Barcelona no descarta rebajar indefinidamente la tasa de terrazas a bares y restaurantes
El gobierno municipal plantea congelar los impuestos y las tasas municipales para 2022
BarcelonaEl gobierno de Ada Colau plantea para el año próximo congelar los impuestos y la mayoría de tasas, tal como ya hizo el año pasado para no aumentar la presión fiscal sobre los ciudadanos, golpeados por la pandemia. El Ayuntamiento está dispuesto, por ejemplo, a mantener la bonificación del 75% de la tasa que pagan los restauradores para ocupar la vía pública con mesas y sillas. La regidora de Hacienda, Montserrat Ballarín, ha planteado incluso la posibilidad de que la reducción tenga "carácter permanente". Esta importante bonificación ya se ha estado aplicando a este ejercicio: "Es verdad que la actividad se empieza a normalizar pero, ante un batacazo tan gordo, si podemos ayudar rebajando una tasa lo hacemos", ha justificado el teniente de alcalde Jordi Martí. Los dos miembros del gobierno han explicado que todavía hay que discutir con el Gremi de Restauració y con el resto de grupos políticos cuál será la bonificación para 2022. Si finalmente es del 75%, el porcentaje que el gobierno tiene en la cabeza, el Ayuntamiento ya ha calculado que dejará de ingresar unos cinco millones de euros.
Otra novedad de la propuesta de ordenanzas fiscales del gobierno de Ada Colau es la inclusión de bonificaciones para los vecinos que reciclen correctamente con el puerta a puerta. Actualmente la rebaja (que puede llegar hasta el 20%) solo se puede aplicar a una parte de los vecinos de Sant Andreu, que es la única zona de la ciudad donde los desechos se recogen con el puerta a puerta con identificación. En Sarriá también existe este servicio de recogida, pero las bolsas de los ciudadanos no están identificadas y, por lo tanto, no se puede saber quién recicla bien y quiénes no. Durante el año próximo, la previsión es ir incrementando el número de vecinos que usen este sistema de recogida con identificación. Para conseguir la rebaja del 20% habrá que haber tirado correctamente la orgánica al menos 40 veces el año.
El Ayuntamiento también prevé aplicar una rebaja del 30% al IBI de los inmuebles industriales que instalen sistemas para el aprovechamiento térmico o eléctrico de energía solar durante tres años. En los trámites burocráticos, en cambio, se empezarán a cobrar diez céntimos por cada impresión.
El resto de impuestos y tasas casi no variarán. "Es importante que los ciudadanos vean que desde el sector público estamos de su lado", ha dicho Ballarín, para justificar la congelación fiscal. Es la manera, cree, de "reforzar la recuperación económica y combatir la emergencia social".
Sin tasa Amazon
Lo que seguro que no se aplicará el próximo año es la llamada tasa Amazon, que tendría que grabar la actividad de las empresas que solo usan la ciudad para distribuir productos. Ballarín ha explicado que el gobierno tiene voluntad de aplicarla, pero ha reconocido que "es difícil" porque hay que justificar muy bien por qué motivo se haría pagar una tasa a estas empresas. Una de las posibilidades que estudia el Ayuntamiento es destinar unos aparcamientos para este servicio y cobrarles por el uso. Sea como fuere, Ballarín ha dado por hecho que los afectados recurrirán la tasa una vez se aplique.
El gobierno de la ciudad tendrá que buscar ahora el apoyo de otras fuerzas políticas para llevar adelante la propuesta de ordenanzas fiscales, que, de momento, ya ha recibido algunas críticas. El socio preferente del gobierno, ERC, ha criticado que no esté previsto aplicar la tasa Amazon en el próximo ejercicio, así como rebajar el IBI a las familias monoparentales. Desde Junts per Catalunya han lamentado que "el trámite para la aprobación de las nuevas ordenanzas fiscales empieza con un claro incumplimiento", puesto que se había acordado que la bonificación a quien use correctamente el puerta a puerta llegara hasta el 50%, en vez del 20% que propone el gobierno. La propuesta se debatirá inicialmente la próxima semana y la aprobación definitiva tendría que llegar durante el pleno de diciembre. El año pasado las ordenanzas se aprobaron gracias al apoyo de ERC y la abstención de Barcelona pel Canvi. JxCat, Cs y el PP votaron en contra.