Vivienda

Albiol se marca un Colau y suspende la concesión de licencias turísticas

Santa Coloma de Gramenet ya había optado por esta vía para adelantarse a la gentrificación

BarcelonaAhora que el Ayuntamiento de Barcelona ha impuesto límites a la concesión de alquileres turísticos, el área metropolitana quiere adelantarse a la proliferación de este tipo de viviendas en las afueras de la capital. Para ello, algunos gobiernos municipales ya han decidido cortar esta posibilidad de raíz. El primero fue Santa Coloma de Gramenet, que suspendió la concesión el pasado noviembre. Ahora ha sido el turno del consistorio vecino: el Ayuntamiento de Badalona también suspenderá durante un año el otorgamiento de concesiones a los pisos turísticos. Según ha explicado el ejecutivo del popular Xavier Garcia Albiol, que gobierna con una holgada mayoría, la cuestión se aprobará en el pleno municipal de este lunes. El objetivo de la regulación es equilibrar una ciudad "atractiva para el turismo", pero que priorice "la vivienda destinada a la residencia habitual", informan en un comunicado.

Esta suspensión llega después de que el Gobierno haya publicado un decreto que regula su actividad y pide a los ayuntamientos que fijen, antes de que pasen cinco años, las condiciones para poder renovar las licencias vigentes u obtener nuevas. Aunque esta suspensión no era necesaria, Badalona habría actuado así para evitar "un alud de solicitudes" ahora que otros municipios les están deteniendo, según informan en un comunicado. En concreto, el decreto deja en manos de los ayuntamientos la decisión de otorgar o no las solicitudes de licencias, liberando el tope que había fijado hasta ahora de 10 viviendas turísticas por cada 100 habitantes.

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Actualmente, Badalona cuenta con un total de 200 pisos con licencia de vivienda de uso turístico. Desde el consistorio, aseguran que esta cifra reducida es gracias a la normativa municipal vigente, de 2015, que ya es "fuerza restrictiva". Ahora buscarán cómo actualizarla para adaptarla a un "nuevo contexto" mientras intentan que la ciudad no pierda atractivo. El tercer teniente de alcaldía, Daniel Gracia, ha afirmado que se está trabajando para "disponer de las herramientas" que les permitan "evitar la concentración y la proliferación de viviendas de uso turístico" en determinadas zonas de la ciudad que podrían provocar "problemas de convivencia con el vecindario”. Por otra parte, la concejala de Impulso Económico, Cristina Agüera ha asegurado que todavía tienen "muchos reclamos" que los "posicionan turísticamente" y que en estos momentos trabajan "con todos los actores implicados para encontrar el mejor escenario".

Otras regulaciones

Sin embargo, Badalona no ha sido el único municipio que se ha puesto manos a la obra en este sentido: el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet también optó por el mismo recurso. El consistorio liderado por la socialista Núria Parlon decidió suspender también durante 12 meses "las nuevas licencias de vivienda para uso turístico, hotelero, para pensiones, albergues y residencias". El objetivo del Ayuntamiento, defendieron, era frenar las peticiones de que "pudieran distorsionar el mercado local de la vivienda", "generar una crisis habitacional" e "incrementar los precios del alquiler". En definitiva, tal y como se explicó desde el propio consistorio, se buscaba detener todo lo que pudiera dar lugar a un "proceso de gentrificación".

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Después de que dos grandes municipios del área metropolitana de Barcelona hayan dado el paso, ahora falta por ver si más ayuntamientos se adherirán a esta suspensión o, de lo contrario, pasarán a regular ellos mismos las licencias. Cabe decir que muchos ayuntamientos catalanes ya tienen regulaciones al respecto. Por ejemplo, Hospitalet de Llobregat, que actualmente ya tiene unas políticas muy estrictas a la hora de concederlas. Concretamente, en la segunda ciudad más poblada de Cataluña sólo puede obtenerse una licencia turística si es para todo un edificio. Por tanto, una persona no puede alquilar una sola vivienda de un blog, lo que dificulta mucho poder convertirlo en un piso turístico. Sin embargo, no presenta grandes problemas a los hoteleros.