Barcelona

El espacio donde un niño se hizo daño con una jeringuilla se mantendrá como plaza-patio

El gobierno de Colau defiende que se han intensificado los controles y la oposición en bloque dice que es urgente garantizar la seguridad de los niños

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El parque que el Escola Baixeras utiliza a la hora del patio y donde se han encontrado jeringuillas y excrementos.

BarcelonaLa situación de degradación que vive la Plaça Carme Simó, en el Barri Gòtic de Barcelona, traspasó una línea roja el primer día de curso escolar, cuando, como avanzó el ARA, un niño de seis años se hizo un corte con la aguja de una jeringuilla abandonada mientras jugaba en el espacio que hace las funciones de zona de recreo del centro. Desde el 2018 los alumnos de la Escola Baixeras hacen uso de la plaza, que se cierra durante las horas de clase, en el rato del patio, pero las familias del centro denuncian que desde el principio no ha quedado bien resuelto el doble uso como patio y como un espacio público más del Gòtic, porque demasiado a menudo se encuentran los rastros de la actividad que hay por la noche, desde jeringuillas hasta excrementos humanos o de animales. Lo que pasó el primer día de curso, cuando fue necesario hacer análisis al pequeño después de que se cortase con la aguja, les hizo levantar el tono de la reivindicación: veían urgente proteger mejor la zona para el uso infantil. Y la problemática ha entrado hoy en el debate político del Ayuntamiento después de que ERC haya pedido en comisión que se haga una remodelación del espacio con vista al curso que viene y que, mientras esto no pase, se tomen medidas como subir la altura de la valla que ahora rodea el espacio y que mide solo un metro o incrementar la limpieza y la vigilancia. Unas peticiones que han recibido el apoyo unánime de los grupos de la oposición y el apoyo del propio gobierno municipal, que, eso sí, no ha concretado si las medidas que aplicará incluirán cambios como el aumento de altura de la valla, que era una propuesta que la comunidad educativa ya hizo en el proceso participativo sobre cómo tenía que ser este espacio y que ha repetido estos días.

El concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, que ha tildado de "muy grave" el incidente con la aguja de la jeringuilla, ha defendido que el espacio se remodelará pero que se hará a partir de los acuerdos que se tomen con todas las partes implicadas, y que lo que ya se ha aplicado es el refuerzo de la limpieza y la vigilancia. Según el concejal, ahora la plaza se limpia cuatro veces al día (a las 7.40 h, a las 12.10 h, a las 13 h y a las 17.30 h) y el llamado equipo de vecindad, que hace el control del espacio (también con agentes cívicos y educadores de salud), está presente cada día desde las 8 h hasta las 18 h. El equipo de recogida de jeringuillas pasa cada día antes del inicio de clases.

"Nuestro compromiso es que la plaza tiene que seguir siendo patio escolar y espacio público", ha dicho Rabassa, que ha recordado que los planes que había para este espacio –que queda en la calle Sotstinent Navarro, al lado de la muralla romana– cuando los comuns llegaron al gobierno era convertirlo en una réplica de lo que ya se hizo en Ramon Berenguer el Gran, donde no hay ningún uso infantil, y que la apuesta fue intentar resolver la falta de patio de la Escola Baixeras, después de que durante el franquismo el espacio del patio se vendiera y se permitiera levantar viviendas. "Las familias de la Escola Baixeras han pasado de reivindicar un patio, que era la consigna histórica, a pedir un patio digno", le ha reprochado Marina Gasol, que es quien ha llevado el tema a comisión en nombre de ERC y después de estar en contacto con la Asociación de Familias (AFA) y la dirección del centro.

Alerta sobre 20 centros escolares

El resto de grupos de la oposición se han sumado a la denuncia. Neus Munté, de JxCat, ha dicho al gobierno de Colau que, más allá de proteger entornos escolares del tráfico y de sacar pecho de estas actuaciones, lo que se tiene que garantizar es que se trate de espacios "seguros y amables" para los niños, y ha denunciado que hay una veintena más de centros escolares en el distrito de Ciutat Vella donde, a pesar de que no se han denunciado accidentes como el de la jeringuilla, también tienen situaciones en el entorno que afectan a la seguridad de los alumnos: desde convivir con gente que consume droga muy cerca de la puerta del centro hasta tener los entornos con acumulaciones de suciedad.

"Por la dignidad y la seguridad de los niños tienen que hacer las modificaciones inmediatamente", ha pedido Paco Sierra, de Cs, que ha defendido que ve "peligroso" hacer que un mismo espacio sea patio de escuela y plaza abierta. También el PP ha lamentado que no se hubieran puesto los "recursos necesarios" para evitar sustos como el del primer día de curso en la Plaça Carme Simó y ha acusado al distrito de Ciutat Vella de haber "fallado" en la gestión del espacio.

El compromiso del gobierno municipal es mantener encuentros estos días con las familias y la dirección del centro para acabar de determinar los cambios que se harán en la zona. El concejal de Ciutat Vella admite que en cinco años ya ha quedado demostrado que el espacio no funciona como estaba previsto y que se tendrán que hacer cambios, pero todavía no concreta cuáles serán estos cambios, más allá de los refuerzos de vigilancia que ya se aplican.

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