CRÓNICA

Vuelve el Sánchez de siempre (y Feijóo se equivoca de nuevo)

El presidente español defiende la honorabilidad de su mujer en una sesión con aroma electoral

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece a petición propia ante el pleno del Congreso

MadridSi alguien esperaba algún cambio en el Congreso tras los cinco días de reflexión que Pedro Sánchez se tomó para decidir si seguía en la Moncloa ante la admisión a trámite de una causa contra su esposa, iba equivocado. El Sánchez de siempre ha reaparecido hoy en el Congreso. Y enfrente tuvo un Alberto Núñez Feijóo que, para no perder la costumbre, volvió a tener un lapsus. El líder socialista ha ido a por todas contra PP y Vox en una comparecencia donde ha mezclado el reconocimiento de Palestina y el caso de su mujer, la economía con la "máquina del barro" que, a su juicio, está ensuciando el debate público en España. En la réplica ha avanzado que el debate sobre la regeneración democrática y las fake news se abordará después de las europeas del 9 de junio. Pero vayamos a palmos.

Sánchez ha empezado su discurso pidiendo convertir la sesión en un "punto y aparte en la crispación", pero lo cierto es que no ha tardado ni un minuto, después de hacer el anuncio sobre Palestina, en atacar al PP recordando el apoyo de Aznar a la Guerra de Irak y lamentar tener "una oposición cada vez más ultraderechista". "Sé que su objetivo es romperme, pero están listos", ha dicho desafiando a la bancada de la derecha. "Mi mujer es una profesional honesta, seria y responsable. Y mi gobierno es un gobierno limpio", ha afirmado en medio del abucheo de los populares.

En un discurso de aroma claramente electoral, Sánchez se ha lanzado a sacar pecho de los éxitos de su administración, entre los que haber "roto la mayoría independentista que nos condujo a la crisis institucional de 2017 por la impericia de Rajoy y también la policía patriótica que durante años corrompió y ensució la política española".

Alberto Núñez Feijóo también sigue siendo el mismo que antes de la misiva de Sánchez. Incluso ha aumentado un grado su agro y la animadversión contra Sánchez. "Nos toma por tontos", "Deje de reírse de los españoles" o "Ahorre los numeritos" han sido algunas de sus expresiones antes de amenazarle con hacerle comparecer en el Senado para que dé explicaciones sobre el caso de su mujer .

Por desgracia para Feijóo, el líder popular ha vuelto a perpetrar uno de sus habituales lapsus. En este caso pidió la dimisión del ministro de Exteriores por haber "puesto los intereses de España por encima de los del partido socialista", cuando obviamente quería decir lo contrario. Las risas en la bancada socialista han podido oírse desde fuera del hemiciclo.

Feijóo se equivoca al pedir la dimisión de Albares

Al término de su intervención, Feijóo ha aprovechado para reclamar el voto a las europeas porque "es lo que más daño hace a Sánchez", en un mensaje dirigido a los electores de Vox. Dirigentes del PSOE, por cierto, advertían de que Feijóo pudo incumplir la normativa electoral para pedir el voto fuera de campaña.

Precisamente, el líder de la extrema derecha, Santiago Abascal, ha sido el único que se ha alineado junto a Javier Milei, y ha advertido a Sánchez de que él "no es el rey ni su esposa es una institución ". Sánchez ha aprovechado su réplica para atacar al PP por sus pactos con Vox, citando declaraciones de una concejala ultra de Valencia en contra de la Cruz Roja ya favor de Putin. "Estos son sus socios, señor Feijóo", le recordó. "Los retrocesos que se están viendo no son culpa de Vox sino suya", dijo mirando a la bancada popular antes de pedir la retirada de las leyes que subsanan la memoria histórica, como reclamó un organismo de la ONU.

Las elecciones catalanas

La sesión también ha representado el regreso de Gabriel Rufián (ERC) y Miriam Nogueras (Juntos) después de las elecciones catalanas. Rufián ha dedicado la mayor parte de su discurso (en castellano) a reclamar a la izquierda que haga autocrítica ante el aumento del voto de la extrema derecha, sin apenas referencias a Catalunya, cuyo discurso busca llegar a un electorado que había quizá votado a ERC en el pasado pero que el 12-M se inclinó mayoritariamente por el PSC. "La izquierda somos antipáticos. Hoy la izquierda es poner límites al aire acondicionado y la derecha es una terraza de bar. La izquierda necesita conciencia y pensamiento, en cambio la derecha sólo necesita la televisión", argumentó.

Gabriel Rufián pasando por delante de la bancada del gobierno en el Congreso.

Nogueras ha sorteado el debate sobre Palestina para no pisar ojos de piojo internos y se ha centrado en lanzar indirectos a Sánchez para que deje gobernar a Carles Puigdemont, pero sin pedir explícitamente la abstención del PSC en un eventual debate de investidura. "Ustedes sólo pueden sumar contra el independentismo si suman con la ultraderecha y cuentan con la represión del Estado", ha advertido Nogueras recordando los casos de Xavier Trias en 2015 (cuando se publicaron informaciones falsas sobre él) y en 2023 y el de Artur Mas en 2006.

En la réplica en Feijóo, Sánchez ha querido despejar dudas sobre la investidura catalana. "Yo sé que usted querría que gobernara Carles Puigdemont, pero ya le digo que será Salvador Illa", ha afirmado. Y en respuesta a Nogueras no ha querido entrar en el cuerpo a cuerpo y se ha limitado a pedir un "gobierno transversal que saque a Catalunya del bloqueo", en línea con lo que pide Illa. En la sesión de control posterior, Sánchez, ante la insistencia de Nogueras en recordarle que no tenían mayoría ni en el Congreso ni en el Parlament, le replicó que "el gobierno de Catalunya se decidirá en el Parlament y no en Madrid".

Desde el flanco izquierdo, tanto Íñigo Errejón (Sumar) como Ione Belarra (Podemos) han reclamado a Sánchez más contundencia y más medidas después de los cinco días de reflexión. Belarra es la que ha ido más lejos y ha tildado de "corrupto" al periodista Antonio García Ferreras. El portavoz popular, Miguel Tellado, se ha levantado automáticamente del escaño para reclamar que se quite el insulto del diario de sesiones. La presidenta de la cámara, Francina Armengol, contrariada, ha recordado a los diputados una máxima muy clara: "Si nadie insulta tendrá que retirarse ningún insulto".

El PP obligará a Sánchez a comparecer en la comisión de investigación en el Senado

"Como no me ha contestado ninguna pregunta, tendrá que responderlas el Senado". Alberto Núñez Feijóo no se quedó satisfecho con la comparecencia de Pedro Sánchez y en la primera pregunta de la sesión de control en el Congreso, celebrada inmediatamente después, adelantó que le citará en la Cámara Alta, controlada por el PP. Fuentes de los populares concretaron poco después de que estará en la comisión de investigación del Senado creada para investigar el caso Koldo donde le obligarán a dar explicaciones sobre los contactos con empresarios de su mujer. El PP dice que todavía no ha decidido la fecha. Lleva meses planeando esta amenaza sobre el presidente del gobierno español y también Begoña Gómez. "Estaremos encantados de comparecer en el Senado", había ironizado previamente Sánchez en el pleno.

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