Política

Sánchez perfila el nuevo gobierno después de tomar posesión ante Felipe VI

Se compromete a "guardar y hacer guardar" la Constitución junto a un monarca más serio que en otras ocasiones

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BarcelonaPedro Sánchez ha cerrado este viernes el ciclo de la investidura que le ha abierto las puertas de un tercer mandato en la Moncloa. El líder socialista ha prometido el cargo de presidente ante la Constitución en un acto con el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela, a donde ha llegado tras ser investido el jueves con una mayoría absoluta de 179 votos. Es el último acto protocolario antes de abrir la carpeta de la composición del consejo de ministros. Con la plana mayor de las autoridades del Estado presentes, Sánchez ha tomado posesión oficial del cargo. El BOE de este viernes, de hecho, ya recoge su investidura como nuevo jefe del ejecutivo español.

El nuevo presidente se ha presentado ante el rey tras una sesión en el Congreso marcada por la polarización y por los reproches de la derecha y la extrema derecha a los socialistas por sus pactos con el independentismo y, en particular, por la futura ley de amnistía. En la Zarzuela las caras eran largas. También lo fueron este jueves cuando la presidenta del Congreso, Francina Armengol, se desplazó al palacio a comunicar al monarca el resultado de la investidura, tal y como marca el protocolo.

Felipe VI ha sonreído brevemente instantes antes de las fotografías de familia, pero después ha vuelto a su posado serio. La expresión del monarca ha sido muy comentada en las redes sociales, en medio del malestar con la Corona escenificado por la derecha en las protestas en Ferraz. "Los Borbones, a los tiburones" y "Felip VI, detenlo" son algunos de los cánticos que han situado al rey en el punto de mira de un espacio ideológico donde tradicionalmente la monarquía no encontraba más que aliados. El nuevo mantra de quienes reprochan al rey su inacción es pedirle que no sancione la ley de amnistía. El color elegido por todos los participantes, de negro, ha añadido aún más gravedad al acto.

Foto de familia en la promesa de la Constitución.

La ceremonia en el Palacio de la Zarzuela duró unos escasos dos minutos y tuvo lugar en el Salón de Audiencias. Es la tercera vez que Sánchez pasa, después de hacerlo en junio de 2018 y enero de 2020. Como en esas dos ocasiones, en la sala no había símbolos religiosos. Fue uno de los cambios que la casa real puso en marcha cuando Felipe VI llegó al cargo y, de hecho, Sánchez fue el primer presidente investido en estrenarlos.

El presidente español ha prometido la Constitución con la mano sobre un ejemplar de la carta magna apoyado sobre una almohada en una mesa: "Prometo por mi conciencia y mi honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de presidente del gobierno con lealtad al rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del consejo de ministros", ha dicho, incorporando el femenino a la fórmula en castellano.

El acto ha contado con la asistencia de las máximas autoridades del Estado : estaban Armengol; el presidente del Senado, Pedro Rollán, y la ministra de Justicia en funciones, Pilar Llop, así como el presidente del Consejo General del Poder Judicial por suplencia, Vicente Guilarte, y el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, en el que están puestos todos los ojos para el futuro aval constitucional (o no) a la ley de amnistía.

Se buscan ministros

Ahora se abre la carpeta del nuevo gobierno, cuya composición marcará el perfil y las prioridades del nuevo gobierno. Ante una legislatura que la derecha ha prometido complicar, Sánchez prepara un consejo de ministros con un fuerte perfil político. El líder del PSOE busca a ministros con cintura, pero también capaces de despachar con eficiencia los ataques de PP y Vox. Por ahora solo hay dos personas con cartera asegurada: Pedro Sánchez y ahora vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz. La expectación sigue a la espera de que el equipo de Sánchez concrete cuándo llegará el anuncio.

Se espera una revolución en el consejo de ministros, aunque fuentes socialistas apuntan la continuidad de algunos nombres que han acompañado a Sánchez en el último tramo de la legislatura (como Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, y Pilar Alegría, titular de Educación) y nombres que han estado con el líder socialista en la Moncloa desde el principio (como María Jesús Montero, ministra de Hacienda, y Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica). En cuanto a Sumar, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, podría liderar el ministerio de Cultura con el ahora concejal de Barcelona en Comú Jordi Martí como mano derecha desde la secretaría de estado, a pesar de que le encara concejal el Ayuntamiento de Barcelona niega en redondo al ARA esta posibilidad.

Las rivalidades entre Sumar y Podemos se han vuelto a poner de manifiesto con ocasión del reparto de sillas en la coalición. Yolanda Díaz ha ofrecido al partido lila tener un ministerio. Pero la oferta llevaba nombre y apellido: tenía que liderarla el secretario de Derechos Sociales y secretario de economía de Podemos, Nacho Álvarez, que ha sido el negociador de Sumar con el PSOE y es una persona muy cercana a Díaz . Ione Belarra ha rechazado de lleno la propuesta, alegando que es Podemos quien decide quiénes son sus ministros.

La enésima crisis entre ambas formaciones, que ahora comparten grupo en el Congreso, podría decantar la balanza hacia una rotura que el miércoles ya daba por sentada nada menos que el fundador de Podemos, Pablo Iglesias. En cualquier caso, quien está descartado que repita es la hasta ahora ministra de Igualdad, Irene Montero, quien ya quedó fuera de las listas de Sumar tras la polémica ley del sólo sí es sí. Sin embargo, Podemos insiste en que debe continuar en la cartera de Igualdad.

Juntos y el PNV trabajan con las comisiones

Mientras, la derecha no afloja y sigue la ofensiva contra Sánchez. Si Alberto Núñez Feijóo (PP) le acusó de "corrupción política" durante la investidura, este viernes el expresidente Mariano Rajoy ha subido la apuesta: en un desayuno informativo ha asegurado que Sánchez está promoviendo un "proyecto de mutación constitucional" , un argumento más cerca de los términos con los que Vox cargó contra los socialistas que de los de Feijóo. Rajoy ha llamado a la "resistencia cívica" contra el nuevo gobierno, alineándose así con el expresidente José María Aznar.

En la bancada de sus socios, tanto ERC como Junts ya han avisado a Sánchez de que deberá cumplir los pactos si quiere continuar en la Moncloa. Los republicanos ya le advertían en el pleno de investidura de que serán exigentes "desde el minuto 0" con el traspaso de Cercanías, la amnistía y la negociación para resolver el conflicto político. Junts demostró durante el debate que no harán un voto de confianza a Sánchez y este viernes ya ha registrado conjuntamente con el PNV las solicitudes para crear dos comisiones de investigación, una sobre la operación Catalunya y otra sobre los atentados del 17-A. En el marco del pacto con el PSOE para la mesa del Congreso, Junts pactó el impulso de esta segunda comisión.

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