, pero insistió en gobernar con "generosidad y liderazgo" y en continuar el camino iniciado con los indultos. Ha habido una respuesta que puede haber delatado sus intenciones: tras reiterar que las negociaciones se llevarán con discreción, ha dicho que los acuerdos serán "transparentes y conocidos", que deberá refrendarlos el poder legislativo, y ha augurado que, "seguro, porque ha pasado en la anterior legislatura, incluso el Tribunal Constitucional tendrá que pronunciarse". Precisamente, desde hace semanas se ha abierto un debate jurídico sobre la constitucionalidad de la amnistía.

Sin embargo, el candidato a la investidura nada adelantará hasta que se haya reunido con los grupos parlamentarios. Este miércoles pondrá en marcha una ronda de contactos con Yolanda Díaz, líder de Sumar, llamado a ser el socio minoritario de la coalición. Salvo con Vox, Sánchez tendrá encuentros con el resto de portavoces, incluidos los de ERC, Junts y EH Bildu, en la que será una imagen inédita del presidente español en funciones con representantes de la formación aberzale. El candidato ha asegurado ser consciente de la dificultad de las negociaciones, por lo que quiere iniciarlas inmediatamente, si bien no quiere ponerse una soga en el cuello fijando una fecha para el pleno de investidura.

"Quiero recordar que ahora los tempos están muy marcados. Hay hasta el 27 de noviembre para poder hacer posible esta investidura", ha dicho la presidenta del Congreso, Francina Armengol, preguntada al respecto. Armengol ha avanzado que primero quiere "escuchar qué propuesta hace el candidato" en cuanto a fijar un calendario por el debate de investidura. La presidenta de la cámara baja ha valorado que "lo importante" es que Sánchez se presente a una investidura cuando "la situación esté suficientemente madura", en referencia a la negociación con las diferentes fuerzas políticas.

El objetivo del PSOE ya no es sólo sacar adelante la investidura de Sánchez, sino buscar un pacto de legislatura. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha explicado en su rueda de prensa posterior al consejo de ministros que la aprobación de los presupuestos del Estado forma parte del paquete de las negociaciones para la investidura. "Contamos que pueda haber cuentas nuevas en 2024", anotó Montero, que incidió en la idea de garantizar una gobernabilidad de cuatro años.

Feijóo critica una "mayoría negativa" de Sánchez

La otra cara de la moneda es Alberto Núñez Feijóo, quien la semana pasada fracasó en el encargo del rey de intentar formar gobierno. El debate sobre su investidura le sirvió para consolidarse como líder del PP y jefe de la oposición, y este lunes cargó contra la "presunta mayoría negativa" que aspira a aglutinar a Sánchez para ser investido. "Negativa a la alternativa del partido que ha ganado las elecciones, negativa a la Constitución y al estado de derecho en España", ha destacado en rueda de prensa en el Congreso.

El presidente del PP da prácticamente por hechos los acuerdos con el partido de Yolanda Díaz y ERC y cree que sólo está en entredicho Junts. "Sánchez es un actor de reparto de una obra que dirige Carles Puigdemont", aseguró. Feijóo ha remarcado que "respeta" la decisión del monarca, y fuentes del partido también avanzan que aceptará reunirse con Sánchez por su sentido de la institucionalidad aunque no esté dispuesto a apoyarle. El nuevo candidato a la investidura tampoco le solicitará los votos.