El silencio incómodo de Susana Díaz sobre los indultos a los presos
Elude el tema en la campaña de las primarias del PSOE-A
MadridEl próximo domingo la política española tiene tres citas importantes: Podemos comienza una nueva etapa con el anuncio de la nueva dirección que pondrá fin a la era de Pablo Iglesias, la triple derecha se cita de nuevo en la plaza Colón de Madrid para manifestarse contra los indultos y Pedro Sánchez confía en que llegue finalmente el momento de destronar a Susana Díaz al frente del PSOE andaluz con la celebración de las primarias para escoger candidato si se avanzan las elecciones autonómicas. La última cita no es una más para el presidente español, y supondrá la primera piedra para el congreso socialista que se celebrará en Valencia en octubre, en el que planea remodelar el partido.
Por eso si una cosa había dejado clara hasta ahora Ferraz es que el consejo de ministros se esperaría al 13 de junio para decidir sobre el indulto a los presos políticos. No quería que interfiriera con la campaña de las primarias y dar munición a la expresidenta andaluza en la batalla contra el candidato oficialista, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, a quien apoya de forma velada el gobierno español. Pero Díaz ha acabado poniendo las cosas fáciles a Sánchez, una demostración más de hasta qué punto el presidente español controla ahora mismo el aparato socialista. La expresidenta andaluza, derrotada en 2017 en las primarias del PSOE después de maquinar el golpe a Ferraz, no ha parado hasta ahora de echar pelotas fuera cada vez que le preguntan por los indultos durante la campaña. Tres cuartos de lo mismo ha hecho Espadas, y ha evitado que el tema se convirtiera en un elemento de confrontación, a pesar de que el PSOE-A considera que buena parte de la militancia está en contra de la medida de gracia. Desde que Sánchez está en la Moncloa, Díaz ha rebajado la confrontación con Ferraz, lejos de las posiciones de barones socialistas como el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y el manchego, Emiliano García-Page, con mayoría absoluta.
La convocatoria de la manifestación de la triple derecha en Colón el mismo 13 de junio también ha complicado el discurso de Díaz. Cuestionar las decisiones del gobierno español, como la de los indultos, podría interpretarse como una deslealtad ante el presidente español. Por un lado, fuentes de su equipo admiten que el indulto no gusta a gran parte de la militancia del PSOE-A, pero por el otro apuntan a que criticar el indulto se podría entender como un acercamiento al PP, Vox y Cs. Justamente la derecha busca que Díaz se moje sobre este asunto y el jueves se votará en el Parlamento andaluz una proposición no de ley de los populares y Cs en la que se rechaza la medida de gracia. Pero sobre el tema, Díaz insiste en que “es una competencia del gobierno [español], que es quien tiene que meditar y decidir”. Quien sí se mojó este domingo fue el expresidente andaluz Manuel Chaves, para cerrar filas con Sánchez. En un artículo en el Diario de Sevilla dijo que el indulto “abre el camino a la política”, después de subrayar la sólida mayoría independentista en Catalunya, y que traslada “firmeza y seguridad en el marco de la Constitución”.
Las esperanzas de Ferraz
En total, 46.527 militantes socialistas andaluces están llamados a votar en las primarias, a las que se presenta un tercer candidato, Luis Ángel Hierro -un profesor universitario que ya concurrió a las primarias estatales del PSOE de 2011 que ganó Alfredo Pérez Rubalcaba-. Ferraz tiene la firme esperanza de que gane Espadas para reducir el poder de Díaz, que en campaña se ha presentado como una víctima del aparato -una estrategia similar a la de Sánchez en 2018-, y algunos ministros socialistas no dudan en criticarla en privado: algunos la tildan de “lianta”, otros la comparan con Isabel Díaz Ayuso. Pero, a pesar de la presión, Díaz no ha pulsado el botón rojo de hacer campaña contra el indulto.