Los socios salvan a Sánchez pero le reclaman que cumpla

Madrid"Cuestión de confianza superada". Así resumían fuentes del gobierno español la crucial comparecencia de Pedro Sánchez de este miércoles en el Congreso a raíz del caso Cerdán, el escándalo de corrupción que puede propiciar que el gobierno español no llegue al 2027. La Moncloa sabía que se jugaba el futuro de la legislatura en este debate, sobre todo por la presión que le pudieran poner. A cambio, el jefe del ejecutivo del Estado se ha comprometido a cumplir los acuerdos y ha anunciado un plan de medidas contra la corrupción. Con la excepción de Coalición Canaria, ninguno de ellos le ha exigido que se someta a una cuestión de confianza de verdad, pese a que el jefe del ejecutivo del Estado no ha resuelto todas las incógnitas que todavía existen en torno a la corrupción que salpica al PSOE. Ahora bien, Sánchez tampoco tiene una mayoría consolidada –Podemos ya está situado en un marco electoral– y la prueba de fuego será cuando empiecen a llegar importantes votaciones al Congreso.

"Tengo una profunda sensación de decepción conmigo mismo y con gente en la que nunca debería haber confiado. Pero también tengo la seguridad de ser un político limpio y el orgullo de quien lidera un partido ejemplar –aseguró Sánchez–. Sé que es más difícil creer que no creer" Santos Cerdán podían estar inmersos". Con una pincelada rápida, Sánchez ha resumido su relación con sus dos exsecretarios de organización en el PSOE y ha revelado que en noviembre del 2024 convocó a Cerdán en la Moncloa cuando aparecieron los primeros rumores sobre su presunta participación en el caso Koldo. "Lo desmintió todo. Que eran acusaciones infundadas. Le creí porque creía conocer la vida sencilla que llevaba en Madrid, también en su pueblo en Navarra, y le había visto trabajar sin ninguna muestra de lo contrario", ha explicado.

Han quedado muchas preguntas sin responder, como por ejemplo si destituyó a Ábalos en el verano del 2021 porque tenía indicios sobre él, pero Sánchez lo ha sorteado, para disgusto de algunos partidos como el PNV y Podemos. El líder socialista se limitó a pedir disculpas y reconoció que se planteó dimitir o convocar elecciones. "Lo más fácil sería tirar la toalla, pero no hacemos lo fácil, sino lo correcto. Continuaremos sacando adelante, siempre adelante", ha subrayado. "Aspiro a recuperar la confianza de los grupos que han ido apoyando la legislatura. Estaré a la altura, satisfaré aspiraciones de regeneración y cumpliré los compromisos que tengo con ellos", ha prometido.

Díaz: "Sé que usted es honrado"

Pese a la muerte de su padre este martes, la vicepresidenta segunda del gobierno español, Yolanda Díaz, quiso intervenir en nombre de Sumar y, enseguida, dio oxígeno a Sánchez. "Sé que usted es honrado, pero la ciudadanía está angustiada por la corrupción y para que gobiernen las derechas. Hoy subo a la tribuna en nombre de mi padre, que no quisiera que gobernaran las derechas", ha subrayado la ministra de Trabajo, que ha pedido también un impulso en la agenda social, a lo que el presidente español se ha conocido. De momento, Sánchez también puede contar con ERC mientras el caso Cerdán no se haga mayor. Si implicase directamente al PSOE o se descubriera la complicidad del presidente, reclamarían elecciones. "Llegará un punto que su permanencia no frenará a la derecha ni a la extrema derecha, sino que supondrá que cuando entre lo haga para siempre. Y por ahí no pasaremos", le ha advertido.

Por parte de Junts, Míriam Nogueras tampoco ha anunciado ninguna rotura con el PSOE, pese a la insistencia de que su partido "no forma parte de ningún bloque" y de que Sánchez "está en prórroga". La portavoz de la formación independentista le ha exigido el cumplimiento del pacto de investidura y, en dos ocasiones, el presidente español ha anotado que el "conflicto político" entre Catalunya y el Estado no ha acabado con la amnistía -asumiendo así el relato de Junts-, en una clara corrección al discurso del ministro de Justicia, Félix Bolaños, que la semana tipo de punto final. "Es el inicio del camino", matizó Sánchez.

Las formaciones vascas tampoco han roto las cartas, aunque el PNV sí advirtió de que las explicaciones de Sánchez eran insuficientes. Su portavoz, Maribel Vaquero, ha exigido a Sánchez que dé detalles suficientes para "encapsular" el caso Cerdán y dejar claro que se limita a las tres personas señaladas y, posteriormente, "construya una propuesta en torno a una mayoría para continuar la legislatura". "Si no, tiene tres alternativas: una cuestión de confianza, dimitir o convocar elecciones". "No va del todo desnudo, pero sí con una hoja de pámpulo", añadió. Desde EH Bildu, Mertxe Aizpurua reconoció que la situación es "sumamente delicada", pero mostró más preocupación por el hecho de que una hipotética caída de este gobierno provoque la entrada de las fuerzas "reaccionarias y recentralizadoras". En el fondo, los socios quieren que continúe la legislatura y fuentes de la Moncloa les agradecen la "generosidad".

Feijóo: "Ya no ríe tanto"

A la derecha, Alberto Núñez Feijóo hizo honor al renovado PP y llevó los ataques hasta el extremo, lo que conllevó una dura réplica de Sánchez en la que repasó el historial corrupto del partido conservador. "¿Recuerda las carcajadas? se burló del líder del PP por haber dicho "no soy presidente porque no quiero". pusieron manos a la obra, pusieron las manos a las obras. No vino a limpiar nada, sino a ensuciarlo todo", le reprochó.

Los exabruptos de Feijóo y los puentes rotos entre el PP y el PNV han resultado agua bendita para Sánchez, que "sale mejor que ha entrado" en el debate, según su entorno. "Es de esos que falla a portería vacía", sostiene un ministro en referencia al líder conservador. clave en el Congreso, prueba de la fragilidad de un presidente que se mantiene con la respiración asistida de unos socios que, en el fondo, siguen haciendo bueno el espantajo de un gobierno del PP y Vox.