El padrón también da información de cómo han cambiado los nombres más habituales entre los barceloneses y barcelonesas. Si Maria, Carme y Montserrat se disputan el podio entre las nacidas desde 1930 y hasta los años 60, después entraron en el ranking nombres como Núria, Cristina, Marta o Laura y, a partir de los años 2000, ganaron peso las Paulas , Laias, Julias y Martinas. Ahora, entre las barcelonesas más jóvenes se imponen Emma, Sofía y Julia, pero los nombres más elegidos en el 2022 fueron Emma y Olivia. Entre los hombres, los nombres más frecuentes entre los nacidos entre 1930 y 1960 son José, Antonio, Juan y Manuel. Entre los menores de 60 años ya ganan protagonismo Jordi, David y Daniel. Y, a partir del año 2000, comienza el dominio de los Marcs, Álex y Pols. Entre los barceloneses nacidos entre 2020 y 2022 predominan Pols, Brunos y Marcs. Y en el 2022, los más escogidos fueron Leo (que ya lidera el ranking catalán), Bruno y Pau.
Más del 30% de los barceloneses han nacido en el extranjero
La ciudad deja atrás la sacudida del covid y vuelve a ganar población gracias al flujo migratorio
BarcelonaDespués de dos años de caída, Barcelona vuelve a ganar población. Según los datos del padrón a 1 de enero de 2023, en la ciudad viven 1.660.435 personas, lo que supone un aumento del 1,2% respecto al año anterior que supone pasar página del bache que representaron los años de la pandemia. De hecho, la cifra de vecinos es ahora la más alta desde 1991 si se deja a un lado el pico del 2020, justo antes de la crisis del covid, que fue el momento récord.
Y el aumento de población no viene, obviamente, de un repunte de la natalidad, que está bajo mínimos (en el 2022 hubo 11.295 altas en el padrón por nacimiento y 15.571 bajas por defunción), sino de los movimientos migratorios, que aportan 26.634 vecinos. "Barcelona se ve como una ciudad segura, atractiva y abiertamente tolerante", radiografía María Jesús Calvo, del departamento de estadística de la Oficina Municipal de Datos (OMD), que apunta a que las nacionalidades que más han aumentado en la ciudad, como la colombiana, la peruana, la venezolana, la ucraniana, la argentina y la hondureña, suelen venir de países con "presentes turbulentos".
Se mantiene y se acentúa la tendencia de los últimos años y hay más gente nacida fuera de Barcelona que no en la ciudad: los barceloneses que lo son desde el primer día ya representan solo el 47,6%, el porcentaje más bajo de la historia reciente. Lo que más crece, en cambio, es el porcentaje de población nacida en el extranjero (31,3%), diez puntos más que hace diez años y situándose por vez primera por encima de la barrera del 30%, mientras que los que llegan desde otros puntos del Estado (14,1%) o de Cataluña (7%) van a la baja. De hecho, ahora la proporción de vecinos nacidos en el extranjero que hay en Barcelona es la misma que representaban los españoles llegados a la ciudad a principios de los 90.
Más diversa: 177 nacionalidades
De los 519.066 barceloneses nacidos en el extranjero, cerca del 29% tiene nacionalidad española. Y la cifra de quienes tienen nacionalidad extranjera (391.703) también marcan un récord histórico (suben un 7,8%). En total, representan hasta 177 nacionalidades, una más que el pasado año. Los países de origen más habituales son Argentina, Colombia, Perú y Venezuela. Predominan los países latinoamericanos, sobre todo por los tratados de doble nacionalidad con España. Las personas de nacionalidades americanas (casi 143.000) ya superan a las de europeas (sin contar españoles, claro). La nacionalidad extranjera más predominante en el conjunto de la ciudad es la italiana (con más de 45.000 personas), seguida de la colombiana (23.000), la paquistaní (22.800) y la china (poco más de 20.000).
Las zonas donde viven más vecinos de los de Barcelona de toda la vida son Sarrià-Sant Gervasi, Sant Andreu y Horta-Guinardó. Y zonas cercanas a las universidades, como Les Corts o Pedralbes, concentran a más vecinos de otros puntos de Catalunya, mientras que Ciutat Vella es el distrito con más vecinos nacidos en el extranjero. El mapa dibuja, eso sí, curiosidades, como el predominio de los paquistanís en la zona del Besòs o los hondureños en Nou Barris.
Menos centenarios
El aumento de población que ha vivido Barcelona en el último año es generalizado en el conjunto de los distritos, pero es menos pronunciado en Ciutat Vella, que aún no ha recuperado la barrera de los 110.000 vecinos (tiene 106.446). Como curiosidad: en la ciudad viven más mujeres (52,4%) que hombres, pero, en cambio, ellos son mayoría entre las generaciones más jóvenes. El número de personas centenarias se ha reducido ligeramente respecto al pico de 2022, cuando eran 931. A principios de este año eran 912, el 83% de las cuales son mujeres. Según el informe, parte del aumento de mortalidad entre la gente mayor puede atribuirse a las altas temperaturas del último verano, que fue el más cálido desde 1961 en buena parte del Estado.
Natalidad, bajo mínimos
La media de edad de los barceloneses se mantiene estable en torno a los 44 años. Lo que aumenta es el nivel de formación: las personas de más de 16 años con estudios superiores (universitarios o ciclos de grado superior) ha pasado del 22,6% en 2009 al 35,5% en 2023, en una tendencia que no ha dejado de crecer en ningún momento y que afecta tanto a hombres como a mujeres. Lo que no cambia son las bajas cifras de natalidad: los poco menos de 11.300 nacimientos se sitúan un 15,2% por debajo de la media de la década 2010-2020 y son la cifra más baja desde 1900 si no se cuenta el final de la Guerra Civil, en 1939. Donde sí se nota que se ha pasado página de la pandemia es en la media de edad de las personas que murieron el pasado año en la ciudad, que aumentó hasta los 82 ,2 años, muy similar a la del 2020.
Personas solas en un tercio de los pisos
En los pisos de Barcelona viven, en promedio, 2,5 personas. Sin embargo, en casi un tercio vive una persona sola, sobre todo mujeres (60,9%). En casi un 23% de los hogares no vive nadie en edad de trabajar. Y en la ciudad constan 12 direcciones que son centros en los que se empadronan personas que no tienen hogar: hay más de 33.000 vecinos empadronados sin domicilio fijo.