Collboni promete una transformación como la de la Barcelona olímpica en una década
El alcalde avisa a los comunes que antes de hablar de su entrada en el gobierno deben aprobarse los presupuestos
BarcelonaUna transformación de Barcelona de la magnitud de las Exposiciones Universales de 1888 y 1929 y los Juegos Olímpicos de 1992. La fecha límite es el 2035 y la meta que se ha puesto el alcalde de la capital catalana, Jaume Collboni, es ambiciosa: que el cambio que él aplicará en la ciudad sea igual de recordado que el que levantó la estatua de Colón, el que levantó las torres de Puig y Cadafalch o el que hizo que la ciudad fuera olímpica y mirara al mar. "No somos conscientes de que la transformación que está viviendo Barcelona es equiparable a todo esto. Es la mayor inversión pública desde los Juegos del 92", ha afirmado desde el Disseny Hub Barcelona, donde ha tenido lugar el encuentro anual organizado por el Colegio de Periodistas.
Desde la Copa América de vela, pasando por la nueva Rambla, la cubrición de la ronda de Dalt, el nuevo Hospital Clínic, la conexión de ambos tranvías, también la conexión de los Ferrocarriles desde Plaza España hasta Gràcia, o un nuevo 22@. Todas estas reformas forman parte del plan de Collboni para transformar Barcelona como lo hicieron los Juegos o exposiciones universales. De hecho, al menos las fechas le cuadran. El primer alcalde barcelonés en participar en esta sesión con el Colegio de Periodistas fue Pasqual Maragall en 1983, una década antes de los Juegos. Ahora Collboni ha comparecido en 2024 y se pone de fecha límite en 2035. ¿Será tantos años alcalde? "Un buen alcalde debe pensar más allá de su mandato".
Para ponerse al nivel de Maragall, el actual alcalde barcelonés ha dicho que todavía no se ha quedado nunca a dormir en casa de los vecinos, pero sí ha ido a cenar al comedor de alguno de ellos ( recordando, sobre todo, una sepia que le hicieron en la Sagrera). Para igualar al exalcalde socialista también ha prometido una inversión récord: más de 10.600 millones hasta el 2035 que afectarán a 5,5 millones de metros cuadrados de superficie urbana (aquí ya se cuentan las reformas que están en marcha). El Ayuntamiento asegura que gracias a estas inversiones se generarán casi 175.000 empleos. Pero Collboni admitió que no todo comienza y acaba con dinero y obras, sino que "la actitud" es muy importante: "Barcelona debe volver a creer en sí misma". El alcalde ha querido capitanear este movimiento: "Soy un hombre feliz porque tengo el mejor trabajo del mundo en la mejor ciudad del mundo".
Primero, presupuestos
Collboni tampoco se mostró pesimista cuando tocó hablar de presupuestos. Aquí también tiene una fecha límite, el 22 de marzo, y después del acuerdo con ERC necesita asegurarse el sí de los comunes. Los de Ada Colau ya le han advertido de que tendrá que permitir que entren en el Govern, pero el alcalde ha entonado este jueves uno partido a partido. En sus palabras: "Paso a paso". Lo primero son los presupuestos y después, ha dicho, ya se hablará de su gobierno en minoría. "Nosotros no nos levantaremos de la mesa hasta el día 22", avisó el alcalde, y apeló al "sentido común" de los otros grupos municipales para aprobar los presupuestos. Le preguntaron si se ve gobernando de nuevo con Ada Colau y respondió que no es una "cuestión nominalista". Ahora bien, le ha dedicado más de una referencia velada diciendo que "ya se ha perdido mucho tiempo". ¿Y aprobar los presupuestos sometiéndose a una cuestión de confianza? "Ya se ha utilizado y la vida ha continuado", respondió Collboni desdramatizándolo.
Sea como fuere, los presupuestos no dejan de ser necesarios para apuntalar estas inversiones. Por ejemplo, ha anunciado que este mandato activará un Plan de Inversiones Municipal (PIM) 2023-2027 con 2.829 millones de euros. ¿Para qué servirán? Para recuperar espacios en desuso equivalentes a 32 interiores de manzana del Eixample, para construir vivienda asequible, para poner 2.000 puntos de recarga, para reformar la Meridiana hasta Fabra i Puig o para abrir cuatro bibliotecas y tres jardines de infancia. Sin embargo, el PIM define las inversiones y estas inversiones deben dotarse de los presupuestos.