La Barcelona más rica multiplica por cinco la renta de la más pobre
El Ayuntamiento afina el método de cálculo de las desigualdades y sitúa una zona de las Tres Torres y una del Besòs en los extremos
BarcelonaEl mapa de las desigualdades en Barcelona continúa estable. O lo era hasta 2018, que es de cuando son los últimos datos disponibles, todavía sin los impactos de la pandemia. Pero la lectura del mapa ofrece ahora muchos más matices y precisión de los que había hasta ahora porque el Ayuntamiento ha cambiado el sistema de recaudación de información y puede ir más al detalle. Así, se puede radiografiar, por ejemplo, que el distrito con una renta disponible del hogar per cápita más baja, que es Ciutat Vella (14.505 euros), no incluye el barrio que tiene la más baja de todas, que es Ciutat Meridiana (10.554 euros), en Nou Barris, y que la zona más vulnerable de la ciudad no se encuentra en ninguno de estos dos distritos, sino que es una sección censal del barrio del Besòs y el Maresme, en Sant Martí. Aquí la renta familiar per cápita no llega a los 8.000 euros, mientras que en la zona más rica de las Tres Torres, en Sarrià-Sant Gervasi, se sitúa por encima de los 40.000.
La capacidad adquisitiva de los unos multiplica por más de cinco la de los otros, y esta diferencia, según constata el informe de la Oficina Municipal de Datos, sería mucho más notoria sin la intervención del sector público a través de impuestos, prestaciones sociales y cotizaciones, que hace de mitigador de la brecha. Este es uno de los nuevos datos que permite obtener el informe y que no estaba disponible en las estimaciones anteriores. En el caso del barrio más rico, el de las Tres Torres, la renta primaria –los ingresos antes de la intervención del sector público– sería de media de 57.105 euros per cápita (más del doble que la media de la ciudad), mientras que la que se percibe de manera efectiva es unos 18.000 euros más baja (el 78% por encima de la media). En el barrio más pobre, en cambio, la diferencia entre una y otra es muy inferior: de 10.751 euros a 10.554.
Esta intervención explica también que si se miran solo los ingresos por habitante, el distrito más pobre de Barcelona sería Nou Barris, pero cuando se le suman las prestaciones –teniendo en cuenta que es un territorio con población envejecida– y el impacto de los impuestos, esta zona sube una posición en el ranking y deja Ciutat Vella en el último lugar de la mesa. Nou Barris es de hecho el único distrito donde la renta media aumenta después de la intervención del sector público.
"El no crecimiento de las desigualdades se basa en las prestaciones públicas, y esto no había pasado en otros periodos", defiende Jordi Martí, regidor de Presidencia del Ayuntamiento. También apunta que el hecho de poder estudiar el detalle de las secciones censales ha permitido detectar ámbitos con rentas bastante más bajas que las de sus entornos más próximos, "pequeñas bolsas con dificultades dentro de distritos bien situados". Una radiografía que, apuntan, tiene que permitir dirigir mejor las políticas públicas.
Es el caso de la zona de las Planes, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, donde hay una sección censal que está por debajo de buena parte de las de Ciutat Vella y Nou Barris a pesar de situarse en el distrito más acomodado , o de los extremos que se dan dentro de Sant Martí, entre el barrio del Besòs y el Maresme (con zonas donde la renta solo representa un 37% de la media de Barcelona) y el de la Villa Olímpica (con puntas del 156%), mientras que distritos como Gràcia y el Eixample son más homogéneos.
El origen de los ingresos
En el conjunto de la ciudad, la renta familiar disponible per cápita era en 2018 de 21.484 euros, un 22% por encima de la media de Catalunya y un 2,7% más alta que la del año anterior, pero si se tiene en cuenta la inflación, los barceloneses han perdido un 7,2% de capacidad adquisitiva desde 2010 –el dato para el conjunto de Catalunya es una caída de un 6,4%.
El nuevo método de cálculo de las diferencias de renta, que ahora se hace a partir de información directa de la situación de los hogares gracias a la explotación estadística de los archivos fiscales proveniente del Atlas de distribución de la renta de los hogares, del Instituto Nacional de Estadística, con datos como los que provienen de las declaraciones de renta –y ya no del cálculo propio que estimaba el consistorio–, también permite determinar por qué vía llega el dinero a cada casa: si son salarios, rentas mixtas –que incluyen desde lo que ingresan los autónomos hasta lo que proviene de alquileres o transferencias– o prestaciones sociales.
La singularidad del Gòtic
En términos generales, el 54% de los ingresos de los barceloneses provienen de salarios, un 28% de rentas mixtas y un 18% de prestaciones sociales. Pero la distribución vuelve ser desigual por el territorio. En las zonas más acomodadas, como los distritos de Sarrià-Sant Gervasi y las Corts, tienen más peso las rentas mixtas (40% y 32%, respectivamente) y el caso atípico es el del Gòtic, que a pesar de tener un nivel de renta por debajo de la media, destaca en este tipo de ingresos, probablemente por la presencia de muchos trabajadores autónomos. En el otro extremo está Nou Barris, que es donde hay menos presencia de rentas mixtas (22%) y donde tienen más peso las prestaciones sociales (24%).