Guadalupe Sabio: "Podemos tener un 20% de la población del futuro con enfermedades crónicas"
BarcelonaGuadalupe Sabio es veterinaria de formación y se dedica a investigar las consecuencias de la obesidad en el cuerpo en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). En 2008 publicó un artículo en la revista Science en el que describía que el estrés al que está sometido el tejido graso durante la obesidad genera sustancias que afectan al hígado. Ahora investiga cómo la obesidad afecta el corazón. Su investigación ha sido reconocida con el XVI Premi Fundació Banc Sabadell en la Investigación Biomédica.
Se sabe que la obesidad causa enfermedades cardiovasculares. ¿Cómo?
— Hace tiempo que sabemos que la obesidad causa acumulación de colesterol en los vasos sanguíneos y esto genera un tapón. Pero cada vez es más evidente que no hay solo este efecto mecánico, sino otro de hormonal. La grasa, que sufre mucho estrés, los músculos y el hígado seco rinden una serie de hormonas que van al corazón y lo pueden dañar.
¿Qué quiere decir que un tejido graso esté estresado?
— Cuando nos engordamos, las células se tienen que expandirse como un globo y esto produce un estrés de tipo mecánico. También pasa que las células del tejido adiposo tienen que metabolizar demasiada grasa, y este estrés metabólico da lugar a unos procesos que cambian las funcionalidades de este tejido y hacen que no funcione tan bien.
¿Cómo afectan al corazón estas sustancias?
— Poden producir efectos como una hipertrofia cardíaca, un déficit en la energía que consume, y todo esto hace que le cueste más funcionar.
¿Hay algún tratamiento para evitarlo?
— El problema es que todavía no conocemos todas estas sustancias. Es un campo de investigación muy incipiente. El objetivo es identificarlas y producir anticuerpos o inhibidores para bloquearlas en la sangre y que no lleguen al corazón.
Se dice que hay una epidemia de obesidad.
— Y es verdad. Cada vez hay más gente con obesidad o sobrepeso. El número de niños con sobrepeso u obesidad en España es muy preocupante. Y sabemos que cuando un niño tiene sobrepeso, normalmente se mantiene. Cambiar el metabolismo es muy complicado porque el cuerpo tiene sistemas de defensa para mantener el peso, que desde el punto de vista evolutivo es una reserva de energía.
¿Por qué hay esta epidemia?
— Se han intentado aumentar las horas de ejercicio en las escuelas, pero cuando los niños vuelven a casa el ocio basado en tabletas y ordenadores en lugar de en los juegos en la calle de antes los ha vuelto muy sedentarios. Esto, unido al aumento de productos alimentarios procesados y azucarados, hace que el porcentaje de niños obesos aumente de manera muy peligrosa.
¿Qué consecuencias puede tener este aumento?
— Los niños obesos de hoy pueden ser enfermos de varias enfermedades en el futuro. Pueden tener diabetes de tipo 2, una enfermedad muy relacionada con el exceso de alimentación, que hace que el cuerpo no sea capaz de modular la glucosa y se produzca resistencia a la insulina en los tejidos. También pueden tener problemas articulares, cardiovasculares e incluso cáncer. Muchos tipos de cáncer están asociados a la obesidad y a la alimentación con ciertos tipos de grasas no saludables. Estamos estableciendo los fundamentos para que tengan muchas enfermedades crónicas que afectarán su calidad de vida.
¿Qué se puede hacer para mejorar la situación?
— Los gobiernos tienen que educar a las nuevas generaciones en la alimentación saludable y la necesidad de hacer ejercicio. Es difícil porque detrás de todos los productos procesados hay una economía, pero si la tendencia actual se mantiene podríamos tener un 20% de la población futura con enfermedades crónicas. Es mejor prevenirlo ahora que no que dentro de cuarenta años no tengamos suficientes hospitales para atenderles.