Barcelona

El Área Metropolitana de Barcelona desmantela la Agencia de Transparencia

Gemma Calvet queda cesada como directora y las funciones las asumirá ahora otro departamento

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Gemma Calvet, propuesta por la CUP como síndica de agravios.

BarcelonaEste jueves toma forma el nuevo gobierno del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), presidido por el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni (que ha sido elegido con 83 votos a favor, una abstención, un voto en blanco y uno nulo ) y con los 36 alcaldes metropolitanos en el consejo. Uno de los cambios de la nueva etapa es, como ha podido saber el ARA, que la Agencia de Transparencia, que se puso en marcha en julio del 2015 bajo la presidencia de Ada Colau, dejará de existir como tal. El área estaba dirigida por la abogada Gemma Calvet, que ya ha sido destituida, y su objetivo era implementar políticas de transparencia y de gobierno abierto en la línea de lo que también hacían otras instituciones. Lo de las paredes de cristal.

Ahora se ha decidido que sus funciones quedarán bajo el paraguas del área de Administración y Territorio, según justifican fuentes del AMB, que garantizan que se seguirá trabajando aunque sea con otro nombre. Se recolocan también los tres trabajadores que todavía formaban parte del equipo aparte de Calvet. El AMB asegura que el motivo del cambio es "estrictamente organizativo y administrativo". Hasta ahora esta agencia, que carecía de personalidad jurídica propia, dependía de presidencia (fue Colau quien propuso a Calvet dirigirla) y ahora sus funciones se englobarán dentro de la parte jurídica y colgarán del área de Administración y Territorio, que es la que encabeza el socialista Antoni Balmón.

Los alcaldes de los 36 municipios del área metropolitana

Durante estos ocho años de funcionamiento (dos mandatos), la agencia había impulsado la creación de un código ético para los altos cargos y directivos del AMB y una herramienta pionera para registrar las reuniones con lobis. También gestionaba el portal metropolitano de transparencia y estaba desarrollando el buzón ético. Todo esto se mantendrá, según el nuevo gobierno del AMB, aunque sea sin la denominación de la agencia ni un director específico.

En su última memoria de actividad, la del 2022, la agencia consideraba que se había "consolidado" como una herramienta de servicio metropolitano. Y lucía tareas como el plan de medidas antifraude vinculado a los fondos Next Generation. En 2022 contó con un presupuesto inicial de gasto de unos 450.000 euros (un 9% menos que en el año anterior), de los que sólo ejecutó o comprometió el 52%, según el balance final. En el último año, apuntan fuentes conocedoras de su funcionamiento, se había decidido no subvencionar más estudios sobre transparencia y, por eso, se ahorró buena parte del presupuesto.

Durante el año pasado, la Oficina de Antifraude de Cataluña envió algunas recomendaciones al AMB en materia de transparencia después de no detectar irregularidades, pero sí posibles aspectos a mejorar: le pedía que adoptara medidas "para luchar contra el fraude, el favoritismo y la corrupción, así como por prevenir, detectar y solucionar de forma efectiva los conflictos de interés que puedan surgir en los procedimientos de licitación que convoque". Y le instaba, en caso de posibles incumplimientos, a incoar los expedientes de responsabilidad patrimonial y disciplinaria contra las autoridades y personal a su servicio ya denunciarlos.

Nuevo gobierno

El AMB tendrá de ahora hasta el 2027 un gobierno cuatripartito formado por PSC, ERC, Junts y los comunes, que es lo que se ha constituido este jueves. Damià Calvet, de Junts, es el vicepresidente de Políticas Urbanísticas; Elisenda Alamany, de ERC, ocupa la vicepresidencia encargada de los Asuntos Internacionales y el Territorio metropolitano; Janet Sanz, de BComú, la vicepresidencia de Acción Climática y Agenda Estratégica Metropolitana, y Jordi Valls, del PSC, la vicepresidencia de Promoción Económica y Política Social.

En el acuerdo de gobierno a cuatro bandas, que se aprobó el martes, se remarcó que el gran reto para los próximos cuatro años es integrar las infraestructuras y las transformaciones urbanas bajo el plan director urbanístico metropolitano (PDUM). Entre los retos que ha mencionado Collboni en su primer discurso como presidente está, también, la transición energética y la lucha contra el cambio climático. "O aplicamos ambición, mirada y respuestas de ámbito metropolitano o fracasaremos en todos los inmensos retos que tenemos planteados", aseguró.

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