Un autobús del Llobregat podrá cambiar de color el semáforo

EstocolmEl M8 no será un autobús normal. Su misión será unir Castelldefels con Cornellà, pasando por Gavà, Viladecans y Sant Boi de Llobregat. Circulará, a partir de 2023, por la C-245, una carretera comarcal que ya se está convirtiendo en un gran paseo urbano. Y lo hará a una velocidad sin precedentes porque contará con una ayuda extraordinaria: cuando los semáforos vean que el M8 se acerca, se pondrán de color verde. El M8 será el primero Bus Ràpid Trànsit (BRT) que circulará por el área metropolitana de Barcelona y representa un nuevo intento de la administración pública para convencer a los ciudadanos de que el transporte público es mejor que el privado. O, en este caso al menos, más rápido.

"El M8 implicará la transformación de todo el espacio y tendrá una velocidad comercial más alta", ha explicado el director de Movilidad del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Joan Maria Bigas. La preferencia semafórica para conseguir que el M8 circule más deprisa afectará directamente a los vehículos que se lo encuentren por el camino, que verán como su semáforo se pone rojo para cederle el paso. Este favoritismo hacia el M8, que se conoce internacionalmente como "la ola verde", no se producirá a lo largo de todo su recorrido, pero, en los casos en los que los semáforos mantengan el rojo, lo harán durante menos tiempo de lo que es habitual. En Barcelona ya hay algunos semáforos que antes de cambiar a verde dejan pasar primero a los autobuses, pero todavía no se ha probado nunca la ola verde.

Según ha explicado Bigas, el M8 tendrá una frecuencia de paso de unos ocho minutos y reforzará todavía más el intercambiador de Cornellà, donde se encontrarán el tranvía, los trenes de cercanías, diferentes autobuses y el metro.

Siguiendo el ejemplo sueco

La tecnología que permite mimar tanto al M8 ya se está probando en otras ciudades. Uno de los mejores ejemplos es Barkarby, un distrito de Järfallä, ciudad de la periferia de Estocolmo, en Suecia. Estos días, responsables del AMB han visitado el país nórdico para tomar nota de las innovaciones en transporte sostenible. En Europa existe una red de ciudades que comparten sus adelantos en movilidad sostenible, en la que el AMB tiene un papel destacado. Buena parte de estas experiencias se subvencionan con el dinero que la Comisión Europea otorga a través de la EIT Urban Mobility con el objetivo de fomentar la innovación. El responsable de Nobina, la empresa que gestiona buena parte del transporte público de Estocolmo, Jens Lindström, destaca que "la prioridad semafórica ha provocado que el transporte en autobús sea mucho más rápido que el privado", de forma que muchos ciudadanos han acabado renunciando al coche. De hecho, los habitantes de este distrito tienen, de media, menos de un vehículo por familia, cuando en Estocolmo tienen casi dos por unidad familiar.

Bigas ha explicado que no está previsto dotar de esta prioridad semafórica a ningún autobús de los que entran a Barcelona y ha recordado que en los accesos a la capital catalana se optó más por los carriles bus-VAO. Actualmente, hay en funcionamiento el de la C-58 y el de la C-31 Norte, en Badalona. El próximo de la lista será el de la B-23, para entrar por la Diagonal.