Casi 800.000 ciudadanos llegados en tres años: así evoluciona la demografía en Cataluña
El 23% de los catalanes llevan menos de cinco años viviendo en su municipio
BarcelonaUna de cada diez personas que viven hoy en Catalunya (9,7%) llevan menos de cuatro años, según el censo de población y viviendas 2024 que ha hecho público este jueves el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat). Entre estos nuevos vecinos se encuentran tanto personas extranjeras que han migrado –la gran mayoría– como ciudadanos de otros puntos del Estado y, también, catalanes que se habían ido a vivir fuera y han vuelto a casa.
La radiografía –con datos del 1 de enero del 2024– muestra que hasta 780.639 ciudadanos llegaron a Catalunya entre el 2021 y el 2023. La curva de nueva población en Catalunya se ha disparado tras la sacudida que supuso la pandemia del 2020, según los datos. Hoy en nuestro país hay más ciudadanos que llegaron a Cataluña en el año 2023 que catalanes que llegaron entre los años 2011 y 2015.
"Este crecimiento tiene mucho que ver con el buen momento económico y con el hecho de que las cadenas migratorias ya están consolidadas. Cada vez hay más gente que conoce a lo que vive aquí y amigos venir", explica al ARA la profesora de la Universidad de Barcelona (UB) y experta en geografía humana Arlinda García Coll.
Por otra parte, la estadística también muestra que la población extranjera ha ido ganando peso por delante de la población venida del resto del Estado. Así, se observa que siete de cada diez ciudadanos de Cataluña nacidos en otros puntos del Estado llegaron a nuestro país antes de 1981, mientras que la gran mayoría de personas nacidas en el extranjero que viven en Cataluña llegaron después de los años 2000. De hecho, un 28,6% de los catalanes nacidos en los extranjeros llegaron a Cataluña durante la los extranjeros llegados entre 2022 y 2023.
"Hay que entender que la migración internacional vive un momento complejo: la gente busca dónde hay trabajo, aunque sea en sectores precarios como la hostelería o el cuidado de personas mayores. En cambio, los que llegan del resto del Estado lo hacen a menudo para". Asimismo, la profesora de la UB también destaca que "el catalán también puede actuar como una pequeña frontera para personas de otros puntos del Estado".
Otra realidad que reflejan los nuevos datos es la de los catalanes que después de vivir un tiempo fuera han decidido volver. El 1 de enero de 2024 había 387.351 ciudadanos que habían vivido fuera temporalmente y decidieron fijar de nuevo su residencia en Catalunya. De éstos, un 10% (41.710) regresaron a casa entre 2022 y 2023. Finalmente, hay cuatro millones y medio de catalanes que viven en Catalunya y han vivido siempre.
Menos de cinco años en el municipio
Más allá de la llegada de nuevos ciudadanos a Cataluña, el censo de población y vivienda también muestra un importante movimiento interno en el país. Ambos fenómenos sumados implican que hoy menos del 30% de los catalanes viven en el municipio en el que han residido toda su vida. Dicho de otra forma, siete de cada diez viven en una localidad en la que no han nacido ni crecido. "El aumento de los precios de la vivienda en Barcelona ya su alrededor ha impulsado un fuerte movimiento de reubicación, especialmente entre los jóvenes. Ven que no pueden quedarse en su barrio y buscan opciones más asequibles, cada vez más lejos. La especulación, sin duda, está detrás de ese movimiento", asegura García.
Además, los datos muestran que en los últimos cinco años ha habido gran volumen de cambios de residencia: casi una cuarta parte de la población (el 23,1%) ha llegado a su municipio de residencia en los últimos cinco años. "Esto afecta al arraigo y la vida de barrio o de pueblo, que antes eran muy sólidos y ahora se están erosionando a medida que cambia la población. Se pierde identidad", lamenta la experta en geografía humana. De hecho, en Catalunya hay 85 municipios en los que los vecinos con una antigüedad de menos de cinco años suponen un tercio del total. En términos comarcales, donde más se ha notado este flujo de nueva población ha estado en el Baix Penedès, donde el 32,5% de la población se ha establecido en su municipio en los últimos cinco años, seguido de la Cerdanya (30,8%) y el Garraf (27,0%).