La Sala Sidecar cambia de manos

BarcelonaLa Sala Sidecar de Barcelona cambia de manos. El fundador y director de esta emblemática sala de conciertos, Roberto Tierz, ha decidido jubilarse y traspasar la gestión del local, que justamente este año ha cumplido 40 años de vida, resistencia y música. Ahora bien, el traspaso no hará que la música de este mítico sótano de la plaza Reial deje de sonar. Tierz pliega y la dirección de la sala pasará a ser de los propietarios del Bar Sauvage del Born, pero el resto del equipo actual continúa, y de hecho ya se están programando los conciertos que habrá en el local a partir de la primavera.

El cambio de manos implicará, eso sí, un paréntesis. El 31 de enero será el último día de Tierz al frente de Sidecar, que cerrará entonces un par de meses para realizar alguna pequeña reforma en el local. Aunque la transición busca ser continuista con un local que es historia de la ciudad y que ahora es uno de los escasos refugios para el ocio de los barceloneses en un Gòtic consumido por el turismo, existen algunas incógnitas sobre el futuro de la sala. Por ejemplo, si la nueva propiedad mantendrá su nombre o, por el contrario, Sidecar pasará a ser un vestigio más del pasado de la ciudad como lo fue Zeleste, ahora Razzmatazz.

En un comunicado, Tierz ha explicado que después de más de cuarenta y un años al frente de Sidecar "ha llegado el momento de cambiar de vida y dejar paso a otros que lideren la sala con la programación más longeva de la ciudad". En su escrito, Tierz apunta que estas cuatro décadas de música en el centro de Barcelona "han sido una aventura llena de momentos emocionantes y amigos", y opina que los objetivos con los que se puso en marcha el local "se han cumplido en sobradamente". "Lo que empezó en 1982, movidos por el amor a la música y empujados por un espíritu rebelde e inconformista, se ha mantenido a lo largo del tiempo sin perder la esencia", defiende, y subraya que "pese a las dificultades que supone", Sidecar ha logrado mantener un local en el centro de la ciudad "abierto a todos y especialmente a los barceloneses".

De esta manera se confirma el rumor de que ya hacía unas semanas corría por redes y que hablaba de un cambio en la Sala Sidecar, que cerrará una etapa el 31 de enero no sin antes, explica Tierz, celebrar durante unos días una fiesta de despedida. Los detalles se darán más adelante, sin embargo, seguro que incluirá más de un concierto especial.