El terreno de juego de los partidos a un año de las municipales
Los retos de las formaciones en unos comicios en que ERC, PSC y Junts se disputan el primer lugar
Cuando falta poco más de un año para las elecciones municipales, los partidos trabajan en la preparación de una cita clave para calibrar las mayorías en el conjunto del país. Con Barcelona como batalla principal, ERC, el PSC y Junts aspiran a disputarse el primer lugar mientras los comuns se afanan en mantener la capital. Todo ello, con la incógnita que tendrá el auge de Vox y la irrupción de plataformas localistas.
ERC: Repetir victoria en Catalunya y superar el disgusto de Barcelona
En las próximas elecciones municipales, ERC persigue consolidar la doble victoria del 2019, cuando ganó tanto en el conjunto de Catalunya como Barcelona. Esta vez, sin embargo, con una gran diferencia, y es que el triunfo en la capital catalana sea suficientemente amplio para no acabar viendo como la alcaldía se esfuma con una alianza como la que hubo ahora hace cuatro años entre Ada Colau y Manuel Valls. Para conseguir los objetivos, Esquerra cuenta con dos aliados principales: un ciclo electoral al alza que le ha dado la presidencia de la Generalitat y un partido musculado que da muestras de haber resistido bien el viraje hacia la estrategia del diálogo. También se encontrará, sin embargo, numerosos obstáculos. El más evidente, que se enfrentará a un PSC mucho más reforzado que el del 2019, que quiere seguir creciendo a expensas del declive de Ciutadans. Unos socialistas, además, a quien ERC aspira a disputarlos la hegemonía en el área Metropolitana de Barcelona y hacerlo con candidatos tan mediáticos como el portavoz republicano en Madrid, Gabriel Rufián, como jefe de filas en Santa Coloma de Gramenet, una candidatura todavía por cerrar. Esquerra ya hace semanas que está empezando a proclamar candidatos apostando por el continuismo en plazas clave como Lleida (Miquel Pueyo) y Tarragona (Pau Ricomà). Pronto llegará el turno de Barcelona (Ernest Maragall). El 7 de mayo habrá un encuentro municipalista que activará la cuenta atrás hacia la cita electoral.
JxCat: No perder alcaldes del PDECat y disputar el triunfo a ERC y PSC
Junts empezó a preparar las elecciones municipales con un primer reto: evitar la fuga de votos al PDECat que se produjo en las elecciones del 14 de febrero. Descartada una coalición a escala nacional con el Partido Demócrata, el plan fue intentar fichar uno por uno los alcaldes del PDECat que no dieron el paso al partido de Carles Puigdemont en 2020 o, al menos, llegar a un acuerdo que les permita sumar en las diputaciones y en los consejos comarcales. De este trabajo se han encargado Jordi Sànchez y David Saldoni, que, según fuentes del partido, han “encarrilado” acuerdos con la mayoría de alcaldes o jefes de filas del Partido Demócrata -con la excepción, entre otros, de Mollerussa-. En el resto de municipios, Junts ya han puesto en marcha la elección de alcaldables con el pistoletazo de salida de Elsa Artadi en Barcelona. Con una organización territorial todavía en formación, la esperanza de Junts es hacer un buen resultado en el territorio para disputar la primera posición a ERC y el PSC. Ahora bien, son conscientes de la derrota en el área metropolitana el 2019 -no tienen regidores en L'Hospitalet de Llobregat, Cornellà ni Santa Coloma de Gramenet-, y que en Barcelona, según el último barómetro municipal, se sitúan detrás los comuns, ERC y el PSC. Con una dificultad de última hora: un congreso en junio para renovar la dirección que puede volver a tensar las costuras internas del partido.
PSC: Crecer en el territorio para apuntalar la alternativa a la Generalitat
El PSC confía en la vigencia del efecto Illa que el 14-F les dio la victoria en las catalanas para arrebatar a ERC la primera posición en votos en las municipales. El triple objetivo del partido, que ve en las urnas del 2023 una primera parada en la carrera para llegar a la Generalitat, es ganar en Barcelona, consolidar posiciones en los feudos metropolitanos y, sobre todo, crecer en la Catalunya interior, territorio hostil para los socialistas durante los años más intensos del Procés. El partido hace dos años que trabaja candidaturas en las comarcas de Lleida, Girona y las Terres de l'Ebre, donde detecta una cotización más alta de la marca PSC. La previsión es pasar de las 526 listas del 2019 a más de 600 el 2023 y presentar papeleta en todos los municipios de más de 1.000 habitantes. Mejorar la implantación territorial, apuntan desde el partido, es clave para aspirar a gobernar Catalunya. Además de Barcelona, los hitos importantes pasan por volver a los gobiernos del resto de capitales de demarcación, mantener la alcaldía de Badalona y recuperar Terrassa, donde hace tres años el ex PSC Jordi Ballart acabó con 40 años de poder socialista en la ciudad. Convencidos de que ni las investigaciones judiciales en L'Hospitalet y Cornellà ni el auge de Vox les pasarán factura, los socialistas prevén más entendimiento postelectoral con ERC y Junts, ya practicado después de los últimos comicios. Pactos en clave local que, aun así, contribuyen a romper bloques, el gran obstáculo de Illa para acceder a la presidencia.
CUP: Mantener la tendencia al alza para recuperar la representación en Barcelona o Lleida
Después de desembarcar en el Congreso con dos diputados y de pasar de 4 a 9 representantes en el Parlament, la CUP confía en mantenerse al alza en los comicios locales como fuerza eminentemente municipalista. Los cupaires pretenden remontar el vuelo después de sufrir un descenso generalizado en todo el país hace cuatro años a costa de ERC y bajar de los 385 regidores que tenían a 337. Un descalabro inesperado porque hasta entonces la formación anticapitalista siempre había ido creciendo respecto a las anteriores elecciones municipales gracias al trabajo de hormiga en el territorio del que siempre presume. El objetivo ahora es recuperar la representación en Barcelona y en Lleida, pero también en ciudades del área metropolitana de la capital como L'Hospitalet, Santa Coloma de Gramenet o Terrassa. También mantener las alcaldías que ostenta, como la de Berga, donde Montserrat Venturós dejó el cargo por depresión a medio mandato.
PP: La carta de Badalona para evitar la marginalidad
Una vez más, la principal esperanza del PP en las próximas elecciones municipales en Catalunya está en Badalona, donde Xavier García Albiol volverá a intentar recuperar la alcaldía de la cuarta ciudad del país. Con todo el resto de grupos unidos en su contra, el objetivo del polémico dirigente popular es una mayoría absoluta que hasta ahora no ha conseguido nunca. Badalona, pues, será la gran batalla de un PP que quiere salir de la marginalidad que tiene ahora en el territorio, con solo una alcaldía: Pontons.
Vox: Liderar la derecha
Vox fue el gran vencedor de las elecciones en Castilla y León. La extrema derecha ya gobierna, y en Catalunya ya tiene más diputados que Cs y el PP juntos. El partido quiere consolidarse como principal formación a la derecha del unionismo, aunque no lo tiene tan fácil como podría parecer. Vox tiene una escasa implantación territorial -en Barcelona cuenta con más de dos mil afiliados, pero solo unos 500 en el resto del país, según apunta un dirigente-. El partido espera entrar en varios ayuntamientos, pero sobre todo en el de Barcelona, donde el actual portavoz del partido en el Parlament, Joan Garriga, suena como posible jefe de lista.
Comuns: Retener la alcaldía de Barcelona
Cada vez son más las voces en los comunes que tienen dudas sobre si conseguirán retener la alcaldía de Barcelona en las elecciones municipales. Aun así, competirán para intentarlo hasta el final. Por eso confían que Ada Colau se vuelva a presentar. Es la única carta del partido para mantenerse en el poder: no en balde los morados exigieron al presidente Pere Aragonès el apoyo de ERC a las cuentas de la alcaldesa a cambio de facilitar la tramitación de los presupuestos del Govern en el Parlament. El éxito de su emprendimiento dependerá en parte, advierten algunas voces internas, de quienes sean sus contrincantes: en la formación hay expectación para saber si habrá cambios en los liderazgos de ERC y PSC, dos formaciones que además ven como posibles aliados después de los comicios. Mientras tanto, Podem pide paso para culminar las candidaturas conjuntas con los comuns en el resto de Catalunya después del pacto de no agresión al que llegaron en septiembre. Este proceso se está retardando a la espera de que la líder del espacio en el Estado, Yolanda Díaz, arranque las conversaciones sobre su plataforma. La pausa inquieta algunos cuadros internos.
CS: Evitar el número 0
Cs prepara las municipales con más previsión de lo que lo había hecho jamás, admite un dirigente. Después del 14-F, Carlos Carrizosa empezó una ronda de encuentros con regidores para intentar recoser la unidad. A finales de febrero hicieron una convención para las municipales, y después de Semana Santa empezarán a anunciar jefes de lista. La aspiración: evitar los 0 regidores allí donde ahora tienen representación - tienen 214 en todo Catalunya-, especialmente en el área metropolitana y Barcelona. Las perspectivas no son esperanzadoras, hasta el punto que el portavoz estatal, Edmundo Bal, ya no cierra la puerta a acuerdos con el PP de cara a las municipales.
La prueba del nueve de los partidos localistas
Empujados por el éxito de movimientos como Teruel Existe o Soria Ya, los partidos localistas afrontarán su prueba del nueve en las municipales del 2023. También en Catalunya, donde varios alcaldes y regidores ya se han unido bajo un mismo paraguas para articular candidaturas localistas en el Penedès y en el Pla de Lleida. Muchos de los integrantes de estas plataformas provienen del PDECat, que después de la ruptura con Junts per Catalunya y la desaparición en el Parlamento habrá quedado disgregado en varias nuevas siglas, como Centrem, con la exconsellera Àngels Chacón detrás.