Barcelona

Collboni no lo logra: la oposición le tumba las ordenanzas fiscales

La derrota del PSC deja en el aire su acuerdo con el Gremio de Restauración para rebajar la tasa de terrazas

BarcelonaDespués de suspender el primer examen en la comisión de economía hace ocho días, Jaume Collboni tampoco ha salido adelante en la reválida de este viernes en el pleno. La oposición en bloque le ha tumbado las ordenanzas fiscales en una votación que deja muy tocado a un gobierno municipal que hace una semana ya tuvo que retirar los presupuestos ante la falta de apoyos. Uno tras otro todos los grupos de la oposición han anunciado su voto contrario a las ordenanzas, también al punto de que debía regular la tasa de terrazas (con una importante rebaja pactada con los restauradores) y que el PSC ha intentado salvar haciéndola votar por separado.

Durante su intervención, el cuarto teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha vuelto a defender unas ordenanzas que ha considerado que los grupos podrían haber votado a favor porque no incluían ningún incremento de la presión fiscal para los vecinos de la ciudad, gravaban las actividades turísticas que mayor desgaste generan y afrontaban una nueva regulación de la tasa de terrazas. Sin embargo, las palabras de Valls no han convencido a la oposición, que ha acusado a Collboni de actuar como si tuviera mayoría absoluta y le ha exigido que se moje y decida si quiere gobernar la ciudad con Barcelona en Comú y Esquerra o con Junts per Catalunya.

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Con la caída de las ordenanzas, pues, queda en papel mojado la propuesta presentada por el gobierno municipal a principios de octubre y que incluía medidas como la subida al máximo –hasta los 4 euros– de la tasa turística en las viviendas turísticas y en los cruceros de corta estancia que pasan menos de 12 horas en la ciudad. También recogía el fin de la bonificación del 75% de la tasa de terrazas, que quería sustituirse por un modelo progresivo que penalice más a quien más espacio público ocupe. En declaraciones a los periodistas tras el debate, Valls ha dado por muertas las ordenanzas, pero sí ha abierto la puerta a buscar una vía para salvar la tasa de las terrazas.

Durante la semana se había apuntado, de hecho, la posibilidad de que fuera el único punto que sí superara el veto de la oposición, pero finalmente ni siquiera ese punto ha prosperado. Collboni sólo logró sumar los votos de PP y Vox, que aunque consideraron que la tasa sigue siendo demasiado alta apoyaron la medida porque había sido pactada con el Gremio de Restauración. Barcelona en Comú, Esquerra y también Junts, a quienes en los últimos días los restauradores habían presionado para que avalaran el pacto, han votado en contra.

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En busca de una alternativa a las terrazas

El fracaso con la tasa de terrazas abre ahora un incierto escenario. Obliga al gobierno municipal a actuar contra reloj si quiere impedir que el 1 de enero los restauradores tengan que pagar la tasa establecida en la ordenanza de terrazas aprobada en 2020 por el gobierno de Ada Colau y que nunca se ha llegado a aplicar porque la pandemia supuso que durante tres años hubiera una bonificación del 75% de la tasa para ayudar al sector.

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Pese a tumbar este viernes la propuesta, el concejal de Junts Ramon Tremosa ha tendido la mano al gobierno municipal para seguir hablando y encontrar una fórmula que permita no aplicar la ordenanza del 2020. Una vía que, según ha explicado Tremosa después en declaraciones a los periodistas, podría pasar por la celebración de un pleno extraordinario antes del 7 de noviembre –la fecha límite para que la ordenanza pueda entrar en vigor el 1 de enero– y que la actual bonificación para los restauradores se prorrogue un año más . "Si no lo hacen, los responsables de que se multiplique por cuatro la tasa sobre los restauradores serán sólo ellos", ha avisado.

En un comunicado, el Gremio de Restauración ha pedido al gobierno municipal ya los grupos que sigan hablando los próximos días por tratar de llegar a un pacto sobre la tasa de terrazas. Ha apoyado la idea de hacer un pleno extraordinario antes del 7 de noviembre que evite que bares y restaurantes tengan que hacer frente a los precios por terraza que fijan las ordenanzas de 2020.

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Para hacerse una idea de qué impacto puede tener sobre el Ayuntamiento y los restauradores aplicar una u otra ordenanza, hay que tener en cuenta que con la bonificación del 75% de los últimos años el consistorio ingresa 2 millones de euros anuales. El importe es menos de la mitad de los 4,6 millones que preveía recaudar Collboni con las nuevas ordenanzas pactadas con el sector y queda muy lejos de los 8,2 que ingresaría el Ayuntamiento si se aplicara la ordenanza de Colau de 2020, el escenario ahora mismo sobre la mesa si ningún acuerdo lo evita antes del 1 de enero.

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Los presupuestos, pendientes

Con las ordenanzas definitivamente guardadas en un cajón, la incógnita ahora es si el gobierno municipal tendrá capacidad en los próximos meses de sacar adelante los presupuestos. La semana pasada tuvo que retirarlos para no perder la votación en comisión, pero el objetivo del PSC es seguir negociándolos con los grupos, tal y como ha insistido Valls este viernes.

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Sin embargo, según el tono que ha tenido en el pleno el debate de ordenanzas este viernes, el pacto no parece sencillo. Junts i Comuns siguen reclamando a Collboni un pacto de gobierno a cambio de aprobar las primeras cuentas del mandato. Aunque en las últimas semanas el alcalde ha dicho repetidamente que él quiere un acuerdo con Barcelona en Comú y Esquerra, la relación con los de Ada Colau –que el martes amenazaron con intentar reprobarlo– no pasa por su mejor momento. Este viernes mismo Valls ha afirmado que los comunes "ya han tenido meses suficientes para entender los resultados electorales", mientras que Jordi Martí ha considerado un "fracaso" del PSC la caída de las ordenanzas y ha considerado que la derrota del gobierno en el pleno equivale a "una reprobación". Desde Esquerra, Ernest Maragall ha subrayado que "la soledad del gobierno se manifiesta". "Hoy la ciudad vuelve a perder, espero que algún día pueda volver a ganar", concluyó.

Trias niega que Junts reclame la alcaldía de Barcelona para investir a Sánchez

"No, ni hablar [...]. Esto no funciona así". Así se ha expresado el líder de Junts en Barcelona, ​​Xavier Trias, sobre las informaciones que apuntan a que la alcaldía de la ciudad podría ser moneda de cambio en las negociaciones por la investidura con el PSOE. "No tiene ningún sentido", ha dicho en Catalunya Ràdio.

Trias también calificó de "ciencia-ficción" la posibilidad de que el actual alcalde, Jaume Collboni, deje el cargo para convertirse en ministro. "Cuando uno consigue, aunque sea de forma extraña, ser alcalde, se sienta en la silla e intenta no dejarla ni en broma", opinó.