Barcelona

Reubicar la valla: la vía del Ayuntamiento para acabar con la plaza "privatizada" de Poblenou

El consistorio hace llegar a los vecinos una propuesta de consenso para acabar con un conflicto que lleva meses durando

BarcelonaLa lucha por el espacio público es una constante en Barcelona y tiene uno de los ejemplos más crudos en Poblenou, donde desde abril dos grupos de vecinos mantienen una disputa por el uso de la plaza Mercè Sala. ¿El motivo? La valla que propietarios de pisos y oficinas de la zona levantaron para impedir el acceso a la plaza por las noches y que otros vecinos del barrio exigieron desde el primer momento retirar considerándolo una "privatización" del espacio público. Tras haber anunciado en un primer momento su voluntad de retirar las vallas, ahora el Ayuntamiento ha hecho llegar a los vecinos una propuesta "de consenso" con la que aspira a resolver el conflicto y que pasa por reducir sustancialmente el espacio cerrado .

Para entender el conflicto es necesario antes conocer el espacio. Ésta es una plaza relativamente reciente –tiene poco más de diez años– que hace esquina entre las calles Doctor Trueta y Ciudad de Granada y que tiene unas características muy acondicionadas por los edificios que la delimitan, principalmente un bloque gris donde conviven vecinos y oficinas y que toca pared con pared con uno de los muchos vestigios del pasado industrial que se han reformado y que todavía pueden verse en el 22@. Este edificio tiene un porche que con el tiempo se ha convertido en un quebradero de cabeza para sus habitantes, que denuncian que, junto al "culo de saco" que crea el rincón que ocupa la antigua chimenea, se ha erigido en un foco de incivismo en el que, explican, proliferaban los botellones, la suciedad y los sinhogar que se refugiaban. Todo ello, denuncian, generaba inseguridad en el vecindario.

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Por eso la mancomunidad que forman los vecinos de este edificio gris y el otro bloque más residencial que delimitan la plaza decidieron levantar una valla para limitar el acceso a la plaza igual que se realiza en numerosos parques y jardines de la ciudad. La propuesta fue rechazada inicialmente por el distrito en verano de 2020, pero, finalmente, tras convertirse en un expediente de aquellos que saltan de mesa en mesa, acabó aprobada; una decisión que el propio Ayuntamiento ha reconocido después de que fue un "error". Con el aval municipal, los vecinos de ambos edificios levantaron la valla para sorpresa del resto del vecindario del barrio, que vio cómo de un día para otro se limitaba el acceso por las noches a un espacio hasta entonces siempre abierto. "No puede que la solución pase por privatizar una plaza que era de todos", lamenta Isabel Vázquez, vecina de la calle Ciutat de Granada.

La polémica no tardó en llegar, y el Ayuntamiento, que primero aseguró que retiraría la valla, pronto se dio cuenta de que no sería tan fácil porque, sin que nadie supiera cómo, la reja tenía un aval municipal. Provisionalmente, se optó por una vía que no satisfizo a nadie y que desde entonces ha tensado la relación entre vecinos: dejar la verja como estaba, pero prohibiendo que se cierre por las noches. Al mismo tiempo, se abrió un proceso de escucha con ambas partes –promotores de la valla y vecinos contrarios a la verja, entre ellos la Asociación de Vecinos de Poblenou– que ahora podría estar cerca del final.

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Una propuesta en busca de consenso

Según ha podido saber el ARA, después de haberse reunido ya dos veces por separado en los últimos meses, el Ayuntamiento se encontró el lunes conjuntamente con los vecinos promotores de la valla y con sus detractores para acercar posiciones y les hizo llegar una propuesta que podría acabar siendo de consenso. La vía que expusieron desde el consistorio pasa porque la valla, que actualmente rodea toda la plaza siguiendo el chaflán entre Doctor Trueta y Ciudad de Granada, pase a cerrar sólo el porche del edificio gris y el entorno de la chimenea, dejando todo el resto de la plaza abierta. Además, el Ayuntamiento se compromete a que, al igual que hace en otros espacios de la ciudad, Parques y Jardines se encargaría del cierre de la valla por la noche y la apertura por la mañana.

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Ahora todas las partes se han dado tiempo hasta enero –cuando está previsto que se celebre el Consell de Barri– para analizar una propuesta que fuentes municipales defienden que es positiva porque recupera la plaza pero al mismo tiempo permite cerrar un espacio que, admiten, era un " callejón sin salida" que "de noche podía generar malos usos". Para intentar seducir a los promotores de la valla, el Ayuntamiento está dispuesto a hacerse cargo de parte del coste de moverla y de la parte nueva que haya que hacer, pero confía en llegar a un acuerdo para que la mancomunidad de propietarios –que gastó más de 52.000 euros en la construcción de la verja-colabore en la reforma.

¿Y cómo ven los vecinos la propuesta del Ayuntamiento? Todos piden tiempo para analizarla a fondo, pero desde los contrarios a la valla se observa con buenos ojos la medida. Toni Coll, de la Asociación de Vecinos de Poblenou, apunta que es comprensible que "el soportal se pueda querer cerrar" y subraya que lo que no se quiere es un conflicto entre propietarios y el resto de vecinos. Los impulsores de la valla mantienen más reservas. Consultado por el ARA, el presidente de la mancomunidad explica que los vecinos aún deben reunirse para debatir la propuesta del Ayuntamiento.

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¿Y si finalmente no hay acuerdo? Fuentes municipales subrayan que su objetivo principal es el entendimiento, pero explican que si no se llega a un consenso, abrirían un litigio con la comunidad de propietarios para retirar una valla que, consideran, no debería estar allí.

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