Barcelona

Jeringuillas y excrementos en una plaza que sirve de patio escolar en el Gòtic

Las familias exigen cambios después de que un niño se haya pinchado con una aguja

4 min
El parque que la Escuela Baixeras utiliza a la hora del patio y donde se  han encontrado jeringuillas y excrementos

BarcelonaYa hace tiempo que las familias de la Escola Baixeras, en el Barri Gòtic de Barcelona, están descontentas con el espacio que el centro puede usar como patio desde el 2018: una plaza ganada en un solar cerca de la muralla romana que, durante el horario lectivo, se cierra para que los alumnos del centro puedan usarla en el recreo. Por la noche, la plaza, con muy poco uso, suele atraer a gente que va a dormir, beber o drogarse. Y después, claro, quedan los restos. Pero lo que pasó el primer día de curso ha superado una línea roja: un alumno de primero de primaria (6 años) se pinchó con la aguja de una jeringuilla (el resto de la jeringuilla no apareció) mientras jugaba y se tuvo que activar el protocolo por casos de pinchazo y hacerle análisis. Por suerte, el susto no pasó de aquí, pero sí que ha disparado el malestar de las familias, que piden que se proteja más el uso escolar en este espacio.

No es la primera vez que la comunidad de la escuela alerta de la presencia de jeringuillas (el distrito asegura que tiene constancia de que se han retirado una decena este año) y excrementos (tanto humanos como de animales) en la plaza-patio. La degradación del espacio ha aumentado después del verano, unos meses en los que no ha habido clases y la plaza ha tenido menos uso infantil, y el arranque del curso no es nada fácil. Por eso la Asociación de Familias de Alumnos (AFA) de la Escuela Baixeras levanta ahora el tono de la movilización para exigir que se tomen medidas que garanticen que el espacio que sus hijos utilizan a la hora del patio sea un lugar "digno".

"Queremos tener la tranquilidad de que sea un espacio seguro para nuestros hijos. Sabemos que no es un patio convencional, sino un espacio compartido con el barrio, pero lo que no puede ser es que los niños encuentren jeringuillas o excrementos porque es un espacio más de la escuela", denuncia Pedro Montesinos, el presidente de la AFA de la escuela, que lamenta que hasta ahora no se ha encontrado la manera de conseguir que este espacio de uso compartido sea seguro para los niños.

El espacio de la polémica es la plaza Carme Simó, que se abrió ahora hace cinco años en un solar con el doble objetivo de ganar un espacio público para el Gòtic y dar una solución al histórico déficit de recreo de la Escuela Baixeras, que este año ha celebrado el centenario y que hace décadas que se quedó sin patio descubierto. Por eso se decidió que, durante el horario escolar, el nuevo espacio –que queda al lado de la muralla romana, en la calle Sotstinent Navarro– estaría cerrado para el uso del centro (para alumnos de 6 a 12 años) y que en el resto de franjas del día funcionaría como una plaza más de la ciudad. Y se abrió un largo proceso participativo para acordar cómo tenía que ser, con los alumnos de la escuela como parte implicada dibujando todo tipo de elementos que querrían en su patio (la mayoría de los cuales no quedaron recogidos en el proyecto definitivo porque no se trataba exclusivamente de un espacio de uso infantil). La plaza, de poco más de 900 metros cuadrados y con desniveles importantes para dejar visible la parte baja de la muralla, acabó incorporando bancos, una fuente y espacios de sablón y vegetación.

Uno de los puntos más delicados era decidir cómo tenía que ser el cierre, que se quería lo bastante contundente para demostrar que en ciertos momentos era un espacio escolar, pero no tanto como para convertirlo en una plaza cerrada. El resultado fue una valla con barrotes de aproximadamente un metro de altura que la comunidad de la escuela siempre ha considerado insuficiente y que ahora, con más razón, pide que se levante más. Quieren que, de alguna manera, se deje claro que se trata de un espacio de uso escolar y que esto se proteja con más contundencia. También quieren que los equipos de limpieza pasen los más cerca posible de la hora de apertura de la escuela para evitar que alguien pueda dejar desechos en el compás de espera entre la limpieza de primera hora y la llegada de los alumnos.

Medidas de seguridad

Después del susto del primer día de curso, el centro ya ha tomado precauciones como por ejemplo poner vallas amarillas para impedir que los alumnos bajen a la zona del cementerio, que es donde se hace más difícil detectar si hay elementos extraños. También se han preparado carteles para visibilizar que la plaza es un espacio de uso escolar: un papel escrito con letra infantil recuerda ahora que es un lugar utilizado para actividades escolares. Y se han intensificado tanto las revisiones en el espacio antes de cada uso como las explicaciones al alumnado sobre las prevenciones que hay que tomar si encuentran determinadas desechos. Pero las familias instan al gobierno municipal a tomar medidas urgentes.

El Ayuntamiento admite carencias y promete cambios

Ayer se celebró una asamblea extraordinaria de la AFA para acordar cuáles tienen que ser los próximos pasos de la movilización y se confía en las conversaciones que mantienen escuela y distrito para que los cambios lleguen pronto. El regidor del distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, se acercó ayer a hablar con las familias después de la asamblea para transmitirles su "preocupación" y garantizarles que habrá cambios.

Rabassa ha asegurado a este diario que, después de cinco años de funcionamiento, se ha hecho evidente que en la plaza hay "carencias" y que el espacio se tendrá que remodelar para ser "más cómodo". Defiende que durante todo este tiempo ha habido un "diálogo continuo" con la comunidad de la escuela y que la prioridad es hacer las mejoras necesarias (tanto en la plaza como en el entorno) para que el espacio continúe funcionando como un patio escolar. "Hemos de garantizar que la plaza está en condiciones siempre y, sobre todo, durante el horario lectivo", asume el regidor, que detalla que desde el inicio de curso ya hay dos personas del distrito controlando que todo está en orden durante el horario escolar y que se prevé hacer reajustes en la limpieza. El estado de la plaza entrará también en el debate político porque el grupo municipal de ERC tiene previsto llevarlo a comisión la semana que viene.

stats