670 millones de euros para combatir el fracaso en reciclaje del área de Barcelona
Sólo once de los municipios del AMB han cumplido el objetivo europeo del 55% de recogida selectiva
BarcelonaEn el área de Barcelona no se recicla lo suficiente. Con unos indicadores de recogida selectiva estancados en el 38,8% –algunas localidades no llegan ni siquiera al 30%–, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha anunciado este jueves su plan para cambiar de modelo, dado que se está incumpliendo el mandato europeo de reciclar el 55% de los residuos municipales. Así, hasta 2035, el ente supramunicipal prevé invertir 673 millones de euros en la construcción de una decena de plantas especializadas en el tratamiento de desechos y rediseñar algunas de las actuales para minimizar la generación de residuos, potenciar la reutilización de los materiales y mejorar los índices de separación por los fracciones en origen –es decir, la proporción de selectiva desde nuestra casa.
Principalmente, el AMB propone dos cambios sustanciales: por un lado, impulsar la recuperación de materiales que todavía tienen vida útil mediante nuevas infraestructuras, y, por otro, pasar de un modelo de ecoparque de recogida selectiva a un modelo donde los residuos orgánicos se tratan y aprovechan completamente dentro de ellos. Para ello, se destinarán 90 millones de euros a la prevención y reutilización, 200 millones a la recuperación de materiales y cerca de 400 millones a mejorar el tratamiento de la materia orgánica.
Mientras Europa pide reducir el porcentaje de residuos, en Cataluña todavía se producen demasiado y se reciclan pocos; no basta con la reducción del 9% que se ha conseguido, en conjunto, desde el 2010. Así lo evidencian los datos que el AMB ha hecho públicos este jueves desde Gavà en la presentación de la estrategia de futuro para el tratamiento y la gestión de los residuos municipales: sólo en el 2024 se generaron 1.44249. 422,4 kilogramos por habitante y año. "No cumplimos ninguno de los objetivos normativos de reciclaje", admitió el consejero delegado de Acción Climática del AMB, Guille López.
El año pasado, sólo 11 de los 36 municipios metropolitanos llegaron al objetivo del 55% de recogida selectiva: Begues, Castellbisbal, Corbera de Llobregat, Pallejà, Palma de Cervelló, Papiol, Ripollet, Sant Just Desvern, Santa Coloma de Cervell. A esta lista hay que sumar los barrios de Sarrià y Sant Andreu de Palomar de Barcelona. Para el AMB el punto de inflexión llegará con la implantación de sistemas como el puerta a puerta o los contenedores cerrados en ciudades más grandes, como ya hacen el Prat de Llobregat o Cornellà de Llobregat, y la prueba piloto que se ha anunciado en Barcelona para 2026.
El nuevo modelo que se impulsará para gestionar y tratar los residuos pone especial importancia en la prevención y reutilización de los materiales, según fuentes del AMB. Actualmente, gran parte de la materia orgánica recogida selectivamente (cáscaras de huevo, cáscaras de fruta y verdura, etc.) es enviada a los ecoparques y, en algunos casos, a dos plantas de compostaje del territorio. Allí se transforma en compuesto de alta calidad para la agricultura o en energía eléctrica. En cambio, la orgánica que llega mezclada con la fracción resta (la del contenedor gris) tiene una calidad muy inferior y no puede aprovecharse por igual; una diferencia que también se refleja en los costes: tratar una tonelada de fracción resta cuesta unos 130 euros, mientras que una tonelada de orgánica bien separada, unos 65, la mitad. Sin embargo, actualmente sólo se recoge selectivamente el 39% de esta fracción.
Ante esta situación, el gobierno metropolitano plantea reconvertir los ecoparques en plantas integrales de orgánica, es decir, instalaciones donde se hará tanto la recogida de los residuos orgánicos como su tratamiento y la producción de nuevos productos útiles, como el compost o el biogás. Con el cambio, las infraestructuras ganarán una capacidad adicional de 150.000 toneladas anuales, así como la posibilidad de generar abonos y fertilizantes a medida. Por ejemplo, transformar el biogás en biometano. El objetivo final es que menos del 16% de los residuos acaben en vertederos o plantas de valorización energética, y que como máximo un 10% acabe en depósitos controlados.
Centros de recuperación en el Besòs y en el Llobregat
El AMB construirá varias plantas dedicadas a la recuperación de materiales con el objetivo de que entren en circuitos de economía circular, una para el ámbito del Besòs (para 2030) y otra para el del Llobregat (2028). Serán plantas que recibirán objetos de las diferentes recogidas específicas, los puntos limpios y la recogida de voluminosos, y tendrán un almacén, un taller de reparación y una tienda o espacio de exposición. Además, habrá plantas de gestión de excedentes alimentarios con obradores para evitar el desperdicio, y plantas de lavado de envases que se encargarán de limpiarlos e higienizarlos para poderlos reutilizar, lo que reducirá la producción de envases desechables de cara al 2032. "Se plantea un sistema de plantas versátiles materiales", explican desde el ente.
Actualmente, ya existen servicios metropolitanos centrados en reducir la producción de residuos, como el espacio Millor Que Nou, en funcionamiento desde 2010, que ayuda a los usuarios, de forma gratuita, a reparar sus objetos averiados en una amplia variedad de categorías (electrónica, bricolaje, carpintería, carpintería, bicicletas). Iniciativas como ésta evitan la generación de 20 toneladas de residuos cada año. Sin embargo, la nueva estrategia de residuos metropolitana quiere llevar la reutilización a una escala mucho mayor.
Uno de los motivos por los que el gobierno metropolitano ha explicado que hará cambios estructurales es adaptarse a la nueva realidad: el actual sistema de contenedores abiertos en la calle ha llegado al límite de su efectividad y debe dar respuesta a los ayuntamientos que ya están implantando nuevos sistemas de recogida con identificación de usuarios (lleva a puerta a puerta cambios para conseguir un aumento importante de la separación por fracciones en origen.
Aumentando el número de instalaciones de tratamiento de residuos también se quiere facilitar el cumplimiento de las órdenes europeas, que marcan toda una serie de objetivos normativos de cara al 2035. Estos son la reducción del 10% en la generación total de residuos respecto al 2010 y en la generación de la 0 de la fracción de 2 65%, la rebaja por debajo del 15% de los materiales impropios en la fracción orgánica y el envío de menos del 10% del desperdicio a un depósito controlado.